Cd. Victoria, Tamaulipas.- El gozo se fue al pozo. Jelipe Calderón y su esposa
Margarita no recibieron del INE, como “regalito” de Navidad anticipada, la
franquicia del partido México Libre.
Significaba todo para ellos, asegurar una “piscacha” mensual, una nueva
forma de vida sin sobarse la espalda.
Dolió porque en la víspera ya tenía –junto con el nuevo PES- el visto bueno de
los consejeros que trabajaron en comisiones.
Sumado al golpe emocional, la pareja sufrió –sufren- las burlas del Presidente
López Obrador quien insinúa que fue factor para que el Instituto los mandara por
un tubo.
A través de un inusual video, López le dice al ex que recurra en ayuda de sus
viejos aliados del 2006 que lo apoyaron en el fraude electoral, como líderes y
medios de comunicación conservadores, que organice marchas callejeras -todo
dentro de la Ley- y apele ante el Tribunal Electoral.
Era mucho para el Presidente tener que soportar de cerca a Calderón, y
todavía regalarle dinero público en calidad de subsidio.
Total que el escándalo ha comenzado y el ex jefe de Los Pinos con fama de
levantar el codo, anuncia que no se quedará con la pedrada. Por lo pronto
apelarán al TRIFE. No ha dicho de las marchas callejeras.
La verdad es que eso de los registros partidistas fue todo un “cochinero”.
Nadie debió recibir el visto bueno. Salió lana a lo condenado, sobre todo del
sindicato de los profes, el SNTE.
El proceso sigue y, en un descuido, Encuentro Social podría quedar fuera, aun
tratándose del aliado de López Obrador en la campaña del 2018.
Según pudo documentar el Instituto, varias asambleas constitutivas distritales
fueron organizadas por ministros cristianos (iglesias). Hay prueba de por lo menos
15.
Desde los templos que pululan por el país se hicieron afiliaciones masivas. No
debería contar con registro.
Volviendo con México Libre, se me hace que el Tribunal –de dominio pejista-,
también los mandará con cajas destempladas y habrá lágrimas ¿quiénes son las
“viudas” que se quedan en Tamaulipas?.
Por su origen, se mencionaba que la principal fan de Calderón y Zavala en
Tamaulipas era Doña Maki Ortiz, la presidenta de Reynosa. Sin embargo no hay
indicios de algún subsidio para afiliar militantes. Ya tiene un pie en el estribo del
tren Morena.
Otra muy cercana a los Calderón es Lydia Madero García, de quien se
mencionó sería la coordinadora estatal una vez que renunció a la secretaría de
Salud Estatal, donde no pudo “curar el sistema”.