Cd. Victoria, Tamaulipas.- Se le empiezan a cerrar las puertas a la presidenta
de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez. Quería seguir pegada a la “teta” pública y
de paso meter al juego a su cachorro Carlos, mejor conocido como “Makito”.
El desenlace del día es que se quedará como el perro de las dos tortas
(según la fabula). Por buscar la tajada más grande perdió la real que ya tenía en
mano.
Soñó mucho, pidió exagerado, se creyó necesaria e insustituible en la vida
política del pueblo que la adoptó. La caída será estrepitosa.
La vetaron del PAN por tirar la tarascada sobre el “pastel” de tres
diputaciones locales, alcaldía y escaño federal, con juego para ella, su
descendiente y el equipo de colaboradores que tiene en el corazón, según la
virtual despedida que dio en redes.
“Fui invitada a participar por una Diputación Federal en el distrito 9 de
Reynosa. No acepté. El motivo más importante es que como doctora no puedo
abandonar un paciente en un estado crítico o salirme en medio de una cirugía”,
escribió.
Nadie le creyó. No le quedaba más que decir. En la práctica sabemos que es
capaz de dejar a un moribundo en el quirófano. No se le conoce en el oficio de
“matasanos”, ni para curar una gripa.
Peleada con Palacio de Gobierno en ciudad Victoria, que le pusieron
piedritas en el zapato desde el 2016, se quiso cobijar con el nuevo partido en
boga, Morena, del que algunos de sus amigos más optimistas dicen la podría
abanderar rumbo al gobierno estatal en el 2022.
Sabiendo como se sabe que la señora pidió a los jerarcas de la 4T más de la
cuenta, arriba de lo que merece, la respuesta de los auténticos morenistas
retumbó este miércoles desde el Congreso del Estado. No la quieren y se
defenderán de oportunistas y forasteros.
Edna Rivera López, la coordinadora de la fracción de diez diputados, exigió
que la Auditoría Superior del Estado imponga ya responsabilidades penales –
que sospecha hay- sobre la señora, y ella misma (Edna) presentará demanda
ante la Fiscalía Anticorrupción.
Se fue corta Rivera al decir que la Doña de Chihuahua trae “bailando” 176
millones de pesillos. Deben ser más por tantas desviaciones de lana que no era
suya sino del pueblo reynosense.
Como agregado, hay que decir que junto a Ortiz, están “atorados” y con
posible responsabilidad penal, José Alfredo Castro Olguín, Esmeralda Chimal
Navarrete y Alexandro de la Garza Vielma.
El poder marea y disponer libremente del presupuesto engolosina. Quería
prolongar su gobierno más allá de los cinco años.
La andanada desde la máxima tribuna estatal se dio luego del “acuerdo de
Reynosa” en que ella habría sido anfitriona, o al menos la que pagó la estancia
con dinero del erario (no creo que de su cartera).
Nada trascendió del cónclave pero sale comentario que le ofrecieron un
escaño local para el cachorrillo. Si no lo acepta deberá irse a descansar a su
casa en el “otro lado”, hacer “cola” y en su tiempo volver a reclamar.
Presume, pero de sobra es conocido que no es dueña de los 150 mil votos
que la reeligieron en las urnas en el 2018. Cualquiera que entiende de
“ingeniería” electoral sabe que fueron “taqueados” por los nuevos métodos que
su partido (todavía porque no ha renunciado) echó a andar en esa época.
Como en la fábula, la Doña se quedará como el perro de las dos tortas, ni la
chica que ya tenía en el hocico y soltó, ni la pieza mayor que vio reflejada en el
agua y trató de agarrar.
El “coscorrón” desde el Congreso marca la hostil no bienvenida para la mujer
que toca la puerta guinda.