CRONICAS POLITICAS POR: ALBERTO GUERRA SALAZAR

Hugo Ramírez Treviño, el siniestro rostro del rencor

Nadie sabe explicarse cómo fue que Hugo Ramírez Treviño consiguió el nombramiento como secretario técnico en el Ayuntamiento de Maki Ortiz Domínguez, ni de qué artes se valió para subírsele a las barbas, pero el hecho es que está convertido en su alter ego, el poder tras el trono. El alcaldito, lo llaman sus detractores. Reynosa está gobernado por Hugo Ramírez Treviño desde el año 2016, cumplirá 5 años de ejercer el poder, pero está engolosinado y pretende permanecer al frente del Ayuntamiento, pero ahora en calidad de titular del Cabildo. Existe empero, un conflicto de intereses debido a que Maki está empecinada en hacerse sustituir por su propio esposo Carlos Luis Peña Garza o bien, por su hijo Carlos Luis Peña Ortiz.

De hecho, Carlos Luis junior está en plena campaña de posicionamiento pues con el pretexto de que preside el patronato del DIF municipal, publica cada rato fotografías suyas entregando escobas, cubrebocas, despensas, agua embotellada.

Los dos Carlos Luis usan vehículos blindados de los que entregó el gobierno del Estado a los Ayuntamientos, según Maki, para su mejor seguridad, como si su marido e hijo manejaran dependencias persecutoras de criminales. Hugo Ramírez Treviño tiene el control de las oficinas municipales por su nombramiento como secretario técnico, y más que darles un manejo técnico a su funcionamiento, las usa con fines políticos, especialmente la oficina de comunicación social y la tesorería. Usa Hugo un entramado complejo en el gobierno municipal, para preparar la plataforma desde la cual pretenderá erigirse como candidato en 2021.

Hace tres años, la policía estatal lo sacó esposado del palacio municipal. Fue descubierto cometiendo el delito de falsificación de documentos oficiales, cuando expidió cartas de certificación de residencia en Reynosa, para extender nombramientos de funcionarios, a forasteros.

Pero tiene también otros antecedentes obscuros, desde cuando fungió como sub-delegado administrativo del IMSS en Reynosa. Ramírez sufrió una transformación en el carácter por culpa de los agobios políticos. Siempre ha sido soberbio, orgulloso, déspota, engreído, prepotente, muy pagado de sí mismo, pero ahora se le agregan mal humor, iracundia, mala voluntad, rencoroso. Tiene en su propio partido, el PAN, a un buen número de adversarios, que también tienen la ambición de ser candidatos. La lista la encabeza Gerardo Peña Flores, por si no le toca la nominación a Gobernador.

Y la integran Javier Garza de Coss, Juana Sánchez, Alberto Lara Bazaldúa, Javier Garza Faz, todos ellos diputados locales, además de El Chuma, el que dice que le deben la candidatura. (En 2016, Pancho Cabeza mandó al Chuma a Reynosa a hacer pre-campaña y hasta le pagó la instalación de panorámicos en muchas de las principales avenidas. Sin embargo, Maki les ganó la delantera gracias a las palancas que ella mantiene en la Ciudad de México). Por eso se encoleriza Hugo Ramírez cuando lee, le hablan o escucha mencionar a los prospectos de otros partidos, especialmente de MORENA, que es el enemigo a vencer en 2021, en las urnas. El diputado local Rigoberto Ramos Ordóñez sacó de sus casillas a Hugo, con su invitación a los otros representantes populares de Reynosa, de donar dos meses o cuando menos uno, de sus salarios para gastar el dinero resultante, en apoyos a los damnificados del huracán Hanna. “Si unimos los salarios de los legisladores de Reynosa donde somos 10, podremos comprar muchos muebles como salas, colchones, estufas, refrigeradores, comedores y hasta televisores y línea blanca para donarlos entre aquellos que han perdido su modesto patrimonio”.

Así publicó Rigoberto su invitación en redes sociales. Sin tener vela en el asunto pues no es diputado local, el secretario técnico del Ayuntamiento de Reynosa subió este tuit, con un lenguaje ambiguo, enredado, tortuoso: “Aquella persona que incursiona en la administración pública como segunda opción, e invita a donar su sueldo, de una manera populista, bien sería que donara su ingreso principal, y vivir del salario de su labor pública.

Ese sí sería un buen ejemplo”. Hasta donde logramos entenderle, este licenciado en administración de empresas, propone el disparate de que un funcionario de elección popular renuncie a la riqueza que generan sus empresas personales, que la regale, y viva de lo que le paga el gobierno.

Se necesita tener una mente retorcida, tortuosa, aviesa, sinuosa, para elucubrar tonterías de este tamaño, con el solo afán de distorsionar, sacar de contexto, manchar, una simple invitación a donar dinero en beneficio de una causa popular. Lo que en el fondo asusta a Hugo Ramírez Treviño, es que otros actores políticos adquieran relevancia por sus acciones, ideas, propuestas e iniciativas, y lo hagan ver a él pequeño, minúsculo, insignificante, en el marco de la inminente sucesión municipal fronteriza.