¿Quién traiciona a quien? Por Oscar Díaz Salazar

La diputada Nohemí Alemán abandona el PAN
Afirma el dicho popular que «no tiene la culpa el indio, sino el que lo hace compadre» y en este perla de sabiduría popular debe estar reflexionando el gobernador Cabeza de Vaca, alias el Cabezuca, y su hermano José Manuel, que fue quien recomendó a su comadre Nohemi Alemán, para ser candidata del PAN a diputada federal, por breve tiempo por la vía de la mayoría relativa, y finalmente por la de representación proporcional.
La ex presidenta del Colegio de Arquitectos de Reynosa, Nohemí Alemán, acompañante frecuente de políticos priistas en los eventos que organizaban cuando gobernaban en Reynosa y Tamaulipas, acaba de anunciar su salida de la bancada del PAN, para ingresar a la fracción parlamentaria de MORENA, en la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión.
La diputada Nohemí Alemán vale, -políticamente- por lo que en estos momentos representa, por el cargo que ostenta, por su investidura como diputada federal, no menos, pero tampoco más, y lo digo porque no tiene seguidores, no tiene camarillas, no tiene trabajo político, no tiene ascendencia popular, ni mayores antecedentes y méritos políticos, más allá de presidir el Colegio de Arquitectos de Reynosa.
Y si bien no hago más lo que representa la legisladora reynosense, tampoco lo minimizo, como no lo ha de hacer el líder de facto de los panistas tamaulipecos, que obsequió esa posición, a petición de su hermano, a un personaje ajeno al grupo del gobernador, distante al PAN, en donde hay decenas de activistas que han acreditado militancia y méritos suficientes para aspirar a esos cargos, a los que con frecuencia llegan advenedizos, sin más mérito que la amistad con algún miembro de la familia real vacuna.
La diputada Nohemí Alemán no mostró lealtad ni apego a esa disciplina férrea que Cabeza de Vaca acostumbra someter a sus colaboradores. Desde el principio la Diputada Nohemí Alemán prefirió aliarse con Maki Ortiz, dadora de contratos de obra pública, y mucho más dispuesta a compartir el botín que los Cabeza de Vaca.
El cambio de camiseta de Nohemí Alemán se interpreta como un guiño que hace la presidenta municipal Maki Ortiz, un tributo, a los jerarcas de MORENA, para que la acepten en sus filas. Nohemi Alemán se visualiza como la avanzada de Maki en MORENA, una fuerza política de la que espera protección y proyección, para ella y su hijo. Protección para que su íntimo enemigo Francisco García no la meta a la carcel y proyección para seguir activa en la política y para impulsar a su chamaco en una actividad para la cual se preparó académicamente y a la que le han invertido bastante dinero… Dinero público por supuesto.
El tiempo nos dirá si en el caso de la diputada Nohemí Alemán aplica eso de que la traición si paga. Por lo pronto los panistas que despreció Cabeza de Vaca para encumbra a Nohemí Alemán, deben estar pensando en que se aplicó la justicia (divina) en este escurrimiento, que parece ser el banderazo de salida para abandonar el barco de los cabezones, un barco que hace agua por muchos frentes, una nave que se ofreció como el velero que impulsarían los vientos de cambio y que no pasó de trajínera estancada en aguas negras.