TESTIGOS DE PALO
Como periodistas, a los de mi generación nos tocó ir a Burgos,
Tamaulipas, para poner en marcha la explotación gasífera más
importante de la historia y el país, con la famosa Cuenca que lleva el
nombre del municipio limítrofe con Nuevo León.
El Presidente de la República en turno vino, para confirmar que en
efecto, los yacimientos del combustible en el subsuelo no tenían
división fronteriza y finalmente, aunque con varias décadas de
retrazo, iba a sacarse aquí lo que tenia tanto tiempo explotándose en
Texas.
Habría gas para dar y repartir, para cubrir el consumo nacional y
hasta para exportar al extranjero, se dijo entonces, y enseguida vino
el crecimiento y construcción de termoeléctricas, en Río Bravo, Valle
Hermoso y Altamira que iban a aprovechar la abundancia y cercanía de
esa materia prima.
Con otro Presidente también estuvimos en la inauguración de la
Termoeléctrica de ciclo combinado en Altamira, dando cobertura al
cumplimiento de las bondades aquellas.
Camino de Monterrey a Reynosa, circunstancialmente me tocó ser testigo
de la dantesca conflagración en la principal planta procesadora del
gas de la Cuenca de Burgos, en una explosión que nunca se aclaró para
la opinión pública en su contexto.
Otros imponderables acompañaron los primeros años de operación de ese
sistema y finalmente trascendió que los rendimientos anunciados, con
sus reservas, resultaron mucho más raquíticos a las proyecciones
anunciadas y los niveles de eficiencia hacían más caro producir el gas
en México, que comprarlo a los vecinos del norte.
De la apertura a la inversión extranjera en la explotación de
hidrocarburos y la generación de enería, también Tamaulipas fue
pionero protagónico, mucho antes de que se aprobara la mentada Reforma
Energética.
Fueron precisamente las empresas europeas las que entraron por
Altamira en las plantas aquellas y una brasileña, se decía, habia
ganado el “contrato de servicios” -como inicialmente se llamó a esas
concesiones-, para explorar y extraer hidrocarburos en esa zona del
Valle de San Fernando, hasta Reynosa y Río Bravo.
La estocada a la empresa petrolera del Estado mexicano se dio, entre
no pocas complicidades, a la luz de la decena trágica, en la primera
década del milenio, cuando “la delncuencia” suplantó al gobierno como
“recaudador de rentas” y explotador de los bienes públcos.
Si los funcionarios y empleados de PEMEX aprovechaban coyunturas para
saquear la empresa, entre mantos de impunidad al manifiesto
huachicoleo institucional, los grupos proscritos secuestraron,
pusieron a cuota y dispusieron de la producción desde los pozos de
extracción, hasta las mezclas con queroseno de contrabando para
comerciar combustibles adulterados, hasta la exportación ilegal de
crudo robado a refinerías y petroquímicas texanas.
De ida y vuelta por los puentes internacionales cruzó el saqueo
impune; los medios documentan hasta el regreso a los propietarios, de
los pocos camiones cisterna -entre tantos circulando- que llegaron a
ser incautados infraganti, con la sangría a PEMEX.
Pero los medios no son autoridad y los señalamientos que se siguen
haciendo contra tantas “buenas conciencias” de la sociedad
contemporánea, cuyas fortunas descansan en la quiebra nacional,
regularmente son remitidos a “envidias” o “motivos políticos”.
Pobre México, tan lejos de Dios… se sigue diciendo.
Ciertamente, como dice el Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR, el
gran problema nacional, en ese y otros rubros de la vida pública
doméstica, es la dependencia del extranjero.
Entonces, la solución será la autosuficiencia en áreas estratégicas,
quedará claro, como en el caso del gas, que ahora se corta en el envío
de Texas a México, porque el temporal aumentó la demanda y mermó la
producción allá, además de congelar las líneas conductoras.
Ahora ese es el motivo, pero en siendo una substancia no renovable,
luego vendrá el agotamiento de las reservas que igual impondrá
priorizar el consumo interno.
“Tenemos un problema Houston”… ¿tenemos las soluciones México?
No podemos seguir remitiendo a la agenda electoral el ritmo del debate
público; las soluciones internas imperan el concurso de todos los
actores políticos, económicos y sociales; sin patria, no tendrán uno
ni otros, qué seguir peleando.
A la diputada local priísta y precandidata panista a la alcaldía
neolaredense, YAHLEDEL ABDALA CARMONA, le fue como en feria en las
redes sociales, cuando, trató de endosar culpas y reclamar por el tema
de los apagones.
¿Para qué contesta?; hay veces que tirar la piedra y esoconder la mano
resulta ineitable.
Desde Victoria capital, en el sistema virtual imperante por la
Pandemia, rodeado de sus principales colaboradores, el Rector de la
Universidad Autónoma de Tamaulipas, JOSÉ ANDRÉS SUÁREZ FERNÁNDEZ,
presidió la sesión anual del patronato.
Como es tradición, en esta se aprobó el ejercicio presupuestal del
ejercicio del año anterior y los recursos a ejercer durante el
presente ejercicio, destacndo el aval al correcto manejo de los
recursos en el Alma Mater.
Los miembros del patronato, como los funcionarios universitarios,
aprovecharon para rendir homenaje pósumo a don CARLOS DIEZ-GUTIÉRREZ
COLEMAN, representante del centro del Estado en ese cuerpo colegiado,
quien el año pasado perdió la vida.
Por su parte, el Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, en
reunión de trabajo celebrada con productores del campo en Reynosa,
anunció que su administración destinará recursos propios para apoyar a
los damnificados de las heladas en sus cultivos.
El ciclo agrícola otoño-invierno, que es el principal en la entidad,
apenas estaba en periodo de siembras cuando se vino el temporal,
“qquemando” las plantas que apenas estaban brotando.
La administración estatal aportará una parte del costo de las
semillas, para que los campesinos puedan resembrar, principalmente
maiz y sorgo, independientemente de las gestions que puedan coronarse
ante el gobierno federal para que también le entren con más recursos,
les dijo.
Paa estos días se esperaba otro bajón en las temperaturas, hasta
llegar a puntos congelantes, predominantmente en la zona norte del
Estado que es precisamente donde se encuentran las más grandes
extenciones abiertas al cultivo.
Fuera de los campesinos, la población en general debe seguir tomando
las previsiones debidas, a fin de protegerse de esas bajas
temperaturas, con todas las amenazas a la salud que significan.
En la típica picardía mexicana, ya circulan mensajes como que “¿cuándo
vamos a regresar a la tranquilidad de la pandemia?”