Fin de campañas: La peor guerra sucia
Cd. Victoria, Tamaulipas.- Brincamos el mes y terminan las campañas. La
ciudadanía descansará de la tormentosa dosis de spots a que fue sometida en
los últimos dos meses.
Usted y su servidor no tendremos que estar cambiando frecuencias de radio
y televisión a cada rato para evadir insultos y ocurrencias de los “cuartos de
guerra” de candidatos. Gracias a Dios que este tormento llegó a su fin.
Los que tenemos línea telefónica de base o celular, dejaremos de ser
asediados por mensajes de un candidato, su gente, que en horas del día y la
noche te quieren meter por qué no debes votar por el contrincante, en lugar de
decirte por qué debes votar por su proyecto.
Las redes sociales se descongestionarán de mensajes pagados donde el
predominio fueron acusaciones falsas e inventos, descalificaciones y exhibición
de documentos apócrifos.
Descansaremos de la declaracionitis en medios masivos, promesas y
compromisos que sabemos no se cumplirán. Maniobras para tratar de cosechar
votos.
Cada equipo de campaña -si es que el IETAM quiere hacer cumplir la Ley-
deberá retirar la contaminación visual que invade territorio estatal. Jamás
sabremos cuántas toneladas de plásticos tiraron al medio ambiente, pese a que
la reglamentación dice que deben ser materiales textiles, degradables.
El aspirante favorito para ganar, Américo Villarreal, cerrará campaña en
Victoria capital, tierra que lo vio nacer y donde también comenzó proselitismo.
Por su parte César Verástegui se concentrará en la zona conurbada del sur,
ahí donde se supone está el voto duro azul, cuna panista de Tamaulipas y
feudo de Jesús Nader, ex aspirante a la candidatura estatal. La elección será
una prueba de fuego para él, si sigue contando con la voluntad ciudadana o es
hora de hacer maletas.
Nunca sabremos cuanto dinero gastaron, principalmente la coalición Va por
Tamaulipas que tuvo la sartén por el mango. Se habla de millones que
alcanzaron hasta para rifar automotores y cientos de pantallas de televisión en
eventos en apariencia clandestinos, pero de los que se enteraron miles.
La concentración más impresionante jamás lograda por un candidato a
Gobernador se dio en el cierre de Reynosa, hoy segunda capital de Tamaulipas
por el número de funcionarios estatales que ahí viven. Hay quienes calcularon
entre 30 y 40 mil cráneos que van a votar por la candidatura común Morena-Pt-
Verde.
Solo tiene parangón con el evento masivo del 17 de junio de 2012,
organizado por los líderes del pueblo para recibir a Enrique Peña Nieto como
candidato a la Presidencia de México, cuando se habló de 30 mil almas.
Fueron campañas sucias, también como nunca en la historia de este
pedazo de tierra. Morena tenía razón al no acudir a firmar un “pacto de
civilidad” que se realizó en Tampico. Superaron todo antecedente de ofensas y
bajezas.
Por primera vez también la maquinaria de la Fiscalía del Estado fue
utilizada como instrumento de represión. Su titular chilango agarró inventando
acusaciones para encarcelar a opositores que no aceptaron doblegarse al
ejecutivo para imponer sucesor.
Así quedará en la indeleble página de la historia política de Las
Tamaholipas. La peor guerra sucia de que se tenga memoria, ideada y
encausada por agentes externos al territorio estatal.
Lo que sigue es la movilización previa a la elección, la “operación almuerzo”
para los votantes, renta de micros y autobuses para conducir a los ciudadanos
hasta la urna y regresarlos. El pago de “apoyos” a los coordinadores, a
representantes generales partidistas.
Y viene la presión sobre los funcionarios de casilla para que no se
presenten la mañana del domingo, o los representantes de partido y candidato.
La lana en efectivo aceleró su circulación entre manos.
Los slogans de partido y candidato no fueron los mejores ni más gratos en
campaña alguna.
Por primera vez dos equipos utilizaron palabras que riñen con el buen
lenguaje y la convivencia armónica de los tamaulipecos.
Uno, “Tamps con madres”, de Va por Tamaulipas, que no es algo que los
paterfamilias quisieran instruir en la formación de sus hijos. No es una frase de
la que tengamos que sentirnos orgullosos o definir para bautizar un programa
de gobierno.
La otra es de Arturo Díez Gutiérrez de Movimiento Ciudadano, al hacer
apología de la violencia y la criminalidad. Se refirió a “Mataulipas” como algo
cotidiano en el acontecer de nuestros coterráneos. Morena y socios fue el que
utilizó menos léxico altisonante.
¿A qué genios del marketing se les ocurrió que esas palabras podrían tener
“pegue” en Tamaulipas?. Las trajeron desde la gran capital a provincia ¿qué
quisieron significar? ¿humor? ¿impresionar? Es tema para los expertos.
Al mismo tiempo, ronda otra vez sobre el cielo de Tamaulipas el fantasma
del desafuero. La cita es a las 14:00 horas del miércoles cuando se reúna la
Primera Sala de la Suprema Corte para decidir si procede la orden de
aprehensión contra el Gobernador Francisco Javier, o lo dejan vivir
políticamente cuatro meses más.
Si es afirmativa habrá Gobernador Interino ¿quién?. Los rumores se
extendían la tarde del martes. Insistimos que, de ser necesario, por 48 horas
debe ser Gerardo Peña Flores, el secretario General. Está listo. Ya tiene el
bate al hombro ¿por qué él?. Falta espacio y sobra tiempo para comentar.