Este año, no acudir a la morada de nuestros seres queridos que ya partieron, cala. La pandemia del COVID-19, llegó a México despacio, pero provocando trastorno tras trastorno, entre estos, el cierre de los cementerios. Quizá no hemos aprendido bien a bien, como enfrentar la pandemia. Por eso los brotes de contagio lejos de frenarse, se incrementan. El COVID-19 o coronavirus empujó a los gobiernos a tomar medidas severas, muy drásticas, para tratar de atajar el avance de ese virus mortal que, hasta ahora solamente en México, ya causó la muerte de más de 90 mil personas. Algo horrendo, sin duda. La Organización Mundial de la Salud, desde el mismo instante que declaro al COVID-19 como Pandemia, recomendó confinamiento, uso de cubrebocas, lavado frecuente de manos, sana distancia y evitar las aglomeraciones. Se ordenó el cierre de las fronteras a los viajes no esenciales. Sin embargo la tolerancia del gobierno de México permitiendo que al país entren ciudadanos americanos, relajó esa medida y, se presume, eso más ha contribuido al contagio de personas. En primera instancia se prohibió el acceso a salas de cine, bares, gimnasios, parques, centros recreativos y panteones. Después de seis meses algunas ciudades de Tamaulipas entraron a la Fase 2. Y cuando ya muchos negocios se habían declarado en bancarrota, con excepción de bares y cantinas, se permitió que la gente volviera a los restaurantes y centros recreativos, con sana distancia y en número reducido. La gente también pudo regresar a los panteones a visitar la tumba de sus deudos, igual, en número reducido. Pero volvimos a los excesos. Los contagios de COVID-19, por causa de las aglomeraciones y el desdén por el cubrebocas se dispararon otra vez. El semi-confinamiento se volvió aplicar. Las puertas de los cementerios se volvieron a cerrar. Cala, duele no poder ir a visitar la tumba de nuestros seres queridos. Quizá el 7 de noviembre, cuando la autoridad permita la entrada a los camposantos estaremos llevando una corona o una cruz de flores para los que vivirán en nuestra memoria, por siempre y para siempre. WhatsApp enviado por el C.P. JORGE CHAPA ZAVALA. “Para este día no tengo flores ni altar, no prenderé velas ni haré oraciones, de hecho no tengo muertos en la familia, tengo personas que se han ido, pero que siguen aquí, conmigo, en mi formación y recuerdos No habrá inciensos ni calaveras, tan solo festejos por haber conocido personas valiosas que se adelantaron con DIOS Para este día no tengo lágrimas, tengo agradecimientos, no hay tristezas, solo recuerdos, si algo yace en mis sepulcros familiares son evidencias de quienes aún dan vida a mi vida con su legado No usaré este día para meditar sobre la muerte, agradeceré la oportunidad de la vida, en mi casa todos son bienvenidos, incluso los recuerdos de las personas que ya no están físicamente Para este día de muertos no me disfrazaré, no adornaré la casa con motivos fúnebres, abriré mis cortinas para que la bendición del sol entre y acaricie mi vida Para este día de muertos no rezaré, hablaré directamente con DIOS en una oración para pedirle por mis vivos, no por los que ya no están Para este día y para el resto de mis días, pensaré en la muerte para valorar la vida, mi ofrenda será tratar de ser mejor y mi incienso una sonrisa sincera para los demás Para este día de muertos abrazaré aquellos que tienen muerta la esperanza, que han perdido la paz o se les murió la fe Para este día tengo tantas gracias que dar, un réquiem a mi tristeza y un epitafio en mi puerta que diga: “Aquí yace y vive una persona que no quiere morir en vida” MAÑANA, ELECCIONES EN ESTADOS UNIDOS. Mañana martes 3 de noviembre se llevarán a cabo las elecciones presidenciales en Estados Unidos. DONALD TRUMP, del Partido Republicano, busca reelegirse y lleva como compañero de fórmula a MIKE PENCE. Su rival, el demócrata JOE BIDEN aparece adelante en las encuestas, es el favorito, según los sondeos, para ganar los comicios. Lleva como compañera de fórmula a la senadora KAMALA HARRIS. Pero que las encuestas favorezcan a JOE BIDEN no es ninguna garantía de que pueda alzarse con la victoria electoral. El sistema de elección en Estados Unidos es diferente al de México y al de muchos países. Allá cada estado representa determinado número de votos electorales. Un candidato puede tener mayor número de votos que su rival, pero si los estados en los que ganó tienen menos votos electorales que donde ganó su rival…pierde. Ocurrió hace cuatro años, cuando la demócrata HILLARY CLINTON obtuvo más de dos millones de votos que DONALD TRUMP, pero TRUMP ganó en aquellos estados que tenían más votos electorales. Es complejo… pero así son ellos. ¿Quién ganará? Hay muchos puntos que influirán en el ánimo de los electores americanos en contra de DONALD TRUMP. Entre estos incluyen el impacto de la pandemia de COVID-19, la cual ha cobrado la vida de más de 200,000 ciudadanos estadounidenses.