UNA COSA LLEVA A OTRA
Por Clemente Castro González
Es necesario mandar señales claras a los grupos
delincuenciales que operan en Tamaulipas, en el sentido de
que hay gobierno y que no se permitirá el aumento de la
violencia y la inseguridad.
Porque podría suceder que, animados por el cambio de
administración, a los grupos del crimen organizado les de por
reacomodarse y redoblar acciones para afianzar su presencia
y cierto control en determinados territorios.
Lo que comúnmente hacen cabecillas de las bandas
delictivas es “calentar las plazas”, por estrategia propia o
animados por políticos que pudieran haber tenido relación
con los cárteles, durante el sexenio que acaba de concluir.
Y es que lo sucedido en Tamaulipas, durante el mandato
panista, no es tanto que se haya desmantelado a los grupos
de proscritos sino más bien que personeros de ese gobierno
se entendieron con los “violentos”-así los denominaban-, y se
les permitió operar bajo determinadas reglas.
Incluso corre la versión de que se incorporó a la policía de
élite a ex o integrantes de agrupaciones criminales para
tenerlos a la orden, con charola, y dispuestos a realizar el
trabajo sucio.
Recordemos que, una vez que los jerarcas del panismo
fueron derrotados en las urnas, empezaron a darse eventos
de inseguridad en municipios grandes, caso del capitalino y
algunos fronterizos, supuestamente para generar temor y
caos.
De ahí la advertencia que hiciera el entonces gobernador
electo, AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, de que no se iba a
permitir que la administración cabecista se desentendiera
ante éste tipo de situaciones.
Lo que se externó es que sería una grave contradicción del
gobierno estatal panista tener a la seguridad como uno de los
logros insignes y que, de la noche a la mañana, eso se
diluyera.
El apretón de tuercas funcionó o los que estaban por irse
entendieron que “calentar las plazas” era escupir para arriba.
Sin duda hay mucho por hacer en materia de seguridad en
Tamaulipas, porque todavía persisten las desapariciones,
ejecuciones, extorsiones, venta de droga y seguramente la
infiltración de criminales en las policías.
Si bien la entidad no se encuentra en el extremo en cuanto a
inseguridad, es un secreto a voces que persisten practicas
delictivas como el guachicol, no solo de combustible sino de
energía eléctrica y es factible que de agua.
Además, las aduanas están lejos de ser saneadas y el trafico
de indocumentados, droga y armas son ilícitos que continúan
dándose.
Es de esperar que militares, marinos y guardia nacional
tengan una radiografía muy puntual de lo que sucede en la
entidad, en cuanto a la presencia y el espacio geográfico en
el que se mueven las bandas delictivas. Y seguramente
sabrán cuáles políticos, autoridades y empresarios son parte
de ese entramado.
Y es que, atrás de cada grupo de la delincuencia organizada
o desorganizada, hay políticos que les brindan apoyo como
bien declaró cuando era Secretario de Seguridad y Protección
Ciudadana, ALFONSO DURAZO MONTAÑO, actual
gobernador de Sonora.
Confiamos en que LÓPEZ OBRADOR y los miembros del
gabinete se seguridad tengan la película completa y una
estrategia definida para garantizar una seguridad duradera y
no sustentada en la fragilidad de acuerdos en lo oscurito, de
parte de autoridades locales, con grupos del crimen
organizado.
Sin salirnos del tema, bien haría el gobierno estatal en dar
continuidad a las mesas ciudadanas de seguridad y justicia
que vienen de gestiones anteriores.
Tampoco esta de más recordarles a los integrantes de las
mesas que su papel es servir a la sociedad y no al gobierno
en turno y menos hacer política partidista.
Lo decimos debido a que hubo una expresión púbica
efectuada durante la contienda electoral pasada en la que se
percibió cierto sesgo.
Cabe apuntar que van la mano lo de la reunión del Gabinete
de Seguridad y los apoyos que concretará el Presidente de la
República, ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, a favor
del gobierno de Tamaulipas, a cargo de AMÉRICO
VILLARREAL ANAYA. Así se requiere al arranque del
mandato.
Una cosa lleva a la otra. El apoyo para que se concreten
programas, que son parte del paquete de compromisos del
mandatario estatal, incidirá en forma positiva en la seguridad.
Sucede que cuando hay inversión, empleo, derrama
económica y desarrollo, las personas, sobre todo los jóvenes,
se alejan de la posibilidad de ser enganchados por grupos
delincuenciales para ganar dinero, en apariencia con cierta
facilidad.
Desde luego que eso no es así, ya que quienes son
enrolados en calidad de miembros de bandas delictivas lo
más seguro es que terminen en la cárcel o en un ataúd.
Lo viable para evitar que malogren sus vidas adolescentes,
jóvenes y a veces hasta niños, es ofrecerles, a ellos y sus
familias, alternativas de trabajo, escuela, cultura, salud y, en
general, lo que permita hacer realidad la denominada
justicia social.
Esto es básico para que exista paz y tranquilidad.
AL CIERRE
Los Alcaldes de Tamaulipas sostuvieron su primer reunión de
trabajo con el jefe del ejecutivo estatal, en Palacio de
Gobierno.
Se nota el cambio en cuanto a que no excluye a nadie y se
pondera el interés general de los habitantes de los
municipios y el estado antes que cualquier color.
Bien por VILLARREAL ANAYA y los munícipes.
A propósito, el que continua en muy buen nivel de
aprobación, por parte de sus representados, es el Alcalde de
Victoria, EDUARDO GATTÁS BÁEZ.
De acuerdo a la encuestadora MASSIVE CALLER, Lalo se
ubica en el lugar 19 con 46.5 de aprobación ciudadana,
destacando entre 106 Alcaldes evaluados por la referida
empresa.
El capitalino sobresale también, de acuerdo a la evaluación
de sus representados, en la lista de munícipes con menor
percepción de inseguridad. Igual en cuanto a confianza de los
ciudadanos al atender y mejorar la prestación de servicios
públicos y por la eficiente administración financiera.