CUADRANTE   POLITICO—-POR FERNANDO  ACUÑA PIÑEIRO—

—–¿CUANTAS MORENAS SE ENCUENTRAN EN LA ALCOBA DEL PAN?–

Se sospecha que la llegada del nuevo delegado de MORENA a Tamaulipas, podría encontrarse con alguna que otra sorpresa, especialmente, en lo relacionado con posibles traiciones de algunos correligionarios, que actualmente se desempeñan en el comité estatal de este partido. Ya desde ahora hacia el interior de las siglas color ladrillo, se rumora que algunos cuadros de esta organización, cohabitan en la alcoba azul, al servicio del cabecismo.

La realidad es que hasta ahora, la estructura del morenismo tamaulipeco, no tiene pies ni cabeza, o tal vez esta última sí la tiene, si nos referimos a un posible control político, ya pactado con antelación, desde Palacio de Gobierno. Y en el cual estarían involucrados, como ya lo dijimos en el anterior párrafo, dirigentes que ocupan cargos estratégicos. y que de no tomarse medidas, por parte de la dirigencia nacional, a cargo de Mario Delgado Carrillo, podrían resultar de fatales consecuencias para el morenismo en nuestro estado.

 No sabemos si los tiempos de la calendarización político electoral, alcancen para qué la nueva dirigencia nacional de morena, lleve a cabo los cambios que se requieren en la estructura formal del partido Obradorista. Pero existen suspicacias en el sentido de qué, el PAN tamaulipeco, y más específicamente la administración cabecista, habría infiltrado desde hace mucho tiempo a los morenos. Y, de esta forma, está enterado de cada paso que dan, lo cual les confiere una enorme ventaja, en la ruta hacia las elecciones de este año.

En qué momento se produjo está extraña relación de espionaje y sabotaje político, contando con la complicidad de algunos, o algunas morenistas , que se vendieron por un plato de lentejas ¿ No lo sabemos. Pero lo que sí es un hecho, es que a estas alturas, cualquier fenómeno de este tipo, compromete gravemente, el proyecto político del presidente Andrés Manuel López Obrador, en la entidad. De ese tamaño son las cosas.

De ahí que, ya desde ahora, algunos malpensados, sospechen que si el delegado que viene para hacerse cargo del proceso interno de MORENA, va a dar su brazo a torcer, y se va a dejar maicear al igual que algunos otros de sus compañeros, entonces las posibilidades de triunfo morenista, se acortan o se reducen notoriamente.

La posibilidad de que esto último suceda, no es tan descabellada, si tomamos en cuenta qué, durante la dirigencia nacional de Yeidckol Polevnsky, el delegado estatal enviado desde el CEN morenista, dejó hacer y dejó pasar al PAN tamaulipeco, para culminar con la masacre política que ya todos conocemos: en 2019, Acción Nacional barrió con las huestes de AMLO, ganándoles, por paliza devotos, El Congreso local.

Sí ahora va a suceder lo mismo, y el delegado que envíen desde la Ciudad de México, va a hacerse de la vista gorda, es muy probable, aunque no deseable, que la historia sea recurrente. Y qué vivamos un capítulo parecido, al que se dio en la pasada elección doméstica, donde, repetimos, los azules se despacharon con la cuchara grande. Hubo un motivo central: los dejaron operar a placer.

No podemos asegurar, que esto ya se de como algo inminente. Pero vale la pena anticiparlo, en la construcción de los posibles escenarios, que se puedan presentar, en la elección más compleja y encarnizada, que se haya presentado antes en Tamaulipas. Lo anterior, se debe, al nivel de enfrentamiento y encono político, entre el Gobierno cabecita, y el sexenio federal Obradorista.

Todo ello hace que se perfile una lucha sin cuartel, pero, cómo lo hemos dicho líneas arriba, el Gobierno estatal ya ha empezado a tejer la telaraña, dónde piensa maniatar y vencer a su enemigo, a base de cañonazos de dinero. Similares a los sobornos que en la revolución , entregó el General Obregón a algunos generales villistas, para que le dejaran abierta la retaguardia.

 Así las cosas, en este Tamaulipas, que apenas iniciando el año, ya presenta síntomas, de que en la lucha, por el poder, habrá de ponerse en juego, lo mejor y lo peor de la política. Hablamos de espionajes, de sabotajes, pero también, de cómo habrán de utilizarse, fenómenos sanitarios como la pandemia, para inhibir la votación, y lograr que la gente no acuda a las urnas, con lo cual le allanaría el camino del triunfo a la estructura panista, que ya desde ahora se ha puesto en movimiento, en cada colonia y en cada barrio de las principales ciudades del Estado.

 Por lo pronto, ya urge el arribo, de un delegado morenista a Tamaulipas, que logre poner orden, y de cauce a las diversas corrientes internas, unificando fuerzas, cohesionándolas, en un solo esfuerzo. Evitando la dispersión, y el divisionismo.

Pero, ante todo, interviniendo para evitar sorpresas, en lo que se refiere a posibles Judas o malinches, agazapados y sirviendo como agentes dobles, al servicio del Palacio del 16 Juárez.

        Habrá que ver de qué están hechos los morenistas, en cada una de sus trincheras político- electorales.

  ¿Traicionarán al presidente de la República y a los votantes tamaulipecos? o bien se amarrarán las hormonas del honor y de los principios?

Eso está por verse.