por: EVARISTO BENITEZ CASTRO
Aclarando que es más fácil criticar algo ya hecho que ponerse a hacerlo, pero nuestro papel es justamente señalar-comentar los acontecimiento que giran en torno a los procesos electorales en general y el servicio público mexicano en particular; en ese sentido amigos de café cuestionan los actos que en los tres días pasados llevaron a cabo los dos principales aspirantes a la gubernatura de Tamaulipas; Américo Villarreal Anaya (AVA) y César Augusto Verástegui Ostos (CAVO), que integran sendas coaliciones partidistas; el primero patrocinado por MORENA, el PVEM y el PT, mientras que el segundo propuesto por el PAN, el PRI y el PRD tamaulipecos. En un amplio universo de observaciones personales (y por tanto completamente subjetivas), estimemos algunas consideraciones de algo que podría haber hecho YO, y algo que podría haber omitido su servidor con el ánimo de sensibilizar a mi favor ( o sea de AVA o de CAVO), a la mayoría del electorado tamaulipeco. De entrada el evento de CAVO en la sede del PRI estatal si bien salió lucidor, también reflejo o apresuramiento o fragilidad en la suma de voluntades tricolores o ambas cosas. Faltaron ex-presidentes del CDE que se apersonaran al evento histórico, ex gobernadores (obviamente sin TJYR y EJHF), priístas de «abolengo» como Antonio Martínez Torres, Homero Díaz Rodríguez, Enrique Garza Taméz y algunas decenas más de líderes similares, que se sabe TODAVÍA no le han brincado a las caballerizas de MORENA; las ausencias de ex presidentes como Oscar Luebbert Gutiérrez, Felipe Garza Narváez y Ricardo Gamundi Rosas, o de ex- Secretarios Generales como Jaime Rodríguez Inurrigarro, son lógicas en tanto que tienen meses trabajando para MORENA; algunos en la sombra y el sigilo y otros abiertamente. Algo similar, pero mucho más grave, ocurrió en la sede estatal del PRD: ningún ex-presidente del CDE se presentó a avalar la propuesta de CAVO como candidato coaligado a la elección de gobernador.
Cierto es que sus tribus históricamente se pelean en mini -grupos; pero si consideramos que es importante la percepción de unidad, pues entonces nos pareció un acto fallido y muy limitado de apoyo político por parte del PRD-Tamaulipas.
En el establo de AVA no resultaron mejor algunas cosas; lo que más llamó la atención fue el anuncio super-boletinado de la «suma» del panista tampiqueño, el químico Salazar, al proselitismo de AVA; pero con un pequeñísimo detalle: NUNCA se presentó fisicamente el señor Salazar acompañando a AVA y mandó un «representante personal» al evento proselitista. Quizá otro detalle es la calca limpiecita de la publicidad política del aspirante AVA, idéntica a la usada por el entonces candidato AMLO, en su intenso proselitismo nacional de 18 años encampañado.; como si temiera AVA mostrar su propia identidad. En resumen y para no chuparnos los dedos aclaremos: siguen las fracturas políticas entre liderazgos del PAN, del PRI y del PRD por la postulación común de CAVO; y quizá lo más destacable es que en el caso de la candidatura de AVA las tribus Morenistas han superado el canibalismo que llevan en sus genes perredistas; sin embargo éstos comentarios los someto a su consideración, amable lector, porque la verdad siempre está de su lado.