-Llueven denuncias contra Cabeza pero no van por él
Otros dos medios importantes de información, El Norte de Monterrey y el portal Código Magenta, dieron ayer difusión al caso de los sobornos entregados a legisladores, para que aprobaran sin retobos la Reforma Energética de Peña Nieto, en 2013. Francisco García Cabeza de Vaca está enlistado entre los Senadores que recibieron dinero del gobierno federal, para promulgar esa ley que privatizaba los recursos del subsuelo.
Un delito equiparable a traición a la patria. Ayer en su conferencia de prensa mañanera, el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador opinó que si la fiscalía general de la República confirma la consumación de ese ilícito, es su deber llamar a comparecer a los involucrados. Pancho Cabeza cumplirá en octubre cuatro años de cobrar como Gobernador de Tamaulipas. En ese lapso se han acumulado en su contra un montón de presuntos eventos que lindan en la corrupción. Sin embargo, los dos más recientes delitos imputados son de extrema gravedad, tanto por la cuantía que se menciona, como por el entramado que supone delincuencia organizada, pero no hay indicios de que vayan en búsqueda de los presuntos culpables. Hablamos del soborno que habría repartido entre los Senadores de la época el entonces director general de PEMEX Emilio Lozoya Austin, así como de las empresas factureras a través de las cuales el gobierno estatal panista habría consumado un fraude fiscal.
El periodista Héctor Sandoval, del portal Noticiero de Victoria, subió a redes sociales su más reciente hallazgo que prueba la corrupción galopante del gobierno de los vientos del cambio. Es la copia de una factura emitida por una empresa de Nuevo León, por quinientos mil pesos, pagados por el gobierno de Pancho Cabeza, por servicios de arreglo de jardines y otras áreas verdes, de la casa de gobierno. Saltan a la vista dos graves irregularidades. Uno es el medio millón de pesos que se pagaron por un servicio que no vale tanto, y que emplearon para el caso a una empresa foránea, cuando existen en Tamaulipas muchas firmas del mismo ramo.
Las especulaciones son en el sentido de que se trata de una empresa patito escriturada a nombre de personas que sirven a los intereses de familiares del Gobernador, presumiblemente Ismael o José Manuel. Existen muchas denuncias contra Cabeza y su pandilla, pero no se concretan en tribunales debido a que mantienen un férreo control sobre los poderes legislativo y judicial, de tal manera que los escritos de los afectados se rechazan, se extravían o se congelan. En fecha reciente, Pancho fingió haber contraído el Covid-19, en un intento por recuperar un poco de popularidad, pero resultó contraproducente porque se prestó a chungas, bromas, pitorreos y desprecios. Ayer, Cabeza reanudó su turismo de los viernes y en esta ocasión viajó a Guanajuato con su séquito de aduladores, carga-maletas, guaruras y asistentes, donde se celebró otra de esas inútiles reuniones inter-estatales con el tema del Covid-19.
En realidad, los Gobernadores panistas se reúnen para confabularse y echarle montón al Presidente López Obrador, con el manido tema de la reforma hacendaria y su obcecación de que les den más dinero del pastel fiscal. En el caso de Tamaulipas, es una exigencia que no tiene sentido porque el Gobernador panista ni siquiera tiene programa de obra pública pues en cuatro años de gestión, no ha construido nada que valga la pena mencionar. En ninguno de los 43 municipios del Estado ha hecho Pancho Cabeza obras ni siquiera de relumbrón. Ya va de salida y repetirá la tozudez de Egidio Torre Cantú, de no gastar algunos cientos de millones de pesos, en una obra que perpetúe su nombre. Martínez Manautou modernizó Ciudad Victoria y la transformó de pueblo grande, en una digna capital del Estado, con zonas verdes, avenidas, libramientos, bibliotecas y un majestuoso Centro Cultural. Enrique Cárdenas González hizo de Tamaulipas el granero de México y dio un impulso formidable al progreso y desarrollo de las ciudades, con visitas constantes que se caracterizaban por su cercanía con la gente del pueblo. Se le recuerda a don Enrique con gran cariño en Nuevo Laredo, pues cuando estaba allí almorzaba muy temprano en el restaurante Quinto Patio, en contra esquina del palacio federal, rodeado siempre de amigos.
Américo Villarreal Guerra impulsó y consiguió la construcción del acueducto de la presa Vicente Guerrero, que resolvió por muchos años las necesidades de agua potable a Ciudad Victoria. Manuel Cavazos Lerma se distinguió además de tener muy mal carácter, por ser el Gobernador Constructor, pues modificó el trazo de las carreteras, para hacerlas más anchas, modernas. Tomás Yarrington Ruvalcaba hizo otro tanto en este renglón, pues se le agotó el tiempo a Cavazos y dejó tiradas muchas obras. La ampliación de la red carretera, de la “Y” de San Fernando rumbo a Reynosa y rumbo a Matamoros, fue terminada por Yarrington, Lo mismo hizo en el sur del Estado.