Expediente

Azahel Jaramillo H.

“Le decíamos Malandrano”, cuenta Montoya

           Siete son los ciudadanos que dentro del PAN, PRI y Morena tienen la oportunidad de llegar a la silla principal del Palacio Municipal ubicado en el mero 17 Hidalgo.

         Primero las damas: la abogada Pilar Gómez, actual alcaldesa sustituta de la Capital, por el PAN; el licenciado en administración Alejandro Montoya, por el PRI.

         Por Morena, Partido de Regeneración Nacional, actualmente dueño de Palacio Nacional y del tesoro nacional, cinco son los prospectos, todos varones, ahí no hubo, no hay ninguna dama, ninguna mujer, ninguna fémina que esté buscando el cargo. Ellos son, en riguroso orden alfabético: el licenciado empresario Eduardo Gattas, el ingeniero diputado local con licencia Roque Hernández, el abogado y sindico evadido del PAN Luis Torre Aliyán, el ex beisbolista Ismael Valdez; y el empresario de la industria de la tortilla Enrique Yáñez. Se entiende que a fines de este marzo se dará a conocer quien fue el “elegido” por las encuestas, pero muchos dan por hecho que el anuncio será precisamente esta semana, muy seguramente antes que arranque la estación Primavera.

         Vale decir que la mañana de ayer conversamos con el candidato del PRI Alex Montoya. Al café que nos convocó temprano, llegamos y estaba en la mesa con dos elementos del priismo tamaulipeco, el regidor Pepe Benítez, y el también regidor Horacio Reyna, presidente del PRI Victoria. Al llegar yo, los regidores se retiraron, a su agenda.

Montoya cuenta que nació en la Ciudad de México, y a los cuatro años con sus padres (Alejandro Montoya Uriega y Josefina Lozano de Montoya) llegó a vivir al fraccionamiento Fovissste. “Fundaron un negocio de venta de Pinturas Comex en el 8 Guerrero, que atendían al principio mi padre y mi madre. Mi mamá a veces solo vendía un 1 litro de pintura, pero ahí con algunas señoras que se pasaba horas, intercambiando recetas de cocina con ellas”.

Decía Julio Scherer “Es vivaz la evocación, hace presente el ayer”. Montoya se entusiasma: “Fui alumno de la Primaria Leona Vicario. Un día llegó a la escuela de visita el Presidente Carlos Salinas. Los alumnos nos tuvimos aprender de memoria la canción “Solidaridad”.

Deja su taza de café, y recita: “La so-li-da-ri-dad es nuestra/con desarrollo se demuestra/gobierno y pueblo hacen la fuerza/el campesino y la gran empresa/unidos por naturaleza, que Viva México y florezca/¡Solidaridad!, ¡Venceremos!”

         “Yo creo que ahí nació la gran fuerza de la Leona. La directora era la maestra Lupita Balandrano, bueno nosotros los alumnos de canijos le decíamos Malandrano. Jajaja.”

 “Luego entré a la Secundaria Uno, en Calzada Tamatán. La Prepa la hice en La Salle, y estudié en la UAT la licenciatura en Administración”, cuenta Montoya.

De su experiencia de tres meses como Alcalde interino de Victoria, dice que ahí aprendió “principalmente que el Municipio de Victoria tiene los recursos físicos, materiales, humanos, y financieros suficientes para hacer, con voluntad, un muy buen trabajo para el desarrollo de la Ciudad. Yo lo vi en los meses que fui alcalde”.

Evoca que era Regidor Octavo del Ayuntamiento, y a la solicitud de licencia del alcalde Oscar Almaraz para buscar ser reelecto alcalde, recuerda que era domingo y recibió la llamada telefónica del  Secretario del Ayuntamiento, Juan Antonio Ortega Juárez, con quien sigue llevando amistad. Me dijo: “Mañana a tal hora, hay reunión de Cabildo, vengase bien vestido porque usted es el novio. Pero primero, media hora antes, pasa a mi oficina”.

“Llegué puntual. Iba con camisa manga larga. Me recibe Ortega, y me dice: “¿Por qué no se vino de traje y corbata?, le dije que usted era el novio”. Así me enteré que iba a tomar protesta como Presidente municipal interino. Le marqué a mi esposa, le dije ahorita voy para la casa, prepárame mi traje y tal corbata, y arréglate de volada, en casa te explico. Y regresé con mi esposa, ella de vestido largo. Estaba mi esposa reticente, que como quería yo que se arreglara en tan poco tiempo”. Así fue como rindió protesta, acompañado de su mujer en la Sala del Cabildo.

–¿Y el alcalde Oscar Almaraz no le avisó a usted qué iba a ser alcalde interino?”.

–“No. Yo creo que le dejó ese asunto al abogado Ortega Juárez”.

Comenta que el derecho primero de ser alcalde interino era  de Octavio González García pero había renunciado a sindico debido a que su esposa había tenido un accidente, y quería atender su asunto de salud; luego le correspondía el cargo a Alejandra Cárdenas Castillejos, pero ella se iba de candidata a diputada. Declinó Alejandra. Entonces fue que me llamarón a mí”. A CUIDARSE.                                                    Azahel Jaramillo Hernandez