La “mano pesada” de Gerardo Peña
Cd. Victoria, Tamaulipas.- La respuesta llegó de donde no se esperaba: El
diputado Gerardo Peña Flores, Coordinador Político del Congreso del Estado.
Con palabras “fuertes” respondió al senador morenista Américo Villarreal
Anaya, quien apenas en la víspera, a través de un video y nota informativa, se
dedicó a criticar y señalar a la administración estatal por la gestión de un
préstamo de cuatro mil 600 millones de pesos.
Siempre sosegado en sus opiniones, extrañó la actuación de Américo,
elemento de la 4T que trabaja en la construcción de una candidatura al gobierno.
Nadie del equipo en el poder reaccionó con rapidez, ni del partido ni los
diputados federales emanados, alcaldes u organizaciones afines.
Bueno, pareciera darse un acuerdo tácito de Peña con Luis “Cachorro” Cantú,
el jerarca azul, de este dar “marcaje” personal a quien por largos meses ha
recorrido Tamaulipas exhalando sapos y culebras, Alejandro Rojas Díaz Durán,
aspirante nacional a la jefatura de Morena.
Luis René le contestó “en terreno” (lo calificó de corrupto y vividor) y aquel
cerró la boca.
Gerardo tiene la “mano pesada”.
Ya decíamos, fuerte la respuesta a nombre del equipo. Lo tilda de mentiroso
respecto a un presunto envío de 734 millones del gobierno federal a nuestra tierra
para combatir el virus.
Un día antes el Gobernador había declarado que llegó esa lana pero
corresponde a la participación federal en el convenio del Insabi. Nada
extraordinario.
De hecho, el manejo de esa información tiene varios días en redes y parece
haber salido de Palacio Nacional, de una “mañanera”. La replicaron jefes de
Morena.
La “dosis” de Gera alcanzó a los diputados federales del pejismo en
Tamaulipas, que “ni pichan, ni cachan ni dejan batear”.
Como despedida, Peña Flores le deja caer a Américo la sentencia: “Para tener
la lengua larga, hay que tener la cola corta”.
Quedan varias interrogantes sobre el asunto, pero hay una que vale la pena
apuntar ¿contestará el senador?.
En otro asunto, suena macabro pero la permanencia del partido Morena en el
poder dependerá de cuantos muertos “caigan” por coronavirus en la temporada, y
la rapidez en la recuperación económica.
Si al final del día hay “muchos” muertos, el Presidente López habrá perdido la
primera gran batalla en contra de los “conservadores”, ahí donde mete a grandes
y pequeños empresarios, a priístas, panistas y hasta comunicadores.

Al contrario, si la cifra de cadáveres es baja, podrá presumir que sus
“métodos” fueron más efectivos que los recomendados por sus contrincantes (ya
enemigos).
Según el jefe nacional del ejército contra el Covid-19, Hugo López-Gatell, el
virus podría infectar a 78 millones de compatriotas, lo que sería el gran desastre,
es decir, alrededor del 60 por ciento de los 130 millones de mexicas.
Necesitarán hospitalización 500 mil personas y morirán –bajita la mano- 12 mil
500.
El “consuelo” es que “se irán” los más viejos, aquellos de 60 o más años que
ya tienen una escasa vida productiva.
Son datos reales.
Igual en Tamaulipas, como lo confirma el médico Juan Enrique Liceaga
Pineda, presidente de la Comisión de Salud del Congreso del Estado, habrá un
mínimo de 700 y un máximo de tres mil fallecidos, según la respuesta de la
población a cuidarse de los contagios.
Hasta más de dos millones de paisanos (60 por ciento) podrían contagiarse
del virus, sin que signifique que todos pararán en el hospital. En los siguientes
meses prácticamente no quedará familia que no haya sido víctima del Covid en
alguno de sus miembros.
Según el resultado final de las estadísticas, la pandemia decidirá el futuro de
algunos de nuestros políticos (cuerudos) en vigencia, independientemente del
color en que militan.
Si nos “va bien” en esta batalla contra la enfermedad, el partido en el gobierno
no tendrá ningún problema para ratificar el triunfo en las dos elecciones que
vienen, las del 2021 y 2021, importantes ambas porque se van a renovar los
poderes Legislativo y el Ejecutivo, respectivamente.
Ese lado macabro debe conjuntarse con la recuperación económica, misma
que no será inmediata sino a largo plazo, tal vez dos o tres años. Es donde
entrará el dinero del préstamo ahora solicitado en nuestra entidad, para reactivar
el movimiento comercial.
Antes de irnos, en plena pandemia, una buena y una mala de AMLO para con
los patrones que cotizan al IMSS.
La buena: Pueden diferir hasta 48 meses (cuatro años) el pago de una parte
de las cuotas (hay que “caerse” de inmediato con el 100 por ciento de la obrera y
el 20 de la parte patronal). Digamos que, por cada 200 pesos, tendrán créditos
por 80.
La mala: Se les cobrarán intereses por esa mora de hasta 1.82 por ciento
mensual. ¿En dónde quedó el beneficio?. De todas manera Juan de llamas.
De plano los que se fueron de vacaciones son los priístas. El jefe estatal,
Edgardo Melhem Salinas se reporta en redes fumigando los naranjales de su
rancho y haciendo otras tareas rurales.
Previamente declaró “arreglado todo”. Los aspirantes a líderes municipales,
seccionales y consejeros locales y estatales, ya entraron en funciones.