AUTONOMÍA MONETARIA

Investigación Especial

Lic. Alberto González Káram

 

• Mercado cambiario líquido y profundo con plena convertibilidad y un volumen diario de alrededor de 114 mil millones de dólares

 

• Más de 260 mil millones de dólares de inversión extranjera de portafolio en renta fija y variable

 

El Banco de México se fundó en 1925, con lo cual se cumplen 95 años desde que nuestro país tiene un banco central como único emisor con la finalidad proveer a la economía de moneda nacional y procurar que cumpla adecuadamente sus tres funciones esenciales: 1. Unidad de cuenta, 2. Medio de pago y 3. Depósito de valor.

 

La razón de ser de la banca central como emisor de dinero debe hacerse con prudencia para que los agentes económicos tengan la certeza de que el dinero pueda preservar su valor, sea plenamente aceptado como medio de pago y mantener la estabilidad de precios.

 

Los diversos países han utilizado la emisión monetaria para aumentar la capacidad de pago de los gobiernos y tratar de impulsar directamente el crecimiento, con excepción de aquellos cuya política monetaria es ineficaz por sí misma para influir sostenidamente en las variables reales como el crecimiento y el empleo, así como cuando la política monetaria se usa para estimular el gasto, generando desconfianza en el poder adquisitivo del dinero, provocando episodios inflacionarios y crisis económica.

 

La autonomía monetaria que se aplica en la presente administración pública federal continuará siendo el marco idóneo para la banca central en México, debido que la experiencia y la teoría económica muestran la conveniencia de contar con una institución cuyas facultades e independencia sean suficientes para proveer la estabilidad de precios y del sistema financiero.

 

Es importante destacar que la estabilidad de precios es considerado en la presente administración pública federal como un bien público, debido que en los últimos 6 sexenios federales la inflación afectó el bienestar de la mayoría de la población mexicana al reducir los salarios reales y el valor de todos los saldos y flujos monetarios denominados en pesos, logro crear un ambiente de incertidumbre que afectó la planeación de mediano y largo plazo, se elevó el costo real del crédito y limitó la inversión, resultando un gran y grave afectación a la estabilidad del sistema financiero.

 

La estabilidad de precios alcanzada durante la presenta administración pública federal permitió beneficiar a la mayoría de las familias mexicanas al contar con un nuevo bien público al preserva el poder adquisitivo del dinero, brindar certidumbre a las familias sobre el valor de su patrimonio, con mayores posibilidades de aumentar el consumo y mejorando sus capacidades para planear su futuro, resultando un elemento fundamental del desarrollo que permite a la mayoría de los mexicanos asignar y utilizar de manera más eficiente sus recursos.

 

En la pasada administración pública federal 2012-2018, la política monetaria enfrentó un entorno especialmente adverso e incierto por la baja en los precios internacionales del petróleo y menores volúmenes de producción, debido que México pasó de exportador a importador neto de hidrocarburos, lo que presionó las cuentas fiscales y externas, resultando un menor estímulo monetario y cambios en la integración global, con marcadas tensiones comerciales e incertidumbre externa e interna en la transición del acuerdo comercial en Norteamérica (del TLC al T-MEC).

 

La respuesta de política monetaria en la actual administración pública federal se ha orientado al compromiso de tener una inflación baja y estable, con niveles alrededor de su meta del 3.0 por ciento anual, manteniendo un mercado cambiario líquido y profundo, con plena convertibilidad y un volumen diario de alrededor de 114 mil millones de dólares y en el que más del 80 por ciento se intercambia entre contrapartes extranjeras, convirtiendo al peso mexicano en una moneda global y más de 260 mil millones de dólares de inversión extranjera de portafolio en renta fija y variable.

 

Los resultados en los últimos ocho meses han permitido la reducción en 5 ocasiones su tasa de interés objetivo de 8.25 a 7.00 por ciento, considerando que la inflación general disminuyó y sus perspectivas se ubican alrededor de su meta del 3.0 por ciento anual, en el horizonte en el que opera la política monetaria y la holgura en la economía se ha ampliado, logrando que las curvas de rendimiento externas e internas se han reducido, si bien con episodios de volatilidad en la última semana provocada por la reducción del precio internacional del petróleo.

 

El buen funcionamiento de los sistemas de pagos permite al ciudadano realizar sus transacciones económicas y financieras de manera ágil y segura, debido que la innovación tecnológica ha permitido alcanzar desarrollos muy significativos en materia de pagos con amplios beneficios sociales, logrando liquidez a las operaciones en tiempo real las 24 horas del día los 365 días del año, destacando los nuevos servicios del Código Digital (CoDi) que permite hacer transferencias electrónicas en segundos a través de teléfonos inteligentes, códigos QR, tecnología NFC e internet todos los días del año y a cualquier hora, obteniendo como resultado más de 2.2 millones de cuentas y se han realizado más de 260 mil operaciones.

 

La pandemia del coronavirus (COVID-19) ha impuesto retos significativos para la economía mundial y nacional, debido a las afectaciones a las actividades económicas mundial y nacional, provocando en la oferta la presencia de interrupciones en las cadenas globales de suministro, especialmente en la producción manufacturera, mientras que por la demanda el gasto se verá afectado por las medidas de previsión y precaución tanto de los consumidores como de las empresas, impactando la inversión y el consumo.

 

Las afectaciones por riesgo a nivel global continuarán presionando a los tipos de cambio y tasas de interés de economías emergentes, mientras que los mercados nacionales estarán sensibles a la propagación del coronavirus al presentarse caídas en los precios internacionales del petróleo por la falta de acuerdos entre los principales países productores ante un posible incremento en su oferta.

 

La política económica tendrá implicaciones en los mercados financieros globales y nacionales que han mostrado una marcada volatilidad en la última semana, siendo tomadas una serie de medidas adecuadas, correctas y oportunas que permitieron incrementar el programa de coberturas cambiarias 20 a 30 mil millones de dólares, se procedió a la subasta de coberturas cambiarias por 2 mil millones de dólares y el intercambio de valores gubernamentales como los bonos a tasa fija por Certificados de la Tesorería (Cetes) a un año y Bondos de Desarrollo (Bondes D), mientras se continuarán evaluando las condiciones de los mercados financieros y la economía nacional.