-Los Mayos piden a Omar García Harfuch que despliegue su fuerza en Culiacán
-Mediante volantes lanzados de avioneta denuncian al gobernador Rubén Rocha Moya
-Escisión del Cártel de Sinaloa tiene colapsada la economía de esa entidad federativa
H. Matamoros, Tamaulipas.-Derivado de la pugna entre dos grupos delictivos antagónicos
en el estado de Sinaloa enfrentados en encarnizados combates desde septiembre pasado,
la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana analiza si implementa el Operativo
Enjambre, en el municipio de Culiacán.
Lo anterior luego que desde una avioneta se lanzaron volantes denunciando presunta red
de corrupción del gobernador RUBÉN ROCHA MOYA y el presidente municipal de Culiacán,
JUAN DE DIOS GÓMEZ.
Las autoridades policiales presumen que la denuncia proviene del grupo delincuencial Los
Mayos quienes intentan aniquilar en la capital sinaloense a Los Chapos, luego de que el
panfleto se observan las iniciales MF que estarían asociadas al hijo de El Mayo ZAMBADA,
apodado “Mayito El Flaco”.
Como es del dominio público, el secuestro de ISMAEL ZAMBADA en México y arresto en
Estados Unidos provocó una escisión en el Cártel de Sinaloa y colocó en esquinas
encontradas a los familiares de El Mayo y JOAQUÍN GUZMÁN.
Tras casi cuatro meses de combates sin que la balanza se incline hacia uno u otro lado, Los
Mayos decidieron utilizar el recurso del volanteo aéreo para denunciar la complicidad del
gobierno de ROCHA MOYA con los hijos de GUZMÁN.
El escrito que cayó del cielo en distintas regiones de Culiacán denuncia e identifica con
fotografías a funcionarios y parientes del mandatario estatal de presunta complicidad con
Los Chapos.
Los parientes cercanos del gobernador RUBEN ROCHA MOYA denunciados en el volante
son su esposa, ALEJANDRA SOFÍA VALADÉS y sus hijos JOSÉ, ENEYDA y RUBÉN ROCHA
RUIZ.
ENRIQUE DÍAZ VEGA, ex secretario de Administración y Finanzas y JOSÉ PAZ LÓPEZ,
alcalde de Badiraguato, a decir de Los Mayos, también son cómplices de sus rivales.
Llama la atención que el texto del panfleto solicita al titular de la Secretaría de Seguridad y
Protección Ciudadana, OMAR GARCÍA HARFUCH, que implemente en el municipio de
Culiacán, Sinaloa, el Operativo Enjambre que se realizó en el estado de México.
Sobra decir que se antoja punto menos que imposible que la secretaría de Seguridad
federal lleve a cabo una movilización similar orientada a debilitar las finanzas y logística
del grupo delictivo que tiene su centro de operaciones en la capital de esa entidad del
Pacífico mexicano.
Cuestión de analizar que las acciones coordinadas y desplegadas por la Secretaría de
Seguridad Federal, la Marina Armada de México, la Guardia Nacional y la Secretaría de la
Defensa Nacional han logrado pacificar esa región.
A pesar de que el gobierno estatal y la Cuarta Transformación insisten en minimizar y
focalizar la violencia en aquella entidad federativa como consecuencia de la escisión del
Cártel de Sinaloa, lo cierto es la lucha encarnizada ha colapsado la actividad económica,
social, laboral y financiera de los distintos sectores productivos.
Cabe señalar que la Operación Enjambre del gobierno federal no se centra en la
localización y detención de los líderes delincuenciales y, en cambio, está orientada a
proceder en contra de los funcionarios que les brindan protección.
Como resultado de esa acción coordinada que se llevó a cabo el 22 de noviembre en el
estado de México, permanecen en prisión y sujetos a proceso jurídico siete funcionarios
locales, incluyendo la alcaldesa del municipio de Amanalco.
En aquella ocasión, un jefe policial decidió quitarse la vida al dispararse en la cabeza con
su arma de cargo al momento en que las fuerzas federales se aprestaban a arrestarlo por
su presunta complicidad con integrantes del cartel Familia Michoacana.
El Operativo Enjambre generó una expectativa favorable entre la población tras
considerarse que el inicio en el estado de México sería el comienzo para extenderse en
otros municipios del país. Sin embargo, todo parece indicar que se trató de “una
llamarada de petate” con dedicatoria para halagar al gobierno estadounidense.
Hasta el momento se desconoce si el Operativo Enjambre inhibió las actividades ilícitas
como la extorsión y cobro de piso que exige el cártel de la Familia Michoacana a cada
persona que se dedique a una actividad comercial.
Por otra parte, el recuento oficial de daños indica que tras alrededor de 100 días de
intercambio de fuego entre los grupos rivales y enfrentamientos de estos contra las
fuerzas del orden se han registrado 650 asesinatos, 200 detenciones y el decomiso de 957
armas de fuego de uso exclusivo del Ejército Mexicano.
Lo malo del caso es que, al menos a mediano plazo, no se vislumbra la pacificación en el
estado de Sinaloa.
Ni hablar.
DESDE EL BALCÓN:
I.-Si bien es cierto que el Operativo Enjambre tiene como objetivo principal debilitar a los
grupos delictivos mermando la protección de los gobiernos locales, también es cierto que
resulta prácticamente imposible llevar esa movilización de fuerzas federales a todos los
rincones de la república mexicana.
Y hasta la próxima.
mariodiaz27@prodigy.net.mx