Reynosa muere, otro día triste para la comunidad

 

Padres, compañeros de estudio y amigos dieron el último adiós a Jesús Antonio


Por René Gutiérrez G.

El día de ayer en punto de las diez de la mañana, sus padres, compañeros de estudio y
amigos de Jesús Antonio se dieron cita en una funeraria del bulevar Hidalgo, para velar las
últimas horas a su compañero Jesús Antonio y después darle su último adiós en el parque
funeral de la misma funeraria.

Como recordamos, Jesús Antonio pereció la tarde del lunes en los patios de la
secundaria técnica número 60, donde estaba a pocos días de egresar de la misma e
ingresar a una escuela preparatoria, donde, ya había presentado su examen de admisión,
pero el destino le tenía preparada una mala jugada y ahora se encuentra en la gloria del
Todopoderoso.

La muerte de este joven estudiante a punto de cumplir sus 15 años de edad, caló en lo
más profundo del corazón de esta comunidad bañada en sangre, donde además de ese
estudiante, han perecido bajo fuegos cruzados, menores, amas de casa, padres de familia,
jornaleros, campesinos, personas de la tercera edad y nadie hace nada, sin embargo,
aseguran, que en “Reynosa, no pasa nada” e incluso, en una junta de gobernadores de los
Estados de Tamaulipas y Nuevo León, el de este último estado, decía que en las carreteras
de Tamaulipas, no pasaba nada y días después en comunicado a sus comunitarios de
aquel estado regio, decía lo contrario, advirtiendo a los nuevoleoneses que nos e
aventuraran a llegar a Reynosa por el peligro que acecha en esta ciudad y sus alrededores.

Jesús, apenas en marzo había cumplido 15 años, cursaba el tercer grado, era un joven
con muchas inquietudes, de origen muy humilde, tenía dos hermanas, una tierna noviecita
y muchos sueños por cumplir; como seguir estudiando, después graduarse en una carrera
profesional, trabajar muy duro para revertir la pobreza, casarse, tener hijos y ser muy feliz
al lado de su madrecita, pero el destino y las circunstancias violentas de una guerra que la
sociedad no declaró a nadie, le tenían una mala jugada.

La mañana de este miércoles, decenas de personas adultas, pocos compañeros de la
escuela, porque sus padres no se atrevieron a dejarlos ir a panteón y su director Alejandro
Arellanos Galván, no se quiso responsabilizar de ello, lo acompañaron en la capilla de
velación de Inhumaciones Español y de allí partieron al parque funeral Gayosso, donde lo
despidieron con la marcha de la banda de guerra y después el triste cantar de un dueto
regional que acudió hasta el pie de su sepulcro y que abrió su concierto con “Te vas Ángel
Mío”

Descanse en paz Jesús Antonio Hernández abatido dentro de la institución donde
estudiaba la tarde del lunes pasado.