OPTICA POLITICA

Por Aliber López

 

“Kershenovich da cátedra sobre lo daños del consumo de refrescos”

“Desalentar su consumo una necesidad social”

“En México somos campeones en sobrepeso y obesidad Infantil”

 

Acaba de iniciar el año escolar 2025-2026, de completarse 11 meses de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo y por lo tanto de que se ha informado del mejoramiento del sistema de salud que se había desmantelado en la larga noche del neoliberalismo (1988-2018). Aparte de los anuncios de la multiplicación de los hospitales y de los programas nacionales a favor de la salud, el martes pasado el secretario de Salud David Kershenovich Stalnikoiwits, nos dio una cátedra sobre los tremendos daños a la salud que provoca el consumo de refrescos embotellados y endulzados, por lo que el Estado Mexicano debe desalentar su consumo con métodos más firmes que los de prohibir su consumo en las escuelas.

 

Ya se ha difundido hasta el cansancio por nuestras autoridades que consumir refrescos embotellados diariamente puede dañarnos, tanto a corto, como largo plazo. Por principio de cuentas los resultados del consumo diario de refrescos, en el corto plazo nos aumentan automáticamente la glucosa en la sangre y produce un subibaja de energía que produce cansancio y somnolencia, nos deshidrata y nos produce acidez estomacal; pero su daño principal se produce a mediano y largo plazo.

El consumo diario de refrescos a mediano y largo plazo nos produce sobrepeso y obesidad. Esas son palabras mayores, pues México se ha convertido en los últimos tiempos en el segundo país con más obesidad en el mundo detrás de EUA (Estados Unidos de América) pero en el primer país del mundo en obesidad infantil. Tal hecho nos produce la tremenda enfermedad de la Diabetes, tipo 2, lo que obliga al páncreas a producir más insulina que a la larga nos afectará. Por otra parte, el azúcar que se adhiere a nuestros dientes, daña el esmalte y nos produce las caries. También nos produce hipertensión y enfermedades cardiovasculares, enfermedades renales y osteoporosis.

Todas esas enfermedades debilitan la economía de cualquier país, pues una nación de futuros diabéticos le cuesta caro al Estado para atender su salud y le cuesta todavía más caro, tener una sociedad de trabajadores poco productivos, desde el momento en que no están plenamente sanos; si los gobiernos no toman cartas en el asunto de tratar de prevenir esas enfermedades, no podrá convertirse en una gran nación, como se lo han propuesto las autoridades actuales desde el 2018. La intencionalidad del secretario de Salud Kershenovich, al alertarnos de los riesgos a todos los habitantes de la nación debe ser, para que todos los que entendamos que consumir refrescos es como consumir drogas y por lo tanto debemos desalentar, no solo a todos los estudiantes de su consumo, sino a todas las familias de México, niños, jóvenes y adultos.