CUADRANTE  POLITICO——-POR  FERNANDO  ACUÑA  PIÑEIRO—–

——MENSAJES DE LAS URNAS: CESE AL ASEDIO CONTRA ALCALDES-

  El análisis de los recientes resultados electorales, donde el pueblo de Tamaulipas le entregó por la vía de las urnas al doctor Américo Villarreal Anaya, la titularidad del Ejecutivo estatal, para el sexenio 2022-2028, tiene un significado  y una  narrativa que rebasa el tema  de una simple transición de poder.

     Se inscribe en una lectura más amplia identificada con el tácito rechazo ciudadano hacia  el manejo faccioso de las instituciones, por parte del gobierno panista.

     La gente dejó impresa en las boletas, no solo una decisión democrática a favor del doctor Villarreal Anaya, sino   que al mismo tiempo le cerraron el paso a toda una serie de praxis violatorias del estado de derecho, impulsadas desde la administración estatal, por la vía de sus instituciones persecutorias y punitivas contra alcaldes morenistas.   Entre otros, ese fue uno de los mensajes ciudadanos.

  Hoy, después de que la elección por la gubernatura ya ha concluido y de que, de una manera contundente e irreversible, los pueblos y ciudades tamaulipecas ya decidieron su destino por los próximos seis años,  suena de lo más absurdo  observar como las acciones de persecución y asedio contra los ediles tamaulipecos siguen sin parar. El caso más concreto y notorio, es el del alcalde Lalo Gattas en esta capital.  En este punto debemos de invocar el contenido del articulo 115 constitucional mismo  que le otorga a los municipios libertad política, autonomía económica y recursos propios. Los ayuntamientos son la célula fundamental del federalismo. Herirlos, avasallarlos, implica lesionar el Pacto Federal.

  Toda justa democrática puede pasar por momentos de tensiones y de enfrentamiento, pero cuando  los organismos encargados de conducirla declaran públicamente a un ganador, la institución más obligada de poner un  ejemplo de madurez y de respeto de los resultados, es el gobierno en turno, cosa que aquí, en el caso específico del gob-tam, no ha sucedido. Incluso parecieran echarle más leña al fuego poselectoral.

 Es de llamar la atención que, el mismo 6 de junio, 24 horas después de los comicios en seis estados de la república, el Presidente Andrés  Manuel  López Obrador reconoció  la derrota de su partido en los estados de Durango y de Aguascalientes. Con lo anterior, AMLO estaba dando una clara lección de cultura democrática a los gobernadores de Quintana Roo, Oaxaca, Hidalgo y Tamaulipas, donde la oposición perdió a manos de MORENA.

 El mensaje del primer jefe político del país, que hasta entonces había guardado silencio sobre el tema, fue ignorado por sus destinatarios. Sin embargo en los otros tres estados donde ganó MORENA, se han dado  sanos posicionamientos  democráticos.

 En Oaxaca, el candidato del PRI-PRD, Alejandro Avilés reconoció el mismo día cinco de junio que, “los resultados no le eran favorables, pero hay que dar la cara”, dijo con lo cual quedó acreditada  su vocación política y democrática.

  En Quintana Roo, el PRI reconoció su derrota en las elecciones del cinco de junio,  aunque se reservó su derecho a impugnar, o sea el natural pataleo, pero sin mayores aspavientos.

  “Hasta el momento las tendencias no me favorecen, declaró Carolina Viggiano  la candidata de la coalición PRI-PAN-PRD en el estado de Hidalgo. Dijo también que impugnarían los resultados.

En Tamaulipas, el cuarto estado donde ganó MORENA, después de algunos días, el  ingeniero Cesar Verastegui, candidato de la coalición PAN-PRI-PRD, difunde una imagen donde textualmente expresa que aceptará los resultados de la autoridad electoral. Interesante y todavía oportuno  el posicionamiento del Truco. Habrá que ver   si cumple en su momento.

   Aquí lo extraño del asunto, es que, en  ninguna de las otras tres entidades federativas donde se dio el triunfo morenista, sus gobernadores han desatado una persecución de orden penal contra sus adversarios políticos.

 Tamaulipas parece ser el pelo en la sopa de un escenario poselectoral enrarecido por la sinrazón y  las acciones ilegales contra  liderazgos institucionales como lo son los presidentes municipales identificados con MORENA.

 De ahí que, como le decíamos en el inicio de esta columna, el pueblo de Tamaulipas que acaba de decidir el cambio y  la cuarta transformación, esté reclamando a través de las redes sociales y otros conductos mediáticos, que ya cese la campaña  de persecución y asedio contra cabildos debidamente legitimados por el voto popular, y   formalmente establecidos como autoridades de acuerdo  a la Constitución General de la República.

Creemos que nuestros alcaldes morenistas merecen respeto, pues son autoridades que llegaron al cargo, con el respaldo de miles de sufragios.