La Comuna Los sobrevivientes de diciembre

POR: José Ángel Solorio Martínez

Muchos lastimados y fiambres, dejó la elección de MORENA que concluyó con la nominación del senador Américo Villarreal Anaya como precandidato.

Los primeros fallecidos -políticamente- fueron los 31 inscritos -finalmente, se anotaron 38- para ir a la batería de encuestas en cumplimento de la Convocatoria guinda. Como se sabe: sólo siete pasaron a la final.

De aquel nutrido grupo, de todos no se hizo uno. La mayoría, presumía de apoyos sustanciales de los tamaulipecos. Resultaron un verdadero mito. De los siete magníficos, dos significativamente abandonaron el proyecto de la IV T por la puerta de atrás: la panista Maky Ortíz y el morenista Héctor Garza. La dama, debido a que consideró que el método de las encuestas fue fallido -seguramente porqué no le favorecieron- y el Guasón, producto de su gigantesco ego, que le impidió reconocer sus precarias simpatías entre la sociedad. Tan seguro estaba que le iba a ir tan bien, que renunció 24 horas antes de la selección del precandidato a su relevante cargo de la Secretaría de Comercio. Es decir: de los siete que había en el vaso del cubilete, sólo quedan cinco. Si restamos a Américo, ganador de la justa, sólo tendríamos cuatro. La cuarteta, que aún respira y aspira, está formada por Rodolfo González Valderrama, Adrian Oseguera Kernion, JR Gómez y Olga Sosa. Tanto Rodolfo como Oseguera, finalizan con sus capitales intactos; uno sigue activando desde la alcaldía de Madero; el otro, continua desplegando las tareas de la IV T en Tamaulipas desde la Súper Delegación que pusieron en sus manos. JR y Sosa, comparados con Maky y el Guasón, no les fue tan mal. El primero, obtuvo un importante porcentaje de adhesiones y la segunda, con sólo participar aumentó su importancia en la red morenista tamaulipeca. Los problemas con estos actores guindos, comienzan cuando al final del día la marca de los hermanos Carmona no se la han podido quitar. Es decir: ganaron una importante batalla política de MORENA, pero siguen perdiendo la inapelable batalla moral. Lo inquietante de esas manchas, es que se sumaron a otras que ya arrastraban en sus cuerpos desde tiempo atrás. Nada mal el balance de MORENA: de 38 aspirantes, sólo cinco sobrevivieron a la hoguera de las vanidades que significa, medir sus simpatías a campo abierto.