Por Pegaso  

El estudio académico de las frases se llama Fraseología.

Yo he notado que las frases de antes eran más profundas, más hermosas y más poéticas.

Veamos algunos ejemplos de aquellos aforismos cuyos autores han pasado a la historia no solo de nuestra Nación, sino del Mundo entero:

“No estudio para saber más, sino para ignorar menos”: Sor Juana Inés De la Cruz, poetiza.

“La libertad no necesita alas, lo que necesita es echar raíces”: Octavio Paz, escritor.

“El respeto al derecho ajeno es la paz”: Benito Juárez, estadista.

“Aquel que no espera vencer, ya está vencido”: Benito Juárez, estadista.

“Si vivir es solo soñar, hagamos el bien soñando”: Amado Nervo, poeta.

“¿Y crees que yo estoy en un lecho de rosas?”: Cuauhtémoc, tlatoani.

“Los valientes no asesinan”: Guillermo Prieto, legislador.

“La Patria es primero”: Vicente Guerrero, militar.

“Si no hay justicia para el Pueblo que no haya paz para el Gobierno”: Emiliano Zapata, caudillo.

¡Ahhh! Qué belleza de palabras. Se llenaría una biblioteca entera con solo las frases célebres de los grandes pensadores y pensadoras de antes.

Los prohombres (y promujeres) hicieron la patria de la que hoy gozamos los mexicanos. Pero parece ser que de un tiempo acá la hemos echado a perder, y esto se refleja en otro tipo de frases que se han hecho populares entre los habitantes de este hermoso y sufrido país:

“Defenderé al peso como un perro”: José López Portillo, político.

“Ni los veo ni los oigo”: Carlos Salinas De Gortari, político.

“No se hagan bolas”: Carlos Salinas De Gortari, político.

“No traigo cash”: Ernesto Zedillo, político.

“Haiga sido como haiga sido”: Felipe Calderón, político.

“¿Y yo por qué?”: Vicente Fox, político.

“Comes y te vas”: Vicente Fox, político.

“¡Ya cállate, chachalaca!”: Andrés Manuel López Obrador, político.

“Es un compló”: Andrés Manuel López Obrador, político.

“Sí robé, pero poquito”: Hilario Ramírez Villanueva, ex alcalde.

“Ese surimi que mató a tanta gente”: Ninel Conde, cantante.

“Yo gano más como actriz que como diputada”: Carmen Salinas, actriz.

“Si la cagas, la pagas”: Niurka, vedette.

“Me voy a morir solo”: Andrés García.

“Me considero un chavito bien”: Roberto Palazuelos, actor.

“Brillo por mí mismo”: Alfredo Adame, actor.

¿Ven la diferencia de fondo entre ambos tipos de frases?

Las de antes, las que manaron de los nobles pechos de nuestros próceres, han quedado inscritas en letras de oro en los más elevados estrados de la Nación.

Las otras, todas baladíes, todas intrascendentes, han quedado grabadas con fuego en el inconsciente colectivo de los mexicanos.

Termino mi colaboración de hoy con la frase célebre estilo Pegaso: “Es necesario proporcionarle ascenso al fragmento de pieza textil”. (Hay que darle vuelo a la hilacha).