POR: MELITON GUEVARA CASTILLO.
Ya está en marcha el proceso para elegir al sustituto de Faustino López, como senador de la República. Y la verdad, una vez que conocemos los datos de los costos, del financiamiento público y como se hace el desglose de los mismos, solo hay una conclusión: la democracia es cara, es como para darle la razón al Presidente AMLO cuando se queja de que el INE es un aparato oneroso. La cuestión, sencilla, es que las elecciones se tienen que realizar.
En el caso concreto de la elección, digamos única, para elegir al nuevo senador tamaulipeco, que va a durar hasta el 2024, el financiamiento público a los partidos y coaliciones rebasa los 37 millones de pesos. A ello, por otra parte, debemos agregar los costos de la planeación, organización y ejecución que hará el órgano electoral: no es lo mismo, gastar para una elección federal que al mismo tiempo es para Presidente, gobernador, Senadores y hasta para diputados, que hacerlo, únicamente para sustituir a uno.
LA BOLSA ABIERTA.
En una campaña electoral los ciudadanos pagamos los gastos de administración o de operación del aparato electoral y, buena parte de lo que gastan los partidos políticos. En el caso de los últimos, recuérdese, el financiamiento público nació como una exigencia para evitar el uso de recursos económicos de origen desconocido. Hay, es cierto, financiamiento privado, pero hay reglas y más reglas para su conocer su origen y justificación.
EL FINANCIAMIENTO PUBLICO.
El INE como órgano regulador establece que las precampañas serán del 4 al 17 y que los candidatos podrán gastar hasta 600 mil pesos. En contraste la campaña, que serán del 28 de diciembre al 15 de febrero, cada candidato puede gastar hasta 12 millones 361 mil pesos. En total para esta elección se van a los partidos políticos, y sus coaliciones, en conjunto un poco más de 37 millones, siendo MORENA el partido que más recibirá (un poco más de 12 millones); los que menos recibirán será el PT y Movimiento Ciudadano, en promedio cada uno, 2 millones de pesos.
No debemos olvidar que el financiamiento público esta etiquetado, es decir, cada partido tendrá que justificar su gasto. Tampoco olvidamos que, en el renglón de fiscalización, elección tras elección, el INE aplica multas a los partidos políticos, precisamente por no informar correctamente, porque no les cuadran los datos y cifras o porque, listos, listos, aplican el dinero a rubros distintos para los que se asignaron. No olvidemos que AMLO intenta, por todos los medios, reducir el monto del financiamiento a los partidos políticos; y para ser congruente, MORENA ha renunciado en el discurso al 50% de sus prerrogativas, que, sin embargo, en los hechos lo omite.
DEMOCRACIA SINDICAL.
El día 9 los maestros sindicalizados por primera vez van a emitir su voto, de manera directa, secreta y universal. Hay varios candidatos registrados. Pero, de solo observar lo que uno y otro hace por conseguir el voto nos llena de suspicacia: eventos masivos, por todos lados, en todas las delegaciones, con denuncias y reclamos de represión, de compra del voto. Los maestros que son candidatos, digamos, no tienen financiamiento público como los partidos políticos, la cuestión es: ¿Qué beneficios, privilegios o prebendas concede el liderazgo como para invertir tanto en una campaña?
¿Cuál es el botín del liderazgo magisterial? ¿De qué tamaño es para que, por decir, Arnulfo Rodríguez se anime a pelear por un liderazgo que ya ejerció? ¿Es tanta, digamos, demasiada la vocación de servicio? Nadie discute que el poder político, o sindical, deriva en beneficios… pero recuerdo que un día un amigo, que fue Presidente Municipal de su pueblo, me dijo: nadie se hace rico con el sueldo que tienes, a menos de que robes o trafiques con el puesto.
PROSTITUCION POLITICA.
La política de masas, la que desarrollaba el PRI y los partidos de su época de gloria, llego a prostituirse: los jefes de manzana, de sector, de colonias o grupos sociales, recibían beneficios en función a la representatividad o en razón al número de personas que llevaba (acarreaba, se dice) al evento. Por eso, en determinado momento, uno u otro político, hablaba de su “estructura”, entiéndase a veces paralela al partido. El retorno a la política de masas, imagino, hará reverdecer a ese tipo de personas… aunque, hoy, se presume que son oficiales, como los Siervos de la Nación en su calidad de operadores de los programas de bienestar social del gobierno federal. AMLO presume que son 35 millones los beneficiarios, votos potenciales.