CENA DE NEGROS

Marco Antonio Vázquez Villanueva

Poco el amor y lo gastan en celos…

En una de las felices ocurrencias que suele tener Luis René Cantú Galván, que preside el PAN en Tamaulipas y en sus boletines gusta que le nombren El Cachorro, le aseguró a la prensa que la coalición con el PRI y PRD ya estaba asegurada, que irían juntos en busca de ganar la gubernatura del Estado el próximo año.

La declaración de inmediato tuvo respuesta desde el PRI del Estado, ahí Edgardo Melhem, que igual gusta cambiarse el nombre y que le digan Edgar, dijo que no estaba nada concreto, que la coalición no es un hecho y que habrán de esperarse los tiempos para ello, por supuesto, al visualizar el nivel de ocurrencias de su presunto coequipero del 2022, Melhem fue más allá en ese sentido, dijo que de firmar acuerdos al PRI le gustaría encabezar dicha coalición y que tienen el suficiente trabajo para ello.

Lo cierto es que el de ir coaligados el PAN tendrá derecho al candidato, tiene una mayor representación, más votos que les respalden mientras que el tricolor apenas sobrevive, sin dinero y sin ningún representante de mayoría en la cámara de Diputados del Estado, ni la federal, tampoco tiene Senadores y los poquitos alcaldes que son de su partido ya ni lo parecen por lo que la propuesta de Melhem es una locura, igual una ocurrencia.

Del PRD no se ha escuchado nada por la sencilla razón de que no existen, prácticamente sus liderazgos fueron borrados en la pasada elección, sin embargo, no dude ni tantito que pretenderán amarrar acuerdos ventajosos para la firma de una coalición en la que se pretenda hacer creer que van todos contra Andrés Manuel y quien lo represente en el Estado.

Una verdad es que de no firmarse una coalición entre esos partidos es probable que PRI y PRD hagan poco más que el ridículo mientras que el PAN puede darse por muerto ya que en este momento no tiene la suficiente fuerza para hacer frente a su enemigo político.

Otra verdad es que según las encuestas ni los tres partidos juntos le ganarían al candidato de Morena, sea quien sea, a menos que este partido se divida seriamente o que cometa un error garrafal.

Quizá por ello los más apurados con las declaraciones de los presidentes del PRI y el PAN deben ser ellos mismos, digo, a menos que pretendan aliarse en un momento dado con Morena, ya que los números no les favorecen y, de continuar con esos desafortunados desencuentros públicos, le harán creer a la gente que es real el problema hasta hacer incomprensible e inútil la coalición.

En los pasillos lo que se dice es que tricolores en realidad no se quieren juntar con el PAN, que saben que perderían la elección y, según los temores que dicen se difunden a los amigos, hasta a los amigos de antes, a los que ahora están en Morena y con quienes se llevan muy bien en lo cortito.

Así es, según las malas lenguas el PRI, la dirigencia del PRI mejor dicho, quiere jugarle el dedo en la boca al cachorro lo más que se pueda para luego, allá por diciembre, decirle que siempre no, que cada quien vaya con su candidato.

Sin embargo, ambos deben tomar en cuenta algo, si de México se da la instrucción de firmar la coalición será un error político de ambos presidentes estar ventilando las diferencias en los medios de comunicación, la situación es como decían los de antes por los pleitos de los nuevos matrimonios, es tan poco el amor y se lo gastan en celos…