Los diputados también son humanos

CORRESPONDENCIA
Los diputados también son humanos
Por José Luis Castillo
En primer instancia debo decirle que los integrantes de la actual legislatura local y los empleados
del Congreso, también son seres humanos, están expuestos a todo, incluso a contagiarse del
COVID-19, como ya sucedió con un alto funcionario de ese lugar, en donde a pesar de haberse
tomado las medias sanitarias se registró el primer caso de coronavirus, lo cual no deja de ser
noticia, pero hasta ahí.
El cumplir con su deber y con el compromiso que tienen con Tamaulipas, llevó a los legisladores a
realizar una sesión ordinaria, y desahogar los puntos contemplados en el orden del día, temas
claro, suponemos, eran de suma importancia como para reanudar las sesiones, porque hay que
decirlo a pesar de todo, Tamaulipas no debe parar y menos sus autoridades.
Lo que los llevo a encender las alarmas no fue precisamente el contagio de algún diputado o un
empleado menor, más bien fue de un funcionario de alto nivel, hay quien señala que es el segundo
más importante de abordo y aunque eso es lo de menos, lo más importante es que si fue
irresponsable de su parte acudir a trabajar si tenía la sospecha de los síntomas de COVID-19.

Como reguero de pólvora, corrió la información de este hecho que priva en el poder legislativo, en
donde reitero, aunque no deja de ser delicado, era de esperarse si la actividad no para, si están la
totalidad de legisladores, asistentes y colaboradores, pero vamos, todos son seres humanos y
están expuesto a eso, ahora lo que sigue es dar seguimiento y evitar más casos de esta
enfermedad.
Hay que señalarlo que a través de Mariana Mondragón, se había difundido puntualmente la serie
de actividades de sanitización y la aplicación de medidas preventivas de salud, además de la
suspensión provisional de las actividades legislativas que se habían realizado desde a principios de
esta pandemia, para evitar casos de esta enfermedad, sin embargo también hay que decirlo, la
novatez o irresponsabilidad de un funcionario llevo al legislativo a encender el semáforo rojo al
reanudarse la actividad parlamentaria, al resultar positivo.
Esperemos que no pase más allá de un solo caso, que no haya mayores consecuencias, porque
insisto nadie estamos exentos del contagio de esta enfermedad, hay una responsabilidad que
cumplir y al menos los legisladores, por Tamaulipas, por la ciudadanía y por ley, deben cumplir con
este tipo de sesiones aunque la legislación en materia de salud también señala que en estos
tiempos de pandemia, el ordenamiento de esta autoridad es Ley y es aplicable para todos.
Que sigue, pues desde el mismo día que se confirmó el contagio del alto funcionario, se aplican
pruebas de laboratorio para descartar o confirmar la presencia del virus en diputados y
trabajadores del legislativo, que reitero, también son seres humanos y por cumplir con su
responsabilidad y trabajo están expuestos al COVID-19.
Suponemos que para evitar riesgos o más contagios, los legisladores y el personal del Congreso
estatal, deberán de entrar a un receso hasta en tanto pase o disminuya el riesgo de contagiarse de
esta enfermedad que mantiene a Tamaulipas y al mundo en jaque, insisto, puede ser alarmante.