Qué fácil es soltarse la lengua

Opinión pública
Qué fácil es soltarse la lengua
Por Felipe Martínez Chávez
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Con esos amigos el Presidente López para qué
quiere enemigos.
Alfonso Ramírez Cuéllar ¿líder? de MORENA alborotó otra vez el avispero y
quiso abrirle un frente de batalla más a su jefe, para variar en contra de los
empresarios y aquellos que más ingresos tienen.
Ya no es un niño. El próximo 14 de junio cumplirá los primeros 61 años.
Tampoco es un analfabeta pues comenzó varias carreras universitarias y ha
pasado por diputaciones local y federal.
En ninguna parte de México, ni a los mismos morenistas les cayó bien la
propuesta (no es iniciativa sino una simple carta) del jefe partidista en que pide
ampliar facultades al INEGI para medir los “niveles de riqueza” de los mexicanos.
Según su carta de dos y media cuartillas, el Instituto debe “tener acceso a las
cuentas del SAT y la información financiera y bursátil de las personas” para saber
cuánto tienen y valen ¿con qué objeto? No lo dijo.
Tuvo que intervenir -otra vez- el Presidente para calmar los ánimos entre los
más ricos del país que se sienten agraviados, vigilados y en riesgo de perder su
dinero.
No solo eso, calmó la inquietud de obligar a pagar más impuestos a aquellos
que más tienen, lo que se llama “progresividad fiscal”. Es quitar a los capitalistas
para apoyar a los que menos tienen.
Como partido no le ayuda al inquilino de Palacio Nacional, menos cuando se
acerca el periodo electoral y AMLO está en el candelero de la crítica por sus
embates contra de los dinerosos.
Que alguien nos diga si le cayó bien que las instancias del gobierno –aparte
de Hacienda- tengan acceso a los ingresos y propiedades de cada mexicano, y lo
publiquen.
Este martes López tuvo que dar la cara y señalar la inconveniencia de hacer
las reformas propuestas por Ramírez, el mismo que a finales del 2002 entró
montado en su caballo al mismísimo Palacio Legislativo de San Lázaro, en plena
sesión, cuando encabezaba protestas del grupo El Barzón, formado y liderado por
él. No metió tractores porque no cabían por los accesos.
Con esos colaboradores y amigos, se me hace que la Cuarta Transformación
no llegará ni en uno ni dos sexenios seguidos. López Obrador sigue solo tratando
de hacer historia.
A nivel local, el que quiere hacer historia es Francisco Chavira Martínez, el
empresario de la educación originario de El Mante pero avecindado en Nuevo
Laredo. Ahora encabeza la lucha de los pequeños comerciantes para que se les
permita abrir sus negocios en este ciclo de coronavirus.

En otros temas, persistimos en el seguimiento de si otros municipios han
firmado el acuerdo de coordinación con el Gobierno del Estado, para que sea este
el que cobre el Impuesto Predial por una módica comisión del tres por ciento, y
nada. Inicialmente fueron 25, y nadie más se ha sumado (según el PO del
Estado).
No se anima Matamoros, administrado por Morena, pese a que en 2019 solo
pudo cobrar al 34 por ciento de los causantes.
Para entenderlo mejor hay que decir que el padrón de causantes es (era) de
224 mil 855, pero solo pagaron 139 mil 500. Los demás están en morosidad por
varios años.
Tampoco ha entrado Madero, el otro “grande” gobernado por los morenistas.
En cambio se comprometió Nuevo Laredo, el más eficiente en el cobro con el
44 por ciento en el mismo 2019.
A las arnas neolaredenses ingresaron 114.6 millones de pesos; cumplieron 87
mil propietarios y quedaron “péndulos” 107 mil. Arrastran un rezago de 90 mil
causantes crónicos.
También seguimiento a la propuesta del PRI de “prestar” al Sector Salud los
edificios de sus 32 comités estatales y otras construcciones, en total
aproximadamente 300 para instalar hospitales de atención al Covid-19.
Nadie le ha contestado al líder “Alito” Moreno Cárdenas.
Si le toman la palabra, no quisiéramos imaginar la conversión del pequeño
edificio del boulevard Praxedis Balboa, convertido en nosocomio para atender
coronavirus ¿cuántas camas y equipos caben? ¿cuántas en la casona del CNC
en 17 Rosales?.
Ofreció no solo para casos de emergencia sino para los catalogados “como de
bajo riesgo, ambulatorios, pacientes en recuperación o bajo sospecha de
contagio”. Hablar es muy fácil.
En su baladronada, Moreno dijo que los edificios tricolores pueden ser “zonas
de descanso para médicos, enfermeras y personal de salud” ¿quién le toma la
palabra en Tamaulipas? ¿de descanso?.
Si les dijeran que sí, tengo la seguridad que nadie estaría interesado en ir a
“descansar” al Dos Ceros Boulevard o al 20 Hidalgo, en ciudad Victoria, donde las
versiones del personal dicen que espantan y por las madrugadas se vienen
terribles olores a azufre.
Que fácil es soltarse la lengua. El seguimiento continuará