Opinión pública
Siempre hay una primera vez… Y una última
Por: Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Francisco García Cabeza de Vaca solicitó licencia al
Senado para venir como candidato al Gobierno del Estado, y ganó. Más atrás lo
hicieron otros.
Américo Villarreal Guerra y Enrique Cárdenas González (licencia para ocupar
una Subsecretaría de Hacienda) salieron de ahí. Manuel Cavazos Lerma también
pasó por dicha antesala.
La pregunta es ¿cuál será el origen de los candidatos que vienen? ¿cuál del
siguiente Gobernador? ¿otro senador?.
Falta tiempo pero las precampañas son un hecho, están en marcha. Aunque no
lo digan los aspirantes –por temor a recibir sanciones de autoridades electorales-
son una realidad que no se puede soslayar. Digamos que hay “madrugadores” en
los dos principales partidos, PAN y MORENA, que serán los protagonistas de la
gran batalla.
Pero como dice el ranchero, “no por mucho madrugar amanece más temprano”.
Cada vez se fortalece la idea que, en el 2022, el encontronazo será entre dos
senadores: Ismael, el hermano del actual Gobernador, y Américo Villarreal, hijo de
otro ex Gobernador. El primero accedió a la Cámara Alta por la vía de primera
minoría, el segundo de mayoría.
Acción Nacional no tendrá problema, la decisión será local como lo fue en 1998
con Tomás Yarrington Ruvalcaba; 2004 con Eugenio Hernández Flores y en el
2010 con el asesinado Rodolfo Torre Cantú y su hermano Egidio, hablando del
Partido Revolucionario Institucional.
Para 2016 la decisión tricolor vino otra vez de la Ciudad de los Palacios,
Baltazar Hinojosa Ochoa, y el PAN conquistó Tamaulipas.
Está casi garantizado que el partido azul se “estrenará” con un candidato
seleccionado por los grupos políticos locales. No hay otra corriente de contrapeso.
Claro, en política no hay nada escrito no es obligatorio que un senador tenga
que llegar al Gobierno. No es una regla porque hubo elementos de mucha valía
que no pudieron ser candidatos, como Antonio García Rojas, senador petrolero de
Reynosa, y Morelos Jaime Canseco González, de los herederos de la hacienda “El
Cojo” en el municipio de González. Son un ejemplo.
Antes los candidatos “venían de México”, allá se generaban, se “dedeaban”
desde la gran metrópoli. La voluntad presidencial se imponía.
Pero siempre hay una primera vez… Y una última.
Veamos.
En el dominio priísta (partido único ganador) nunca un secretario de Salud
estatal había sido candidato y Rodolfo Torre Cantú lo fue. En la práctica, ya muerto
ganó la elección.

Muy pocos pensaban que Eugenio Hernández Flores, en el 2004 brincaría del
Palacio Municipal del 17 Hidalgo al Palacio del 15 Hidalgo y Morelos. Fue la
primera vez y podría no ser la última.
En el mismo orden, Yarrington era secretario de Hacienda (estatal) cuando el
PRI lo hizo su abanderado al gobierno. Fue el primero.
En 1950, en la sucesión de Raúl Gárate Legleu, este no pudo imponer a su
Tesorero Norberto Uriegas pese a su aparente popularidad. De México enviaron a
“La Grandota” Horacio Terán.
Américo, decíamos, salió del Senado. Le “ganó” la candidatura a Manuel “El
Meme” Garza González, incrustado en el PRI nacional.
Manuel A. Ravizé había sido jefe de la Junta de Mejoras Materiales de Tampico
luego de su paso por la presidencia municipal.
Praxedis Balboa arribó del centro del país. Trabajaba como Subdirector de
Pemex. Emilio Martínez Manautou procedía de la secretaría de Salud federal, en
tanto que Treviño Zapata –luego de presidir la Cámara Baja-, era el “médico de
cabecera” del Presidente Ruiz Cortines.
Hoy, si hablamos del partido en el poder, por primera vez en la línea de
sucesión hablamos que el candidato podría ser un hermano del Gobernador en
turno, inédito en Tamaulipas pero no en otras regiones como en la hermana región
de Coahuila, en el dominio priísta.
Una posible opción “B” sería el coordinador parlamentario del Congreso del
Estado, Gerardo Peña Flores, y hasta el alcalde de Nuevo Laredo, Enrique Rivas
Cuéllar.
Los externos al grupo en el poder andan muy lejos. Aquella secretaria de Salud,
Lydia Madero García, que vino a “curar el sistema” y no los males físicos de los
tamaulipecos, regresó a su tierra, Nuevo León.
La de Reynosa, Maki Ortiz Domínguez, con aparentes problemas de salud, no
tiene ya las agarraderas nacionales del calderonato, y Carlos Canturosas y Leticia
Salazar, más bien tienen un pie en el estribo del caballo morenista.
Otro ingrediente de la sucesión local es que no habrá candidato externo. Saldrá
de entre la militancia.
Así pues, siempre hay una primera vez… Y una última. En política nada está
escrito.
Por lo que hace a la sucesión municipal en Victoria, en el PAN, el síndico Luis
Torre Aliyán recorre colonias para poyar con despensas a familias necesitadas.
Destina el ingreso –sueldo y compe- que le pagan en el ayuntamiento.
Ya comentaremos de precandidatos de otros partidos, donde Morena podría
echar mano de un externo.
Larga, larguísima la sesión del Congreso del Estado efectuada este miércoles,
alrededor de horas en que se presentaron 16 iniciativas, diez dictámenes y
bastante tiempo dedicado a la política, o sea asuntos generales.
La legisladora Guillermina Medina Reyes aceptó desde tribuna que la CFE le
cortó el suministro en su domicilio, y “me pusieron” un Diablito