CUADRANTE  POLITICO–POR FERNANDO  ACUÑA PIÑEIRO-

—-SI PIERDE EL ELEFANTE, LOS BURROS SE LA DEJARAN CAER A EBRARD—

   Marcelo Ebrard, le está apostando a la reelección presidencial de los republicanos en USA. Pero con Trump en la presidencia, el llamado partido del elefante, puede perder. Los Demócratas, o sea los burros, han advertido sutilmente, que de ganar ellos las próximas elecciones por la Casa Blanca, habrá consecuencias para AMLO y su carnal Marcelo.

Aun y cuando en teoría,   se diga que la soberanía mexicana, está a prueba de  las elecciones  estadounidenses, lo cierto  es que los resultados  de  los comicios presidenciales  que  se llevarán a cabo  en noviembre próximo, sí incidirán  considerablemente en la vida política de nuestro país.

Empezando por la sucesión presidencial  del 2024, donde el Canciller Marcelo Ebrard, aparece como el incuestionable puntero.

   Y es que, en la relación del  gobierno obradorista con  la administración Trump, el hombre que más  a trabajado para que  el Presidente AMLO  mantenga excelentes relaciones con la Casa Blanca, es justamente el poderoso Canciller, al  cual, en repetidas ocasiones, para efectos de análisis politico, se le ha dado el trato de vicepresidente, pues constantemente está invadiendo las facultades  de otros ministros  de  la 4T, especialmente de la política interior, a cargo de Olga Sánchez Cordero.

  El pasado 15  de agosto, de acuerdo a una entrevista concedida por Juan González uno de los hombres más cercanos al candidato demócrata  Joe Biden, a la revista Proceso,  el  encuentro entre AMLO y Trump, que fue calificado por los analistas como un claro espaldarazo  de López  Obrador hacia la campaña  de Trump, (por el enorme peso del voto hispano), podría traer costos políticos, para  AMLO, en caso de que, Trump fuese derrotado.

    El resentimiento demócrata,  contra AMLO, se centraría  al menos en dos de las acciones que el tabasqueño llevó a cabo, durante su encuentro con su homólogo  norteamericano: la primera, fue comparar  a   Trump con George Washington, y  adicionalmente todos los demás elogios que   Andrés Manuel  habría norteamericano torno a al  titular del Ejecutivo estadounidense.

  En palabras de los demócratas norteamericanos,  tanto AMLO como el Canciller  Ebrard, le han tenido que seguir el juego a Trump, pues temen a sus reacciones impredecibles.

  Por lo pronto, las encuestas que  se realizan en Estados Unidos, indican que  hay fuertes posibilidades de que, Donald  Trump pierda  las elecciones, en su  intento por reelegirse para un segundo periodo.

  Hasta ahora, los especialistas en el tema, perfilan  cuatro posibles escenarios de la elección presidencial en USA. Le primera habla de la victoria de Trump, la segunda apunta sobre una derrota de Trump por escaso margen,  la tercera, una derrota  estrepitosa de Trump, y un cuarto punto, habla sobre la viabilidad de que, se suspendan las elecciones.

  El jefe de las negociaciones con Estados Unidos, en torno al pasado acuerdo migratorio, para frenar a como diese lugar  a las olas  de migrantes centroamericanos,  como condición para que Trump, no aplicase un 5 por ciento de aranceles a los productos mexicanos, fue operada por Ebrard.

  En la víspera, de la visita de AMLO a la  Casa  Blanca, el canciller Marcelo Ebrard  recibió varias cartas de organizaciones  de mexicanos radicados en Estados Unidos, mismos que le sugerían la conveniencia  de que,  la visita de López  Obrador al vecino país del norte, se pospusiera hasta después del  3 de noviembre. De lo contrario, decían, se interpretará como un espaldarazo  del presidente mexicano, a la campaña presidencial de  Trump.

  El hecho es que hoy, Trump   se enfrenta a un escenario complejo, donde puede perder la elección del 3 de noviembre. Ante esto, el Presidente AMLO y el grupo de los Marcelos, a quien por cierto, López  Obrador pretende entregarle MORENA, saldrían perdiendo.

 Se dice qe Ebrard ya está buscando reuniones en lo oscurito con los del partido Demócrata. Más le vale hacerlo, porque en poco más de dos meses, Trump podría ser derrotado. Y entonces  la política exterior de  México, podría sufrir un vuelco, contrario a  las ambiciones presidenciales  del Canciller.