El hijo pródigo que espera fanfarrias
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Hablando en plata limpia, a usted como
tamaulipeco ¿qué le dice el nombre de Manuel Muñoz Cano? ¿líder natural?
¿actos heroicos? ¿obras sociales?.
No se distingue por brindar hospedaje a estudiantes foráneos o asilo a
menesterosos, como lo presumía el genio del humor filosofal de los pobres de
intelecto, Ramón Durón Ruiz.
Mas bien la coincidencia ronda sobre los sucesos que se desarrollaron en
1994 en la gran capital, en que perdió la vida, a balazos, Francisco Ruiz
Massieu, entonces secretario general del CEN del PRI. Imposible desligarse de
vergonzosos acontecimientos de la era priísta.
Este 28 de septiembre se cumplirán los primeros 27 años de aquel
desagradable evento, que mantiene en la cárcel al sancarlense que empuñó el
arma homicida.
Seguro que el muchacho, ahora Verde Ecologista, ninguna culpa tiene de
acciones que se le hayan señalado a su padre, pero es el único antecedente
por el que la mente colectiva, recuerda a quien hoy “reaparece” en Tamaulipas
en el afán de conquistar el Palacio del 15 Hidalgo y Juárez. Fue su padre.
Demasiado protagonismo al regreso de tierras lejanas presumiendo
victorias quijotescas. Ni líder de masas, prócer, caudillo o de perdido influencer-
mapache de las generaciones de redes sociales.
¿Por qué más se le tendría que recordar a Manuel Muñoz Rocha? Fue
diputado federal por influencia de Raúl Salinas de Gortari, lo mismo que
gerente del Banco Rural del Noreste, cuyo desempeño no le garantizó un lugar
propositivo en la historia de Tamaulipas.
Sus compañeros lo desaforaron como diputado; el PRI lo expulsó como
militante y en octubre de ese año se le giró orden de aprehensión (prescrita en
el 2009).
Pareciera un juicio demasiado severo, rudeza innecesaria como dicen, pero
no podrá evadirlo si, como parece, el joven está dispuesto a meterse de
buenas a primeras al tropel de los caballos en la carrera 2022.
No está probado en las urnas ni con una regiduría.
El “consultor y parrillero”, como se define en redes sociales, quiso regresar
como el hijo pródigo al que se recibe con los brazos abiertos y se le premia.
Tendrá que hacer ejercicios de introspección y determinar ¿qué le debe
Tamaulipas? ¿hay motivos para echar campanas a vuelo de que está aquí?
¿cuántos y quiénes lo siguen como para ser oferta política?.
Registró un paso efímero por la Sedesol estatal, luego de participar en los
albores de la carrera política de Eugenio Hernández Flores, encumbrado por
quien ahora está preso en los Estados Unidos por relaciones con el narco.
Nada que presumir.
No hay fanfarrias, campanas ni manifestaciones espontáneas de borregos
sedientos de ser pastoreados en algún partido de vividores del presupuesto.
Por si fuera poco, es pésima la fama del Verde, cuyo membrete le
entregaron en bandeja de plata. Su actuación es de comparsa y al servicio del
poder, en el Pri, luego con Pan y en el futuro entregado a Morena.
Es el destino que fijaron los “niños verdes” cuando el partido se les entregó
como juguetito nuevo.
Resumiendo, el bisoño adalid no tiene futuro ni le toca decidor sobre
alianzas partidistas. Mas le vale que ponga los pies en la tierra. Ya sabe que
aquí nadie llega a matar indios.
Tiene dos sopas para su membrete, las de siempre, las que dictarán desde
la mesa de negociaciones en la gran metrópoli: Se suma con Morena, como es
el acuerdo nacional por las seis gubernaturas del 2022, o se entrega a los
vientos del cambio como ya lo hicieron otros.
Ahora que, si MMC es hechura de Eugenio Hernández Flores y sigue fiel a
esa enseñanza, habrá que recordarle quién es el que tiene en la cárcel a su
amigo ex Gobernador.
Por lo demás, ni mesías ni iluminados. Aquí la tierra no ha sido abonada (en
concordancia con Morena) para que se den los “garbanzos de a libra”
potosinos. El posicionamiento está definido.
Si el objetivo del cachorro es alcanzar un gajo del pastel de los vividores, en
tres años vienen las plurinominales y, si alcanza el 3 por ciento de los
sufragios, podrá aspirar de perdido a una regiduría plurinominal en la capital o
hacer cola para un escaño en el Congreso.
Es el juego de los satélites y corifeos. Fueron las facturas que cobraron
René Castillo de la Cruz, Jesús González Macías, Patricio King López,
Rigoberto Rodríguez Rangel, Humberto Rangel Vallejo y otros que sirvieron de
tapetes a los hombres del poder estatal, primero del PRI y ahora del PAN.
Supieron hacerla como boleros.
La historia no va a cambiar de la noche a la mañana. Es esa la cuna y será
destino del Verde, hoy sin registro en Tamaulipas por falta de clientela.
Cambiando, el Congreso del Estado se reunirá en periodo extraordinario el
jueves. La 64 legislatura, comandada por Gerardo Peña Flores, sacará
adelante el trabajo legislativo pendiente, comenzando con los nuevos
magistrados Gerardo Aldape Ballesteros y Noé Sáenz Solís.
Ya se van. En la próxima legislatura, los panistas no tendrán la mayoría
para aprobar puntos de acuerdo y decretos de Leyes secundarias. Morena
asumirá el control del Poder Legislativo.
Mañana regresa a Tamaulipas, vía Tula, el moreno Alejandro Rojas Díaz
Durán. Citará a la prensa en Victoria.