Sin acarrados ni “compra” de votos
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Salvo que no hubo incidentes de mayor cuantía,
no hay mucha noticia de la elección. Todo “normal” según lo esperado.
Poca concurrencia a las urnas, ciudadanía desganada ante un proceso
extraordinario que tampoco nunca se había presentado en Tamaulipas, y
partidos y candidatos, además del árbitro, que no encontraron el punto
motivacional que generara votos.
No mucho que cantar, decíamos, fuera de la tranquilidad también ya
esperada. Ni presiones ni coerción al voto luego que no hubo la “operación
piscacha” de 500 pesos por sufragio, de autoría de “ingenieros” azules.
El presunto secuestro –ocurrido el 2 de febrero- del supervisor electoral
Jesús Iván Romero Velázquez, Distrito 4 Matamoros, del cual hizo
escándalo el INE, fue localizado por autoridades estatales. No estaba
privado de su libertad sino que andaba de parranda en una cantina.
Más tarde el propio árbitro emitió un comunicado “congratulándose” y en
disposición para esclarecer los hechos ¿despidió al empleado?.
Este día de la jornada fue hasta las 12:45 horas cuando el órgano emitió un
boletín señalando que el ausentismo de los funcionarios fue la causa principal
de la tardanza en recibir votaciones
Hasta 864 personas –informe de las 14:30 horas- fueron tomadas de la fila
para hacerse cargo de funciones de casilla, de ellos 30 presidentes y 160
secretarios, algo sin precedente también.
En la práctica fue un gasto infructuoso. Se instalaron 4,777 casillas que
provocaron la movilización de 33 mil 500 funcionarios, muchos de ellos
designados de última hora porque los originales no se presentaron.
Cifras oficiales dicen que en ninguno de los 9 distritos acudieron completos
los originales. La mayor concurrencia fue en El Mante con el 93.3 por ciento; la
más baja en Nuevo Laredo con 61.4.
Fue la principal causa de no instalarse a tiempo a partir de las ocho de la
mañana. Pero todas abrieron, tarde o temprano.
Dentro de esa “normalidad”, a un promedio de 30 personas –dice el
informe- se les permitió votar sin estar en la lista nominal. Nada grave, no
representaron una tendencia de irregularidades programadas.
Evidente baja votación ¿causa? No puede ser falta de presupuesto. Los
“topes” de campaña fueron casi los mismos al proceso del 2018, poco más de
12 millones de pesos, a diferencia de los aspirantes a diputados a los que se
autorizaron 1.4 millones.
Está visto que la ciudadanía no le tiene confianza en los órganos
electorales, en este caso el INE, de que su voluntad será respetada.
No motivaron los 1,677 observadores que según estuvieron atentos, aparte
de representantes extranjeros de seis países para dar “testimonio”.
De nada sirvieron los 60 mil “impactos” de gorra en radio y televisión que
dice el INE que difundió invitando a la gente a votar, algunos especialmente
dirigidos al extranjero, donde la abstención es enorme.
Los contendientes registraron hasta 26 mil 800 representantes de casilla,
pero tampoco asistieron todos. Ya no les dieron los 3 y 4 mil pesos que
acostumbró el PAN en las últimas dos elecciones.
Quien más acreditó fue Morena con 4,515 casilleros, arriba del 96 por
ciento. Al PRD le pasó de noche con cero. A los azules le faltó nombrar a
representantes en 996 casillas.
En última instancia el árbitro acusó que le faltó tiempo para organizar la
elección. Con eso se quita la “barra”.
El Gobernador Américo Villarreal votó en la casilla 1593, fraccionamiento
Las Palmas, en instalaciones de la Universidad Pedagógica Nacional, que
corresponde a su domicilio particular. Ahí lo hizo cuando fue candidato en junio
del 2022, en que ganó la gubernatura.
El sábado Américo estuvo en Nuevo Laredo y Laredo, Texas, como invitado
especial a las fiestas de la hermandad de ambas ciudades, en que el galardón
“Señor Internacional” le fue entregado al embajador de México en EEUU,
Esteban Moctezuma Barragán.
Destacó el ejecutivo que a Los Dos Laredos los une una hermandad y el
comercio como no se da en ninguna otra parte de las fronteras.
Participó igual el dirigente nacional de Morena, Mario Delgado Carrillo,
quien al día siguiente, domingo, estuvo dando seguimiento al desarrollo de la
elección extraordinaria.
Volviendo con la jornada, los mayores incidentes aparecen en Victoria. La
votación de una urna contigua se estuvo depositando en la básica porque a la
presidenta se le “olvidó” el material en su casa. Fueron por ella y arreglado.
El otro, que un ciudadano llegó pero no estaba en la lista nominal. Se enojó,
aventó la boleta y con palabras altisonantes dijo que se llevaría la urna, lo que
no hizo.
Fuera de estos incidentes ordinarios, a las cinco y media de la tarde que
cerrábamos estas líneas no había reportes de incidencias mayores. En cuanto
a seguridad, todo en paz, ni robo de urnas ni boletas o “compra” de votos.
Por primera vez una elección sin acusaciones de coacción, acarreos,
dádivas en efectivo, “prueba” de fotografía, presiones de jefes del Gobierno
sobre sus empleados y la lista de diez “invitados” a las urnas.
Veremos como se desarrolla el PREP y finalmente los resultados oficiales.
Por ahora hay que destacar la civilidad del proceso, sin alteración de la paz
pública. Lo demás son minucias
Silencio sepulcral del innombrable
Y aquel que les platiqué, el innombrable, muy
afecto a las redes sociales, esta vez guarda silencio sepulcral sobre la
derrota de su pupila al Senado.
Pasan los días y ningún comentario. Mudo igual el hombre de su
confianza, Gerardo Peña, todavía diputado federal.
Ellos ¿quién más? decidieron sobre la candidatura, inhibieron la
campaña, tiraron la toalla cuando sabían que no ganarían. No le metieron
dinero ¿para qué?.
Fuera de una tímida declaración de prensa, el gerente estatal celeste,
Luis René Cantú, no ha escrito una línea de la derrota. Perdieron con
diferencia de más de 290 mil votos, en una elección en que la participación
ciudadana fue en promedio del 22 por ciento.
Menos ha tomado la palabra el otro eslabón, el del sur, César Augusto,
poco acostumbrado a los medios electrónicos.
Son los culpables de la derrota panista y los reclamos hacia el interior no
se hacen esperar. Las corrientes quieren una limpieza total, barrer la basura
que heredaron los Cabeza, comenzar de cero para tratar de alcanzar la
confianza ciudadana.
Primero tendrían que pedir perdón al pueblo de Tamaulipas por tantos
males que hicieron, que no lo harán por el orgullo que se cargan. Les
espera un futuro de derrotas.
Con su candidata Imelda Sanmiguel no ganaron uno solo de los 9
distritos electorales federales y 22 locales. Los arrolló un tráiler guinda y el
escenario pinta para repetirse en el 2024.
Sin líderes visibles, estructura ni simpatizantes –los afiliados son un
puñado-, para junio del 24´ podrían perder hasta el registro.
Francisco Javier no dejó crecer cuadros, desalentó la participación
interna y reprimió a las voces discordantes como Carlos Canturosas y
Leticia Salazar Vázquez, por señalar los ejemplos de Nuevo Laredo y
Matamoros, sin olvidar a Maki Ortiz, de Reynosa.
Un somero análisis nos permite saber que no tienen figuras ni estructura
como para ganar senadores el año venidero, diputaciones ni presidencias
municipales. Todo perdió el PAN. No le irá bien.
Incluso cayo el mito “Chucho” Nader, alcalde de Tampico, del cual tanto
presumió el partido azul por el control que llegó a tener sobre el “voto duro”
en las colonias proletarias ¿con qué cara va a exigir la próxima candidatura
al senado? (la de varón). Era el orgullo del grupo compacto.
Para que Don Cachorro Cantú, jefe estatal celeste, le vaya tanteando el
agua a los camotes, en el municipio porteño su partido conquistó 18 mil
ciudadanos frente a 34 mil guindas.
Y el ex candidato al gobierno, Truko Verástegui, no tendrá cara para ir a
exigir la candidatura –senador- cuando casi pierde su municipio, y entregó a
Morena la capital cañera, El Mante.
Otros del cuadro chico perdieron en las elecciones del 2021, como es el
caso de Enrique Rivas Cuéllar, ex alcalde de Nuevo Laredo, y Arturo Soto
Alemán, en Victoria. Mordieron el polvo cuando iban camino al Congreso del
Estado.
En el afán de ganar (numéricamente) posiciones pidieron prestados
candidatos ¿son de ellos Yahleel Abdala Carmona y Oscar Almaraz Smer?.
No aparecen como militantes y, si saben que van a perder, lo más probable
es que pongan pies en polvorosa. Son gente convenenciera.
De otros ex priístas, seguro que Checo Guajardo y Tino Sáenz no
querrán saber nada del PAN en las diputaciones federales -o locales-. La
lana del gobierno de acabó.
Por cuanto a los municipios, ya no se prestarán tricolores que llegaron a
comer de la mano azul como Lupe Saucedo, en Jiménez, o Saúl Muñoz, de
Tula.
Ya para cerrar el tema ¿cómo van a impugnar una elección que
perdieron con diferencia de 290 mil votos?. No es menos del uno por ciento
sino ¡del 300!.
El Gobernador Américo Villarreal sostuvo este martes conferencia de
prensa. Hizo un resumen de la gestión y realizaciones en obra pública que,
en los primeros meses de su gobierno, ya son una realidad.
Recordó las palabras de López Obrador, allá por los inicios del sexenio,
cuando dijo que “nos dejaron un elefante echado, reumático y mañoso”, en
referencia al gobierno.
Pasó lo mismo en Tamaulipas donde “el elefante se ha levantado”, y
poco a poco la 4T avanza con obras y acciones de proyectos de inversión
autorizados y en marcha por 28 mil millones de pesos, una cifra histórica
“como nunca antes”.
Mencionó desde la Aduana de Nuevo Laredo (oficinas centrales) al
Puerto del Norte (Matamoros), líneas de conducción de la CFE,
construcción de hospitales y obras hidráulicas.
Aparte, el Congreso del Estado sesionó el martes en que la
coordinadora parlamentaria, Ursula Patricia Salazar, hizo una demostración
de su rápido aprendizaje sobre el tema. Sacó adelante la reintegración de
Comisiones y Comités legislativos en que la mayoría son morenos.
Siguen determinando las Comisiones Instructora y de Vigilancia de la
Auditoría Superior, que las pueden necesitan en cualquier momento para
seguir devolviendo la constitucionalidad a Tamaulipas
Querían partidos a “control remoto”
Quedaron fuera de combate dos posibles
partidos políticos locales. Sus jefes querían manejarlos a “control remoto”
desde otras regiones de la Patria. Venían en busca de fortuna… Económica ¿a
qué más?.
Quedan pendientes dos organizaciones más, donde interviene gente local,
pero tampoco se les augura buena suerte.
El árbitro -IETAM- le dio garrotazo a la primera mitad: Organización
Ciudadana Juntos Avanzamos y Fortalecimiento Rural Campesino. No
reunieron los primeros requisitos, documentación relacionada con carta de
intención. Menos alcanzarán las firmas necesarias para su registro.
No es un “enchílame otra que me la trago”, como dice la filosofía ranchera.
Los aventureros no caben por estas tierras. Tenemos grillos, y de sobra.
El arbitral tumbó.
1.- Organización Ciudadana Juntos Avanzamos, A.C., representada aquí
por Guadalupe Martínez Montenegro, pero con un cabecilla en el estado de
Guerrero identificado como Abraham Ponce Guadarrama.
No pasaron la primera prueba, decíamos, por no cumplir con lo siguiente:
a) Domicilio en Tamaulipas para oír y recibir notificaciones. Dieron un
correo electrónico.
d) Nombres de personas para recibir esas notificaciones.
c) Siglas del partido que tampoco identificaron (que es muy fácil, ORCIJA
por ejemplo).
d) Pasaron por alto lo del emblema.
e) Cuenta de usuario (teléfono) con aplicación para recibir apoyos
ciudadanos.
La protocolización como AC la hizo un Notario del Distrito Los Bravos,
Chilpancingo de los Bravo, capital de Guerrero, en enero del 2022.
Al IETAM no presentaron documentos originales de acta constitutiva.
Querían matar dos pájaros de una pedrada, en Guerrero y Tamaulipas.
2.- Fortalecimiento Rural Campesino, A.C., otra pifia que llegó del sur
mexicano. Nombraron representante legal a Emmanuel Luna, quien trajo la
“carta de intención”, pero más adelante aparece otro nombre, Fernando
Colohua Tzanahua.
Es el grupo que en la localidad chaperonea Helga Ruth Vázquez Ruiz, ex
regidora panista en ciudad Victoria.