Una locomotora llamada Morena

Cd. Victoria, Tamaulipas.- Golpe seco. Una locomotora llamada Morena
pasó por el norte de Tamaulipas y arrolló a la marca PAN-TAM, causándole
tanto daño que no se levantará en por lo menos los siguientes siete años.
El partido de la 4T se convirtió en la primera fuerza estatal, conservó los
seis escaños en el Congreso Federal, aumentó a 16 su presencia en el
Congreso del Estado para erigirse en la bancada de mayoría, y conquistó más
presidencias de las esperadas.
Del primero al cuarto y noveno distritos federales, la frontera toda se
convirtió en “territorio Morena”, en tanto que muy apenas conserva el V con
cabecera en Victoria, VI Mante y VIII Tampico.
En los nueve asientos, según el PREP de última hora, la 4T aventaja con
más de 50 mil votos a los vientos del cambio.
Primera fuerza igual en lo local, aunque con mínima diferencia de 21 mil
sufragios (cálculo del PREP).
Catastrófico que de un solo golpe, seco y bien dado, el grupo azul pierde el
control del Congreso para quedar con seis escaños de mayoría, más los
plurinominales que se le pudieran acumular, y que podrían ser seis más.
A pesar de tantas marrullerías del gobierno y su partido azul, le fueron
arrebatadas las fronteras más grandes, Nuevo Laredo y Reynosa, también
Victoria y Altamira, y volvió a morder el polvo en Matamoros y Madero.
La diferencia más cercan entre contendientes se daba en Nuevo Laredo
donde jugaron dos damas, Carmen Lilia Canturosas Villarreal y Yahleel Abdala
Carmona, del PAN-PRI y Morena respectivamente. Son dos mil 670 votos a
favor de la la primera.
Los “chiquillos” (municipios chicos) se quedan con el azul, 28 en total, más
Tampico.
Pero los números son fríos ¿qué fue lo que pasó?. El PAN y sus jerarcas
tardarán meses en reaccionar y tratar de saber los motivos reales del
descontón que los tiene en estado de coma.
¿El hartazgo hacia Acción Nacional? Se les fue “la joya de la corona”,
Reynosa, la segunda capital, ahí donde duermen los funcionarios de alto nivel
del Gobierno del Estado. Perdieron la casa.
Pelearon con todo tipo de ilegalidades, hasta con el encarcelamiento de
figuras contrincantes, tratando de descabezar a Morena. No les dio resultados.
¿Malos candidatos allá mismo? Pudiera ser. Siempre en una contienda, son
los alcaldes los que jalan a diputados locales y federales. Los triunfos o
derrotas se dan “en paquete”. Aquí debió hacer punta de lanza Jesús María
Moreno Ibarra, un descastado cartucho quemado, el “Señor de la Pacas” de
billetes, perdedor ahora de tres elecciones más las que se acumulen.
La anterior respuesta da lugar a otra pregunta ¿por qué el Gobernador no
quiso postular a Gerardo Peña Flores? Garantía de triunfo por la silla en que
ahora cobra Maki Ortiz Domínguez.
De todas maneras Gerardo no pierde, será diputado federal porque va en la
lista plurinominal. Habría luchado mejor por conservar la plaza.
Pero arriba de todo esto, la votación de Reynosa es un signo inequívoco de
que los ciudadanos no ven con buenos ojos las acciones de su hijo predilecto,
Francisco Javier. Se sienten agraviados por algo, se hartaron en el tortuoso
camino del sexenio
Ocupaba una buena posición entre los descendientes de la tierra cueruda.
Es el segundo reynosense que llega a la gubernatura en 270 años de historia.
El primero fue Marte R. Gómez, que se ganó bien el cariño de los
tamaulipecos.
No era mala idea que ambos estuvieran en el pedestal de los ilustres de
ese girón de tierra. Francisco le falló a sus paisanos.
Los resultados en el viejo Nuevo Santander marcan el fin del cabecismo. A
la vuelta de la esquina, el cinco de junio del 2022, será la elección por la
sucesión en la gubernatura. Ahí se martillará el último clavo del ataúd.
Como está tan cerca, si hay errores y omisiones de la nueva clase en el
poder, los de Morena, el respetable público no alcanzara evaluar su alcance.
El voto será contrario al PAN.
Con un congreso de mayoría guinda, más vale que los azules se vayan
preparando rumbo a la guillotina. Desde ahí se maneja –la mayor parte de las
veces con fines políticos- la Auditoría Superior del Estado, esa que ha estado
muy activa para mandar a la cárcel a los contrincantes de los vientos del
cambio.
Si es o no mayoría calificada en el Congreso, más vale que estén listos no
solo funcionarios del Gobierno sino alcaldes que van de salida –y los
anteriores también- esos que operaron con dinero de las arcas públicas las
campañas políticas de Acción Nacional.
Preparase es nombrar a un Gobernador sustituto de inmediato –insistimos
que la mejor carta es Peña Flores, en cuanto sea declarado diputado electo-,
antes que llegue la orden de aprehensión y la anunciada desaparición de
poderes.
Una siguiente lectura es que Morena viene directamente por la gubernatura,
ya sea por conducto de Américo Villarreal Anaya (el más viable), Héctor Garza
González o Rodolfo González Valderrama. El “señorito” pariente está fuera de
la jugada desde hace tiempo.
El cardiólogo regresa con laureles de triunfo desde Sinaloa, donde hizo
triunfar con holgura al abanderado de la 4T por la gubernatura.
Son las principales interpretaciones del triunfo pejista y derrota panista en
esta tierra. Es un ambiente que le abre las puertas a la segunda alternancia en
la gubernatura en seis años ¿no cree usted amable lector?
El llanto de triunfos y derrotas
Dicen que la democracia implica lágrimas, de
aquellos que ganan y los que pierden, emociones del triunfo y la derrota.
Seguro que de eso no quedaron exentos los resultados de la elección
del domingo, increíbles e inesperados algunos. Quedaron truncadas varias
carreras políticas.
Nadie pensaba y menos él, por ejemplo, que Arturo Soto Alemán, el
“chico de la Azteca” (colonia en Victoria), siempre echado pa´delante,
fajador en todo, mordería el polvo en los propios barrios del panteón de La
Cruz. Son sus “revolcaderos” como se dice a nivel de cancha.
Con diferencia de cinco mil sufragios, lo derrotó un desconocido profesor
secundarista llamado Juan Vital Román, que ni campaña hizo y menos
repartió despensas, tinacos, cenas, dinero y no pudo colocar “mantas” de
propaganda porque no traía dinero en 300 metros de bolsa.
Por lo pronto Arturo tendrá que irse a su casa, esperar la campaña de
Gobernador y, si gana otra vez el PAN, seguir con su carrera en la
administración pública.
Bueno, si no lo rescatan del gobierno para hacerse cargo de los
ingresos, donde ya estuvo, en lo que resta del sexenio.
¿Qué fue lo que pasó? Ya decíamos que el hartazgo hacia un partido y
su gente. Así es la democracia, unos pierden y otros ganan.
De la noche a la mañana cambió el panorama del Congreso. De ser una
oposición reducida y acosada, a partir de octubre Morena será mayoría.
Para entenderlo mejor, necesario decir que la 64 legislatura está (estaba
inicialmente) compuesta por 22 diputados azules, tres tricolores y una de
Movimiento Ciudadano.
De los 22 panistas, uno es plurinominal, Gerardo Peña Flores, el
coordinador. Los demás de mayoría.
Desde la jefatura de operación política azul, en Palacio, mandaron por la
reelección a nueve: Imelda Sanmiguel Sánchez, Félix García Aguiar,
Francisco Garza de Garza de Coss, Alberto Lara Bazaldúa, Roxana Gómez
Pérez, Patricia Palacios Corral, Héctor Escobar Salazar, Arturo Soto Alemán
y José Marón Mansur.
Ya con experiencia en las lides, parecía fácil la permanencia de ellos en
la nómina del Congreso.
¿Cuántos perdieron? Seis. Ganaron Sanmiguel y García Aguiar por
nuevo Laredo, y Mansur Marón en la zona sur, Tampico.
En Laredo se dio un fenómeno inexplicable y entendible a la vez: Perdió
Enrique Rivas Cuéllar, primer distrito, a quien el gobierno de los vientos del
cambio perfilaba como pastor de la 65 legislatura.
No hay un razonamiento lógico sobre su derrota. De los tres distritos, es
el único que mordió polvo ¿hartazgo hacia quien ya tiene cinco años como
alcalde y antes fue diputado?. Es la mejor deducción.
La ola guinda acabó con los planes y ambiciones de Rivas. Según sus
colaboradores, hasta tenía la mente puesta en el palacio estilo militar del 15
Hidalgo y Juárez.
En un abrir y cerrar de ojos se acabó el sueño, y ni modo de revertir
nueve mil votos de diferencia con su más cercano oponente.
Una buena definición es que tenía hasta el gorro a los neolaredenses del
distrito. De otra manera habría ganado con sus compañeros del segundo y
tercero.
Buenos elementos se tendrán que retirar. El ciudadano les hizo una
mala jugada, como a Francisco Garza de Coss, uno de los más productivos
en esta legislatura. En cada sesión presenta una iniciativa y no de refritos u
ocurrencias.
Y murieron los sueños reeleccionistas de Alberto Lara Bazaldúa,
Reynosa; Roxana Gómez, de Río Bravo y Patricia Palacios, en Valle
Hermoso.
Las dos mujeres persiguieron las alcaldías de su pueblo, pero de Palacio
les dieron el “cambalache” por la reelección, que ahora perdieron.
Los ciudadanos bajaron también a Héctor Escobar Salazar, el ex
secretario de Educación del Gobierno. Lo agarró el tsunami guinda que
arrasó Matamoros.
Debe haber derramado una lágrima Mario Alberto Ramos Tamez,
diputado federal que abandonó las filas de MC para incorporarse al PAN. Lo
postularon por el norte de Victoria, y ahí terminaron sus sueños políticos.
Debe ser muy duro sufrir y asimilar una derrota cuando se ha disfrutado
a manos llenan del presupuesto. Caso concreto el de Doña Laura Amparán,
otrora poderosa alcaldesa de Altamira que sucumbió en el distrito 18, a
manos de una desconocida Nayeli Lara Monroy.
Por igual al callejón de las derrotas fue a dar Elsa Elizabeth Humphrey
Oelmeyer, distrito 19, la esposa del aspirante a cacique Javier Gil Ortiz.
La noche del seis debieron derramarse muchas lágrimas, unas por la
derrota sufrida y otras de alegría inesperada.
En el 20 mordió tierra Don Carlos Fernández Altamirano, el fifí de la
Cascajal, apapachado por los Dioses porque va también en la plurinominal,
lo cual es otra historia.
Fuera de temas políticos, después de más de un año de emergencia por
el coronavirus, estudiantes de la UAT regresaron a instalaciones
universitarias a realizar en modalidad presencial sus prácticas de campo y
laboratorio. Es un plan piloto en preparación al próximo retorno gradual a las
aulas, y estará vigente en el periodo de verano hasta el 22 de julio.

El fallido invento de Don Truco
 ¿Falló el invento de Don Vicente Verástegui
Ostos? Yo, el que escribe, asegura que sí.
Me refiero a la mescolanza interpartidista que se le ocurrió hacer, metiendo
en la misma licuadora a panistas, priístas, morenistas arrepentidos y de
Movimiento Ciudadano.
En esta misma colaboración decíamos que, si le daba resultados favorables
a su objetivo, debería patentarlo y luego vender franquicias.
Como toda regla tiene su excepción, ganó dos en la zona árida, ahí donde
el hambre ancestral campea y la gente vota por donde viene la dádiva, Tula y
Bustamante.
En lo federal, de nueve distritos se quedó con tres, los mismos del 2018.
Una muestra de los errores del mejor operador del sistema lo tenemos en
Matamoros. Mandó traer del otro lado a Mónica González García, la priísta ex
diputada local, para postularla por el IV distrito, y ella se creyó y aceptó
gustosa. Perdió.
Otra coleccionista de derrotas es María del Carmen Pérez Rosas, mujer de
armas tomar, que por segunda vez recibió el desprecio de los ciudadanos del
III distrito.
Mordió el polvo Salvador Rosas Quintanilla, reeleccionistas por el primer
distrito, Nuevo Laredo, a pesar de todos sus millones en tepalcates y billetes
verdes.
Una buena lección el fracaso del señor de los caballos, Joaquín Hernández
Correa, de Madero. Lleva cinco años como legislador y quería tres más, ahora
en el Congreso de la Unión.
El triunfo de Oscar Almaraz Smer en Victoria, por alrededor de 10 mil
sufragios, no es de él ni del operador. En la capital encontró el desprecio, pero
lo salvó el voto duro de la región de las autodefensas con epicentro en Hidalgo.
Por el rumbo de las alcaldías, enamoró y atrajo a la tricolor Yahleel Abdala
Carmona para hacerla candidata en Nuevo Laredo. La muchacha colocó el
segundo ladrillo de su templo al museo de los descalabros.
Aleccionadora también la derrota panista en Jaumave, al postular a la
esposa del alcalde, Martín Rodríguez García, Norma Villanueva Ramos. Les
ganó el músico José Luis “Gallo” Gallardo, a pesar de su cola de corrupción.
De plano al equipo azul se le cerró al mundo cuando sacaron de sus
negocios de venta de pollo al ex alcalde de Madero, Jaime Turrubiates, para
ofrecerle ¡otra vez! la presidencia, cuando en el equipo del gobierno había
elementos de valía como para ganar.
Nada diferente en Jiménez, donde Verástegui incomodó en sus ranchos
ganaderos a Lupe Saucedo García –ya tres veces ex alcalde-, un redomado
pillo, para ofrecerle la chambita a su esposa Tere. Con una diferencia de 63
votos a favor de Morena, en el recuento podrían ser más.
Allá por Valle Hermoso ordenó traer al médico ex presidente Alanís
Villarreal, para “revivirle” su manía de disponer de presupuestos ajenos, y él se
creyó. Va perdiendo con cuatro votos.
Hizo postular en Camargo a la ex María del Carmen Rocha Hernández, que
lo fue por el PRI. Está en la lona y, para tratar de salvarla, el PAN pidió
recuento total de votos.
Por eso decimos que no le fue bien al operador non del cabecismo, a pesar
de su dedicación en cuerpo y alma.
En Matamoros mordió polvo Daniel Sampayo Ortiz, ex diputado por el PRI,
a quien le otorgó el registro por el célebre distrito 11, ahí donde Morena ganó
su único asiento en el 2018.
Bueno, le tenía que funcionar en casa, Xicoténcatl. Su cuñada Noemy
González Márquez repetirá en el ayuntamiento, y su hermano Vicente en la
diputación federal, pese a que este, en tres años, no se paró en la tribuna ni
para decir buenos días.
De su mismo establo, refrendó en Antiguo Morelos el cacicazgo de los
Tinajero a través de Carmelo y su esposa Evangelina.
Como bien dice el genio de “ingeniería electoral”, Don Ricardo “El Negro”
Gamundi Rosas, cada elección es diferente y en cada una de aprende. Hay
aprendizaje en las victorias y derrotas.
Pero como en política no hay dobles oportunidades, Verástegui ya no
estará en condición de corregir.
En horas de la tarde –miércoles-, avanzaba el recuento total y parcial de
votos en algunos municipios, aun con lo cual no se esperaban sorpresas.
Ahora es el PAN el que alega fraudes. Hace tres y dos años los morenos.
Como futuro diputado y jefe azul, Luis “Cachorro” Cantú, le tocaron las
buenas y maduras al lado de la dominante bancada en el Congreso. Ahora
vienen las amargas en la legislatura 65.
En Victoria sesionó el cabildo presidido por el regidor con ejercicio de
alcalde, Edgar Valdez Saldívar. La presidenta Pilar Gómez Gómez tiene dos
permisos para andar fuera hasta el 10 de junio. Debe regresar para entregar en
cuatro meses a Eduardo Gattas.
Ahora una buena noticia para Tamaulipas, en lo académico. El Rector de la
UAT, José Andrés Suárez Fernández, fue nombrado presidente del Consejo de
Rectores del Consorcio de Universidades Mexicanas (Cumex) para el periodo
2021-2023.
Es un organismo común para la educación superior de buena calidad,
integrado por 32 instituciones universitarias que reúnen indicadores de
excelencia académica.
Nos despedidos en este diez de junio, fecha que las nuevas generaciones
ya olvidaron. Es la segunda matanza echeverrista, la del 71´ ¿recuerda usted?.