DESDE ESTA ESQUINA…

POR: MELITON GUEVARA CASTILLO.-

Este fin de semana fue muy movido en cuestiones políticas; movimientos, dirían de ajedrez, donde el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca como el Presidente Andrés Manuel López Obrador ponen en marcha una estrategia que incida en la elección, local el primero, el segundo en la nacional. Uno no quiere perder poder, el otro quiere acrecentarlo. Mueven, hacen cambios, siguiendo un propósito.

El futurismo en política es cosa de todos los días. Por eso, bien dicen, que al momento de tomar posesión un Presidente o un Gobernador, ya se piensa en quien habrá de sucederlo. En esa coyuntura, unos y otros, siempre buscan crear condiciones para trascender más allá de su sexenio. En el caso de AMLO, ya lo dijo: quiere ser el mejor Presidente de México de todas las épocas… y, efectivamente, la historia lo va a juzgar en función a sus logros.

MOVIMIENTOS LOCALES.

Los movimientos del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca van en dos sentidos: uno de ellos, tiende a reforzar su seguridad jurídica al apuntalar al Poder Judicial con nuevos magistrados. Los nuevos serán: David Cerda, que era el responsable de la oficina del gobernador; Javier Castro Ormaechea, que era el fiscal anticorrupción; Mauricio Guerra Martínez y Andrés González Galván. Se entiende que, con estos nombramientos, y los que se han dado en los últimos meses el Poder Judicial será en los próximos años dominados por su equipo.

Un nombramiento más que, que sorprende, es el de Guadalupe Acosta Naranjo como representante del gobierno en la CdMx. No es, digamos, tamaulipeco ni tampoco panista. Es perredista y, se entiende, es parte del juego de acuerdos y negociaciones rumbo a la elección del 2022… está comprando el apoyo del PRD para la coalición… que, por cierto, el priista Edgar Melhem un día sí y otro no, dice que el PAN no envía buenas señales para lograr la tan cacareada coalición y enfrentar a MORENA y su candidato en el 2022.

CORDERO, ADAN Y RICARDO.

En lo que va del sexenio se ha etiquetado a Olga Sánchez Cordero como un florero en Gobernación. Se cuenta, incluso, que en más de una ocasión, por esa circunstancia, presento su renuncia. Y ahora, repentinamente, la quitan y la mandan al Senado, a presidir la mesa directiva. ¿Podrá, como senadora, lograr lo que no pudo como Secretaria de Estado? Se entiende que va a domesticar, a lograr acuerdos y consensos, medio a fuerza, con la oposición para cumplir las órdenes del Poder Ejecutivo… La posición de Ricardo Monreal, para unos, esta medio lleno, para otros, medio vacío.

Adán Augusto López, deja la gubernatura de Tabasco, para ocupar el lugar de Olga. Las referencias que, de él hace AMLO, lo dicen todo: es su amigo, su lealtad está probada. Ahora solo falta que, vaya pues, le permitan trabajar y que muestre, en fin, que está hecho para el cargo y no solo para cumplir con encomiendas que le confiera el señor Presidente. Con la llegada de Adán al gabinete, se observa que se fortalece el grupo de Tabasco en el gabinete: amigos, amigos y amigos para gobernar.

RIGOBERTO Y ULISES.

Uno más de los movimientos de Francisco Javier García Cabeza de Vaca tiene que ver con MORENA en la entidad. Resulta que, por fin, Rigoberto Ramos Ordoñez y Ulises Martínez Trejo se desnudan, se despojan, de su vestimenta guinda para asumir la azul del gobernador. Medio mundo ya lo sabía, todo es consecuencia del proceso de selección de candidatos y el resultado electoral pasado. Rigoberto y Ulises no lograron sus propósitos e hicieron sus berrinches: que están con contra de un partido camaleón.

En los hechos, eran de MORENA, ahora lo oficializan. Se prestan, digamos, al juego del gobernador que, de esta manera, sigue usando la estrategia de mostrar que MORENA no tiene cohesión interna, que sus representantes son frágiles de principios cívicos y políticos, que son movidos por intereses personales y económicos. Se convierten, así Rigoberto y Ulises, en piedras para golpear al PARTIDO que les brindo oportunidad de ser diputados locales.

LAS CAUSAS, DICE AMLO.

Cuando el Presidente AMLO es cuestionado sobre algún tipo de problemática, sea cual sea su naturaleza, siempre cae en el mismo argumento: las causas. Y, precisamente, observamos que en la política los valores y principios son destruidos ante el egoísmo y la ambición personal. Como se justifica que un perredista sea el representante de Tamaulipas en CdMx o que legisladores se cambien de bancada como si cambiaran de calcetines.