PRESENCIA POR: ANA LUISA GARCIA

     < El alcalde de Altamira bajo el escrutinio ciudadano

            < Familia de Armando Martínez se da vida versallesca

            < Obligatorios los debates del IETAM, ya tienen fecha

            1.- A seis meses de desempeñarse como alcalde de Altamira, Armando Martínez Manríquez, ha despertado el malestar y la reprobación de sus gobernados, en virtud de ostensibles muestras de derroches de sus familiares, que no coinciden con sus antecedentes de ingresos, por lo menos no, los que hasta hace poco tenían. Son estilos versallescos que despiertan el repudio y ofenden a los círculos sociales más necesitados de ese punto geográfico tamaulipeco.

            En la cabecera municipal de Altamira todas las familias se conocen entre sí, saben sus raíces y estatus económicos, por lo cual reprueban las excentricidades de Anel Martínez Manríquez, hermana del alcalde, quien pagó una suma superior a los 130 mil pesos por tener acceso al escenario del cantautor y músico cubano-mexicano Francisco Céspedes, esa suma permitió que el artista interrumpiera su show para que ella y su prometido montaran una escena de su vida privada. Fue así como ahí, el novio formuló la petición matrimonial con la entrega del anillo de compromiso.

            Empezando porque el acceso al espectáculo de Francisco Céspedes fue sólo para personas de un estatus económico alto, el evento tuvo lugar en el Gran Salón del Hotel Hotsson (antes Camino Real) y los precios de las entradas fluctuaron entre los mil 500 pesos y dos mil 500 pesos de acuerdo a la ubicación, en cuanto a los consumos obviamente fueron independientes, y estuvieron por las nubes.

            Aquí el tema son los despilfarros que llaman la atención del pueblo altamirense, porque además hubo una fiesta de cinco días, la cual tuvo lugar en un lujoso salón, en el que fueron servidos espléndidos banquetes, acompañado de bebidas espirituosas y ambientado con la presencia de un grupo de mariachis para celebrar el compromiso nupcial de la hermana del alcalde Martínez Manríquez.

            El novio no es precisamente un adinerado, no proviene de la región, ni siquiera de Tamaulipas.

Entendemos que cada quien es libre de hacer fiestas al nivel que quiera y pueda, aquí el problema es que los habitantes de Altamira se sorprenden de ese tren de derroches, que están muy lejos del ritmo de vida que esa familia tenía antes del 1º de octubre de 2021, y no pueden pasar por alto los vínculos tan cercanos al alcalde Armando Martínez, que además es de extracción morenista y este estilo de vida lo dibujan como un personaje fifí y lejano a las recomendaciones del Presidente López Obrador.

2.- Por otra parte las bodas han sido el lado flaco de varios morenistas, una de ellas la de Santiago Nieto y la consejera del INE Carla Humphrey, que obligó al presidente AMLO a declarar en una mañanera que los funcionarios públicos deben actuar con moderación y austeridad porque están expuestos al escrutinio de los ciudadanos. Hubo otro caso que ameritó la renuncia del funcionario y también fue por la celebración de una lujosa boda.

Aquí la familia Martínez Manríquez está en el preámbulo de la boda de Anel y bajo la lupa del pueblo altamirense, donde el promedio de los habitantes es pobre, la mayor parte cubre sus necesidades básicas con dificultad y además existe un sector de pobreza extrema, que requiere de acciones de política social de manera urgente.

Pero lo peor, es que Armando está bajo la sombra de la sospecha del pueblo que lo eligió y en esas condiciones los electores le pueden cobrar la factura en las urnas el próximo 5 de junio.

            YA HAY FECHA PARA DEBATES QUE ORGANIZA EL IETAM.-  Ni para donde hacerse. Esta vez quienes aspiran a la gubernatura de Tamaulipas no tienen escapatoria, tendrán que entrarle al debate que tanto han esperado los ciudadanos para conocer más de ellos y que tanto han evadido los candidatos de anteriores procesos electorales. Serán dos ejercicios programados tentativamente para el 24 de abril y el 22 de mayo, ambos a las 19 horas y la sede tentativa es el teatro Amalia González de Castillo Ledón.

            En esta ocasión, los candidatos no tienen pretexto para no participar, ya que con anticipación el Instituto Electoral de Tamaulipas (IETAM) presentó y difundió ampliamente los criterios para la organización en un documento de presentación digital titulado los “Debates entre las candidaturas a la gubernatura”.

            Este es el documento formal en el que se confirma que será el IETAM el que organice los eventos de referencia, además de asumir los gastos que implique la realización de este ejercicio, que contribuirá a que los electores tengan más elementos para decidir su voto.

            Cómo usted sabe,  los aspirantes ya se registraron ante la autoridad electoral y el próximo viernes recibirán la constancia de aprobación (siempre que hubieran cubierto los requisitos), y a partir de ahí el Consejo General de ese instituto podrá convocar mediante oficio a los candidatos, a participar en los dos debates que estará organizando, y lo hará a través de los representantes de los diferentes partidos que están acreditados ante la dicha comisión.

            En esta ocasión el IETAM está obligado a organizar dos debates, y los candidatos a asistir por elemental cortesía con los ciudadanos, que tienen derecho a escuchar a quienes buscan gobernar esta entidad.

            ¿Qué pasa si uno de los 3 candidatos no asiste? Hay varios escenarios, si falta uno de los 3 candidatos que esperamos se registren, los dos restantes celebrarán el debate, el cual sólo se suspenderá en el caso de que no se presenten dos de los competidores.

            En la circunstancia de que se suspenda el debate por la inasistencia de dos de los participantes, el IETAM quedará libre de toda responsabilidad, ya que habrá cumplido lo que la ley le indica al haber  convocado a los candidatos y organizado toda la logística del evento.

            Veremos cómo actúan esta vez los tres candidatos que estarán emplazados a participar en dos debates. ¿Asistirán? O pondrán en práctica el refrán popular. “Más vale que digan aquí corrió y no aquí quedó”.