CUADRANTE POLITICO—–POR FERNANDO ACUÑA PIÑEIRO——
——-LA MARCA DEL CAMBIO, LOS VALORES Y… LA UNIDAD———–
Aunque a algunos no les agrada que en términos de análisis, se recurra a la palabra cambio, lo cierto es que este elemento, sí jugará un papel trascendente, en la elección por la gubernatura.
El cambio como pendón de la psicología colectiva operó a favor de quienes llegaron en el 2016, montados sobre dicha proclama propagandística, y los resultados les fueron muy favorables, ante un PRI envejecido y en crisis.
Pero esta vez, los vientos electorales de aquel verano que catapultaron la alternancia de hace cinco años, en el presente podrían empujar a sus protagonistas hacia afuera.
Entre la tesis del viejo PRI tamaulipeco y sus más de ocho décadas en el poder y la antítesis cabecista del 2016, podría irrumpir como propuesta de cambio, la síntesis morenista y obradorista de la Cuarta Transformación.
Cuando no le cumplen a la gente, el coletazo de la dialéctica de la historia suele ser contundente e irreversible.
En la elección que viene, habrán de ponerse en juego tres factores que considero fundamentales para el logro de la victoria. Todos tienen igual peso. En primer lugar el posicionamiento de la marca política cuya fronda de prestigio o de desprestigio habrá de cobijar la campaña de su abanderado al poder.
En ese mismo nivel y altura pesarán los valores e imagen pública de todos y cada uno de los abanderados a la gubernatura. Y por último, como condición imprescindible del triunfo, la construcción de una poderosa estrategia que vertebre las simpatías y preferencias de los electores.
En el primer punto, la marca MORENA y su enorme arrastre popular, representa ya de entrada, un activo cuya presencia en el escenario tamaulipeco está ya jugando un papel muy relevante a favor de su precandidato el doctor Américo Villarreal Anaya.
¿Cuáles son los antecedentes del Movimiento de Regeneración Nacional, a nivel nacional y estatal..?
En lo que se refiere al país, la marca guinda ganó en el reciente año once de quince gubernaturas, mientras que la alianza PAN-PRI-PRD solo ganó dos. Con lo anterior el morenismo gobierna ya en diecisiete entidades federativas.
El PAN llegó al 2021 con 10 gubernaturas, pero salió ligeramente trasquilado de este proceso, solo con ocho estados.
Con esta estatura de poder se enfrentará a MORENA en junio próximo, y los pronósticos realizados por firmas profesionales, estiman que los azules podrían perder 5 de seis gobiernos estatales en juego, con lo cual el morenismo-obradorismo estaría alcanzando el control de 22 estados.
Cifra insólita, solo comparable con los tiempos en que el PRI era partido único. Un dato adicional: el partido liderado por Mario Delgado, ganó 22 Congresos locales.
En el caso específico de Tamaulipas, MORENA acaba de barrer al PAN, ganándole en las principales ciudades y la mayoría del Congreso local. Ese es el contundente rastro del morenismo en nuestro estado.
En lo que se refiere a los valores de las personalidades que participan en esta lucha por el poder, el humanismo y el don de gente de Américo Villarreal Anaya le otorga ya desde esta etapa del proceso, una bien acreditada delantera, respecto a los otros participantes.
Especialista en la medicina, con especialidad en cardiología, el precandidato Villarreal Anaya representa en el actual escenario, a un político emergente que rompe con los cansados y desgastados estereotipos. Y traza un proyecto dirigido en favor de una sólida alianza con las familias trabajadoras de la ciudad y del campo.
Por lo que hemos visto hasta ahora, en el centro del proyecto de AVA, se encuentra el ser humano. A partir de la elemental preocupación por la gente y sus problemas más agobiantes, el precandidato de MORENA, se perfila como un producto político con una propuesta diferente a quienes ya han tenido su oportunidad de gobernar, y le han fallado a los ciudadanos.
—EL RETO DE LA UNIDAD—–
He dejado para el final, lo que quizá, constituye el mayor reto para los protagonistas de la lucha por el poder en Tamaulipas. Tanto para azules como para morenistas, se vislumbra un escenario complejo, cuando se habla de lograr la unidad hacia el interior de sus respectivos partidos.
En el PAN, persiste la duda sore el papel que jugará la ciudad de Tampico y sus electores. Mientras que en MORENA, es hora que no vemos a algunos actores municipales, pero que tal vez, en el camino se vayan acomodando.
Así el escenario tamaulipeco, donde lo más deseable es que el proceso no caiga en espirales de enrarecimiento político y de violencia. Ese sería el riesgo principal.