DESDE LA VILLA TURÍSTICA DE NUEVO PROGRESO


POR: RAFAEL GARCÍA BARAJAS


 

EN POLÍTICA, A muchos políticos el poder los enloquece, a otros los apendeja, porque el poder es como los explosivos, si no los tratas con cuidado te estallan.

En Río Bravo, Tamaulipas, el finado Juan Antonio Guajardo Anzaldua, no fue la excepción, al desaparecido Alcalde le explotó la bomba, cuando ordenó encarcelar a un funcionario de primer Nivel del Gobierno de Cavazos Lerma.

A tal grado que un juez le obsequió una orden de aprehensión, por haber enchironado al funcionario de finanzas del estado, junto con sus escoltas.

Gracias a una licenciada de apellido Valdez Rocha, que trabajaba impartiendo justicia, alerto a su amigo Juan Antonio, y este le puso  a la corrida para el lado americano(Mcallen Texas) donde se escondió hasta que negoció con el Gobernador bailarín y enamorado.

 

Carlos Ulivarri López, no canta mal las Rancheras, el poder no lo ha sabido manejar, pues ya está desocupando personal de la casa del pueblo, y el presupuesto de este año ya lo desapareció y apenas estamos en septiembre.

En  la Turística Villa de Nuevo Progreso, la ciudadanía está inconforme, pues dos calles  que pavimento el municipio, en menos de un mes, la lluvia descubrió que las obras eran chafas.

A tal grado que ya se están organizando para pavimentar las calles que se encuentran destrozadas por la lluvia, junto con las anteriores que el municipio había arreglado.

Como epilogo es preciso recalcar que el poder, no lo sabe manejar este presidente municipal de Río Bravo, y ya le estallo el primer petardo.