Maki Ortiz: falsa y falsificadora Por Oscar Díaz Salazar

Desde antes de tomar posesión del cargo de presidente municipal de Reynosa, la señora Maki Ortiz Domínguez, ya había dado instrucciones a sus colaboradores para cometer delitos relacionados con el servicio público. A la primera sesión del Cabildo de Reynosa, llegó Maki Ortiz con expedientes de quienes iba a proponer para ocupar los puestos de primer nivel, que requieren de la aprobación de regidores y síndicos. Varios de los individuos propuestos por la presidenta municipal, no cumplían con el requisito de tener residencia en el municipio de Reynosa, por lo menos de un año, como lo establecía el Reglamento de Administración del Municipio de Reynosa, Tamaulipas. Para «demostrar» que si cumplían con este requisito, se presentaron Cartas de Residencia expedidas por las autoridades que les antecedieron, con la firma «falsificada» del funcionario responsable. Este asunto fue el que generó la detención del actual Secretario Técnico de la administración municipal, Hugo Ramírez. La otra ocasión, -documentada-, en la que Maki Ortiz y/o sus colaboradores, incurrieron en esa práctica de falsificar documentos, fue durante el registro de la planilla que participó en las elecciones que llevaron a la reelección de la presidenta de Reynosa. Recordarán que para la reelección de la Doctora Maki se concertó una coalición integrada por el PAN, MC y PRD, en la que cada partido definió los candidatos que ocuparían los espacios negociados en el convenio de coalición.

Al Partido de la Revolución Democrática le tocó decidir la candidatura a la Regiduría número tres, misma que de acuerdo a un proceso interno se asignó a la C. Denya Berenice Murillo. De manera nunca aclarada, pero validada por el representante de la coalición en el Consejo Municipal Electoral, panista por cierto, le dieron entrada y crédito a una supuesta renuncia presentada por la candidata del PRD, Denya Murillo.

La falsificación de firma fue el instrumento delictivo usado una vez más para propósitos políticos en los que se buscaba favorecer a un pseudoperredista que por un mísero sueldo se había vuelto incondicional de la presidenta, a la que incomodaba la actitud independiente del síndico, también perredista, que formó parte del primer Cabildo presidido por ella, en razón de un acuerdo político de facto. De los centenares de juicios por los despidos de trabajadores de la administración municipal, ordenados por Maki Ortiz, hay decenas de ellos entrampados en el proceso de demostrar que son falsas las renuncias añadidas a los expedientes por las autoridades municipales, porque jamás fueron firmadas por los trabajadores. En este asunto también incurrieron en el delito de falsificar documentos. Les comparto la descripción de tres casos en los que se falsificaron las firmas en documentos de interés para la presidenta municipal Maki Ortiz. Tres ejemplos que nos llevan a pensar que ese ilícito es practica común en el gobierno de Reynosa. Lamentablemente la autoridad que podía castigar estos ilícitos, el gobierno del estado y sus ramificaciones, permite que la presidenta municipal incurra en estos delitos. La presidenta Maki Ortiz ya les tiene tomada la medida y no se esfuerza en ocultar como le hace, antes al contrario divulga que «a esos los arreglo con dinero».