Cd. Victoria, Tamaulipas.- Los restos del naufragio PRD en Tamaulipas se
reunirán este domingo para nombrar a su nueva dirigencia, antes de unirse al
PAN rumbo a las elecciones del año próximo.
No tienen mucho futuro a menos que, en el contrato de alianza, los azules
les “presten” votos, algo que no es el estilo de la casa.
Para cuadrar la idea, hay que decir que en 2018 los amarillos cosecharon
26 mil votos, el 1.65 por ciento de los emitidos, y ocupan el octavo lugar en el
ranking estatal.
El “préstamo” es un invento del célebre ingeniero electoral Ricardo “El
Negro” Gamundi Rosas, en el gobierno de Eugenio Hernández Flores. Hicieron
ganar plurinominales al Verde Ecologista y Nueva Alianza, para no reconocerle
escaños a Acción Nacional.
Ante la exigencia de los profesores, el Revolucionario le “pasó” votos al
Panal para que pudiera alcanzar dos asientos en el Congreso local, aparte de
uno de mayoría.
Con menos clientela, el compromiso con el Verde fue “ayudarle” a
conseguir el tres por ciento de los sufragios emitidos que le permitiera una raja
del pastel.
Nadie se quejó ante tribunales ¿algo legal?. Los acuerdos ahí están,
quedaron depositados ante el árbitro.
Bien dicen que lo que no está prohibido…
Hoy es a la inversa, el PAN tiene la satén por el mango y, si al operador de
operadores, César Augusto Verástegui lo ve como viable, podrían convenir
escaños.
El gran reto para el 2021 es mantener el control de la siguiente legislatura,
alcanzar las dos terceras partes de 36 para no tener que compartir la Junta de
Coordinación Política.
Aun así, la vieja escuela priísta dice que en el reacomodo de fuerzas
algunos diputados pueden renunciar a su partido original para incorporarse a
otra bancada. “Cada cabeza tiene un precio”, como dice la filosofía
gamundiana que hizo historia en el CDE del Revolucionario.
Según Gamundi la conciencia de los políticos todos tiene su precio, ya sea
una notaría, regidurías o cañonazos de billetes, en lo cual tiene razón si
echamos por delante los “moches” otorgados a senadores para aprobar las
reforma energética peñanietista.
Son opciones no prohibidas de las que hoy puede echar mano Acción
Nacional en Tamaulipas.
Si bien les va a los perredistas –que no tienen registro estatal-, si la
“ingeniería” lo recomienda, podrían ocupar un escaño Elpidio Tovar de la Cruz,
Mario Sosa Pohl o el doctor Armando Valenzuela Arroyo. No hay nada escrito
porque el PAN no necesita guajes para nadar, al contrario, en la aventura
pasada las alianzas le significaron un lastre.
El partido de las tribus va a nombrar presidente, secretario general y
representante ante el CEN. Todo arreglado y bajo control.
Volviendo con el tricolor, está demostrando por qué duró en el poder 80
años. Sabe adaptarse a las circunstancias para sobrevivir. Hoy está en
condiciones de incorporar a su militancia, y como candidatos, incluso a los
traidores.
Sin mucha difusión este lunes el ex partidazo aprobó en reunión de Consejo
Político –vía Internet- reformar sus estatutos para permitir que militantes
acepten chambas “en un gobierno emanado de las filas de otro partido” con el
que no haya existido coalición, sin ser expulsado.
Dicen que es de sabios cambiar. Otorgará “licencia provisional” cuando
alguien quiera colaborar por ejemplo con el PAN o Morena. Terminada la
chamba recuperará sus derechos.
Hay que recordar que en el 2018 se abrió para postular a los cargos de
elección no solo a militantes sino de la sociedad civil, como fue le caso de José
Antonio Meade Kuribreña.
Le dieron un “apriete” mas al pago de multas que les aplica el INE, que
deberán cubrir quienes tengan responsabilidad ya sea el presidente estatal, los
jefes de administración y finanzas, precandidatos y candidatos, cuando sea su
culpa.
Los que ya la hicieron son los diputados federales, diputados locales,
alcaldes y el senador Américo Villarreal Anaya, sujetos a juicio sancionador por
el INE. El asunto fue turnado al IETAM para que les aplique las penas “que
merecen”.
Sin muchos brincos quedarán libres de culpa los diputados locales Miguel
Gómez Orta, Fernando García Aguiar y Javier Alberto Garza Faz, más el
federal Salvador Rosas Quintanilla y los presidentes municipales Enrique Rivas
Ornelas y Jesús Antonio Nader, de Nuevo Laredo y Tampico.
Por militar en partido diferente, quien sabe cómo le vaya al senador
Américo Villarreal Anaya.
En los siguientes días el IETAM debe reunirse para desfogar la “papa
caliente” que le mandaron del centro. Si hay apelación, ahí está el colchón del
Trieltam.
Libres de pecado en pensamiento y obra, quedarán también los
legisladores que van en una “segunda lista” por promoverse entregando
despensas y servicios durante el periodo de emergencia por el coronavirus.
Ellos son Francisco Garza de Coss, Rosa María González Azcárraga,
Alberto Lara Bazaldúa, Juana Alicia Sánchez Jiménez, Ivett Bermea Vázquez,
Karla María Mar Loredo y Patricia Pimentel Ramírez. Aparte el gerente de la
Comapa de Reynosa, Jesús María Moreno Ibarra
Vuelve el señalamiento de que parte de la campaña
de Rodolfo Torre Cantú para Gobernador, por las siglas del PRI, fue financiada por
la corrupción de la brasileña Odebrecht.
Deben aclararse las cosas no solo por la memoria del difunto sino por el
estigma que significa para los tamaulipecos en general.
Le dimos una “revisada” y hay incongruencias. La jornada rodolfista se dio hace
diez año, en 2010. No ligan las fechas. Enrique Peña Nieto arrancó campaña hasta
marzo del 2012, en la cual se desempeñó Emilio Lozoya y luego, ya en el
gobierno, fue enviado a Pemex.
Cuando la campaña de Rodolfo, el Presidente era Felipe Calderón, del PAN. El
PRI ni pensaba que recuperaría Los Pinos. Torre inició sus movimientos a finales
del 2009 y como precandidato del uno de febrero al 8 de marzo de ese mismo
2010.
El victorense fue un tipo demasiado austero. En la jornada de proselitismo hizo
aportaciones personales exclusivamente por el uso de su camioneta suburban. La
valoración de renta de la unidad se hizo en 419.4 pesos diarios, según la entonces
unidad de Fiscalización del Instituto Electoral de Tamaulipas.
A todo se le tiene que dar un valor, incluso cuando alguien dice participar sin un
sueldo o paga.
Un dato de Mexicanos Contrala Corrupción dice que la “aportación” de la
empresa fue de 350 mil dólares, de los 500 mil que habrían salido para la jornada
en Tamaulipas (algo igual que en Veracruz). Alguien se quedó con el resto.
Por esas fechas el tipo de cambio dólar por moneda mexicana rondaba los 13
pesos por uno, es decir, la presunta corrupción sumaba 4.5 millones de tepalcates.
Para la campaña de Gobernador el tope de gastos que fijó el árbitro fue de
71.9 millones, que seguro Torre y el partido no alcanzaron a gastar porque la
dispersión principal se da el día de la elección, para “jalar” a votar. Es el pago a los
promotores.
En este caso la corrupción –si es que se dio-, pudo representar el 6.2 por ciento
del costo de una campaña. Aun en los tiempos actuales, tipo de cambio, 350 mil
verdes significan un promedio de ocho millones, que no son factor importante, por
ejemplo, para la campaña de Gobernador del 2016 que se cotizó en 103.3 millones
de pesos.
A la jornada de Torre Cantú el entonces el Instituto Electoral le aportó 10
millones de dinero oficial procedente del Gobierno del Estado, según el reparto del
pastel que hizo el árbitro. Era el partido mayoritario
En el informe oficial de ingresos de ese mismo año el Revolucionario recibió
oficialmente 245 mil 900 pesillos de financiamiento privado, mucho menos que los
789 mil de Acción Nacional, el otro partido principal.
La precampaña de RTC ingresó dos millones 200 mil en efectivo por parte de
particulares. Al final le quedaron en caja 99 mil del águila.
El CEN mandó a la campaña 7.5 millones y los militantes aportaron en efectivo
6.6 millones. Rodolfo en lo personal 22 mil 253 por el uso de su vehículo.
Los informes refieren que no gastó en prensa
Rodolfo no alcanzó a llegar a las elecciones, fue asesinado antes. Su hermano
Egidio, sin campaña y como premio que le llegó del cielo obtuvo 632 mil votos que
lo llevaron al gobierno.
Por aquello de la “reserva y discreción”, no se divulgan más datos de los
ingresos y gastos de campaña, de esa época, de la Coalición Todos por
Tamaulipas.
En la precampaña sí gastaron lo autorizado por el Instituto 18 millones 511 mil
pesos. De la campaña no se sabe si sobró o faltó.
Seis años antes, en el 2005, fue mucho más dinero. El CEN tricolor depositó a
las cuentas del Revolucionario en Tamaulipas 20.9 millones, que se sumaron a los
once de autofinanciamiento. En total 32.1.
Cabe señalar que en las cuentas de fiscalización, el ahora IETAM multó al PRD
y PT por centaveros. Metieron once facturas por gasolina de dos meses antes que
iniciaran las campañas, y hasta un mes después de finalizadas. Como es
costumbre los líderes se embolsaron la lana.
Justo que se aclaren los hechos que se vuelven a publicitar, no porque se trate
de cantidades que mucho signifiquen, sino por el permanente señalamiento que
cae sobre los tamaulipecos.
Ya pasaron dos años desde la primera andanada y, los “amigos” de Rodolfo, no
han dado la cara para aclarar cosas, o aceptarlas. Si las imputaciones son mentira,
deberán defender su memoria ¿no cree usted?.
En otros asuntos, llegan datos del municipio de Guémez en el sentido de que
su alcalde, Luis Lauro Reyes Rodríguez, le ha pegado más de la cuenta a la “jarra”
etílica porque sabe que va a perder una potencial reelección por Morena.
Tiene muy cierto que, si desde Palacio del 15 en Ciudad Victoria lo apoyaron en
el 2018, esta vez se echó la soga al cuello cuando se fue a México a promover un
amparo en contra del préstamo de los cuatro mil 600 millones.
Entre las huestes panistas que luchan por al recuperación del municipio,
destaca un muchacho llamado Javier Grimaldo, originario del poblado El Carmen.
En popularidad le sigue Edgar González, apodado El Tomate. Sin duda el PAN
ganará.
En el sector deportivo de la capital, a falta de ayuntamiento e Instituto del
Deporte, el licenciado Rubén David Rivera, en lo particular, es el único que se
ocupa de desmontar y dar mantenimiento a campos deportivos. Cada semana
trabaja en distintas colonias. Un ejemplo a seguir.