TIEMPO DE AJUSTES Y CAMBIOS
Una vez pasada la euforia de las elecciones es prioritario generar
cambios en la administración pública estatal porque es evidente que
funcionarios de alto nivel y subalternos no cumplen con su deber.
Se vale que el otrora grupo dominante en la entidad dimensione el
significado de la voluntad de los ciudadanos que se expresaron en las
urnas.
Estamos ante un explicito mandato que debe atenderse y no seguir
aferrándose a un poder ficticio que solo traerá confrontación estéril y
problemas de gobernabilidad, algo que ahora se padece debido a la
incertidumbre existente.
Se sabe que en nuestro sistema lo político y administrativo van de la
mano, de tal modo que lo sucedido en un ámbito provoca efectos en el
otro y viceversa. Recordemos aquello de que los buenos gobiernos
dan votos y al contario.
Lo que acaba de darse en las elecciones es ilustrativo y se refleja en
la correlación de fuerzas en el Congreso del estado, los ayuntamientos
y la representación en diputaciones federales.
En síntesis, el PAN fue desplazado en su condición de primera fuerza
política por Morena y aliados y en base a tal lectura debe actuarse
con prontitud.
Los tamaulipecos tenemos derecho a saber que rumbo va a seguirse
para afrontar el o los dilemas que se presentan en la actualidad.
Y tendrá que ser el propio mandatario, FRANCISCO GARCÍA
CABEZA DE VACA el que, de manera responsable, establezca lo que
se llevara a cabo tomando en consideración los intereses de los
habitantes del estado o al menos de la mayoría.
Temas como el desafuero y las demandas que penden sobre él no
deben dejarse sueltos, lo que implica fijar posturas que pueden
llevarlo a la conveniencia de solicitar licencia o volver a la carga en
contra de lo que considera “una venganza política”.
Sin duda que hace falta hacer ajustes o relevos en dependencias
gubernamentales en la cuales, los funcionarios alcanzaron su nivel de
incompetencia.
En ese sentido, hay secretarias en las que no solo se cometen
“errores a conciencia” sino que los jefes iniciaron una especie de
castigo y represión en contra de los “operadores políticos” que no
alcanzaron las metas en la Jornada Electoral.
El caso más ilustrativo, que no el único, es el de la Secretaría de
Salud, en donde su titular, GLORIA MOLINA GAMBOA, deja hacer y
pasar a los subalternos.
Se supone que el “tejemaneje” se da desde la Subsecretaría de
Administración y Finanzas en donde es titular ENRIQUE NADER
NEME, ni más ni menos que familiar del munícipe de Tampico, el
panista JESÚS NADER NASRALLAH.
Es secreto a voces que desde que estaban en el gobierno los priistas,
utilizaban a la Secretaría para asuntos partidistas al enlistar a los
empleados y hasta crear los llamados comités ciudadanos de salud
con propósitos de carácter político.
Sobre ello y ya en la gestión panista, todavía esta pendiente de
investigar al ex subsecretario de Promoción de la Salud y actual
presidente municipal electo de Aldama, ALEJANDRO GARCÍA
BARRIENTOS, al que denunció la dirigencia de la Sección 51 del
Sindicato de Trabajadores de Salud, liderada por ADOLFO SIERRA
MEDINA, por ser el responsable de repartir despensas con fines
electorales.
El más reciente y oscuro suceso fue el del despido fulminante de
LAURA CABRERA LOZANO, que se desempeñaba en la Dirección de
Recursos Materiales de la dependencia.
A la mujer la “botaron” previo a las elecciones del 6 de junio debido a
presuntas irregularidades en las encomiendas que le dieron y, al
parecer, va en eso implícito el aspecto partidista y “deslices en cuanto
al manejo de dinero.
Para relevarla y echarle tierra al asunto de CABRERA LOZANO
acaban de ungir a AMET MANUEL JARA BELTRÁN, alguien que
estaba en la jefatura de Relaciones Laborales.
A juzgar por lo que se da, la intención no es hacer una verdadera
limpia en la Secretaría en donde priva la corrupción y partidismo al
igual que hostigamiento y represión en perjuicio de los empleados.
Sin duda que hace falta aplicar “cirugía mayor” no solo en Salud sino
en Educación, Bienestar Social, Desarrollo Urbano y Territorial ,
Seguridad, por mencionar varias secretarías.
Los estrategas del actual gobierno estatal deben entender que son
tiempos de cambios y, por tanto, actuar en consecuencia.
El tiempo apremia…
AL CIERRE
Es de esperar que en los días por venir despidan al gerente de la
COMAPA Victoria, GUSTAVO RIVERA RODRÍGUEZ, debido a errores
cometidos en el ejercicio de su función y por andar de “grillo” en la
contienda electoral.
La situación por la que pasa el “servidor público” es muy vulnerable y
lo más seguro es que el alcalde electo, EDUARDO GATTAS BÁEZ, lo
despida, en caliente, al asumir la presidencia.
Entre los “negativos” que carga GUSTAVO están adeudos con la
Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la falta de trasparencia en el
cobro por el servicio a los usuarios de la COMAPA.
Aunado a esto, el gerente le falló a sus padrinos del PAN debido a que
no dio buenos resultados en su condición de “mapache electoral”.
Por cierto, lo de las COMAPAS y las administraciones de éstas será
uno de los temas en la agenda de los alcaldes y diputados de Morena.
Son cotos de poder y transas que deben convertirse en entes técnicos
eficientes en cuyo consejo de administración deben participar
representantes ciudadanos y no solo un grupo de notables que son
proclives a la simulación.