El “señorito fifí” salió del hospital

Cd. Victoria, Tamaulipas.- En la etapa más fuerte de la pandemia que nos
azota, este lunes la maquinaria burocrática estatal comienza un lento retorno a
la “nueva normalidad”.
Las oficinas de gobierno en sus tres poderes, ayuntamientos y organismos
autónomos y descentralizados regresan de sus “vacaciones oficiales”. Luego,
cada semana se irán reincorporando el 15 por ciento del personal hasta
completar el cien.
A cuatro meses y medio de la suspensión de actividades, nadie ha explicado
los beneficios o perjuicios de cerrar oficinas y mandar a la gente a su casa.
Para el ciudadano común las medidas restrictivas no tuvieron ningún efecto
favorable, mas que generar problemas. La pandemia llegó, se estacionó y sigue
causando muertos sin control. Hacen falta explicaciones.
El virus no está domado en Tamaulipas y, con una jefa de Salud que se
esconde, no hay fecha de para cuando pudiera “aplanarse” la curva de
contagios, y menos el comienzo del descenso.
La opinión pública no sabe si, con la emergencia de quedarse en casa,
prohibir actividades económicas, restringir la circulación vehicular o el “toque de
queda” nocturno, amainaron en algo los contagios. La responsable huye de la
prensa y solo emite un boletincito cada día, que no sabe si se publica o no en los
medios masivos.
Hay voces que piden ya la destitución de Doña Gloria Molina Gamboa. Sin
embargo, la experiencia nos dice que no son tiempos de renunciar, abandonar el
barco y dejar a su suerte a los viajeros. Al contrario, debe ponerse las pilas y
apretar más.
Al momento de escribir estas líneas la estadística señalaba 17 mil positivos y
mil 29 muertos, con una tendencia a la alza.
A partir de este lunes, cuidarse de no ser contagiado será responsabilidad
directa de cada persona -chicos y grandes-. A las autoridades responsables, el
problema se les salió de control.
Y hablando precisamente del temible virus, este domingo poco antes del
mediodía el “señorito fifí” fue dado de alta de exclusivo hospital regiomontano, a
donde fue a internarse para recibir tratamiento contra Covid.
“Fui dado de alta del hospital”, comunicó Don José Ramón Gómez Leal,
embajador de AMLO en Tamaulipas, y prometió que, en cuanto su recuperación
se lo permita, “andaré otra vez por todos los rincones”. Es la precampaña por la
gubernatura.
Tiene derecho y posibilidades. Lo mandaron a eso, a “placearse” y utilizar los
programas oficiales como instrumento. Si la decisión interna de Morena se hace
vía consulta a la militancia, el famoso JR se llevará de calle a sus contrincantes

Es el único que visita territorio, todos los municipios, y hasta con gastos
pagados. Trae la caja de las galletas –programas sociales- en la mano.
Tiene la estructura informal mejor organizada de la media docena de
suspirantes. Lo hace fuera del partido, como todos, porque del interior son
capaces de “empinarlo” en cualquier momento.
Permaneció internado desde el domingo 26. Se aventó una semana
completa y está listo para el siguiente contagio.
De los que no se sabe mucho es de los hermanos Verástegui Ostos. El 21 de
julio, César Augusto “Truco” publicó que dio positivo, en tanto que el fin de
semana lo hizo Vicente, diputado federal.
Aparte, mire que a buen tiempo el Gobierno de Tamaulipas creó su propio
Fonden (Fondo de Desastres Naturales) para enfrentar daños causados por
sequías o inundaciones, principalmente.
Es ocasión de activarlo en la situación que vive Reynosa.
Fue creado por decreto gubernamental a mediados del 2019 y, en agosto, se
firmó un contrato de fideicomiso con el Banco Santander. El gobierno depositó
cinco millones 207 mi pesillos para situaciones de contingencia.
Ese dinero sigue ahí. Nadie ha informado si se gastó, aunque la cantidad
debe estar mermando porque el Banco cobra ocho mil mensuales por manejo,
más gastos, honorarios, impuestos y comisiones.
El presupuesto 2020 asignado al Fonden Tamaulipas es de tres millones 267
mil pesos, especialmente para resarcir daños que registre la infraestructura
estatal.
Aparte está el Fonden Nacional. Doña federación aporta el 50 por ciento –
tratándose de equipamiento estatal-, y el Estado la otra mitad.
Entendemos que el recurso no es acumulable, es decir, los 3.2 millones no
se depositan en el banco y la cantidad va aumentando cada año, aunque sí la
inversión inicial que incluso puede “bolsearse” para tratar de ganar intereses… O
registrar pérdidas.
Si usted se pregunta por qué el fideicomiso fue de 5.2 millones, hemos de
decirle que es el diez por ciento de las aportaciones de Tamaulipas al Fonden
Federal en los últimos cinco años, según lo ordena la Ley.
En fin, son reglas federales que nuestra entidad cumple al pie de la letra para
tratar de aterrizar recursos federales, lo cual no es muy fácil porque los daños
por infraestructura (un puente, un hospital, escuelas) solo se pagan una vez y no
cada que llueve.
Para Reynosa ya van dos emergencias “al hilo” en los últimos dos años. La
primera el 27 de junio del 2019; la segunda el mismo 27 de julio pero del 2020.
Lo importante es que la situación de los paisanos de aquella frontera va
saliendo adelante con la ayuda de los tres niveles de gobierno y la sociedad civil.