PALACIO


Por Mario A. Díaz

 

El liderazgo del lobo

-Rebeldía que propone
-No es tiempo de guerra
-Sabiduría pura EN LAS NUBES

EN reciente artículo al que titulamos “Liderazgos” puntualizamos criterios, consejos y puntos de vista acerca de lo que deben y no deben hacer quienes llevan la voz cantante y bastón de mando en grupos organizados.

Hicimos ver que en un régimen de autoritarismo con que se conducen algunos liderazgos, la crítica no tiene cabida a pesar de ser el contrapeso del poder y que, por lo tanto, el debate se convierte en la esencia misma de la democracia. Subrayamos, además, que en esos casos un mal líder se aprovecha de la nobleza de sus representados bajo el amago del “amigo o enemigo”.

Asimismo, anotamos que una verdadera democracia no se caracteriza por la uniformidad de pensamiento y que, por lo contrario, la diversidad de ideas es un elemento que la fortalece.

Puntualizamos que quienes así se conducen en esa importante responsabilidad deberían analizar con atención el sabio consejo del próspero empresario chino JACK MA: “Un verdadero líder corrige sin ofender, orienta sin humillar. Corrige en privado, elogia en público”.

Pero no tan solo eso.

También transcribimos la opinión de destacado y experimentado periodista: “La fraternidad es la fuerza entre los periodistas y eso es lo que deben entender algunos que, por su protagonismo y desbordadas ambiciones, se arrogan liderazgos que no tienen, para obtener beneficios económicos y prebendas personales, con lo que en vez de unir, dividen al gremio”.

Pero los liderazgos no tan solo se manifiestan en los humanos. También en los seres vivos sin raciocinio se escenifican claros ejemplos.

En la migración de una manada de lobos, por ejemplo, los tres primeros son los más viejos y fijan el ritmo del desplazamiento; los siguientes cinco son de los más fuertes y tienen la misión de proteger la vanguardia; el grueso de la columna transita con tranquilidad y seguridad; los siguientes cinco también son de los más fuertes y protegen la retaguardia. El último lobo es el líder de la manada y, además de cerciorarse que nadie se quede atrás, está en condiciones de desplazarse rápidamente al lugar en donde se le necesite.

Respecto a lo sano del debate y la diferencia de ideas, qué mejor que trascribir el pensamiento del licenciado GABRIEL INCLAN, Jefe de Asesores del Fiscal General del estado de Morelos:

“Muchas amigas y amigos que me aprecian me han dicho que debo ser prudente en lo que comento, que puedo incomodar a algunas personas, y sí, he visto que me envían mensajes agresivos, sin razón lógica.

Amigas y amigos ¿Qué sería de nuestro país, estado o municipio si no existiera la diferencia de ideas, el debate para proponer mejoras en nuestro entorno?

¿Qué sería de la conducta ya de por sí excesiva de algunos funcionarios si todos caminaremos alineaditos, ya sea por intereses personales o quizás hasta por temor?

Siempre es fundamental la rebeldía que propone, que intenta modificar las cosas para bien.

A quienes de manera errónea me quisieran ver como un enemigo de sus intereses o propósitos los convoco a que mejor caminemos juntos por la búsqueda de mejores ideas, que lo que haya que reconocer o rectificar se rectifique, ya que está en juego la subsistencia de miles de familias que claman buenas acciones que les permitan alcanzar una vida de paz, próspera y con la tranquilidad que todos anhelamos.

Reitero, sé que quizá nunca me vean ellos como su amigo, pero que quede claro, tampoco pretendo tener enemigos por diferencia de pensamientos de como concebimos el servicio público.

Estoy seguro que cuando la vanidad del poder termine seremos capaces de reconocer que aquellas voces que odiábamos porque creímos que eran en nuestra contra no eran más que llamados fuertes y sensibles, que de haberlos entendido a tiempo, el desempeño de los que juraron cumplir leal y patrióticamente al pueblo se pudo haber convertido en una realidad.

No es tiempo de guerra, es tiempo de reflexión por México.”

Y qué decir acerca de lo que el licenciado don CARLOS RAVELO Y GALINDO plasma en “LAS NUBES”. El decano del periodismo sostiene que diversos puntos de vista son naturales entre los agremiados de determinado organismo y en los medios de comunicación.

También afirma que las nimiedades han de responderse con ecuanimidad, respeto y benevolencia, y que a la vehemencia hay que tomarla en cuenta.

Pero su sabio pensamiento cobra mayor relevancia cuando subraya: “Las discusiones se arreglan con lo que Dios nos ha dado: inteligencia, ingenio y sabiduría. No olvidemos que cuando algún socio eleva la voz, hay que tomarlo en cuenta. Borrón y cuenta nueva”. Y remata: “La edad no nos hace más viejos. Nos hace más maduros”.

Sabiduría pura.

Y hasta la próxima.