—-ALE, GUS, BRAÑA, VITAL Y EL ALCALDE LALO: AMAR A VICTORIA-
La ruta para volver a hacer de ciudad Victoria la orgullosa capital del estado que un día fue, será larga, pero segura.
Desde estas líneas saludo a quienes haciendo a un lado politiquerías y egoísmos mal sanos han decidido dar un gran paso al frente, por el rescate de esta urbe asentada al pie de la cordillera, como la princesa de un cuento, que un día cayó en el olvido y la oscuridad.
Recientemente 21 diputados del Congreso local, votaron a favor de dotar a Victoria de un presupuesto emergente. Se le conoce como el Fondo de Capitalidad, cuatro palabras que han ido creciendo, ganándole terreno a la indiferencia política, y a la parálisis de las políticas públicas del pasado inmediato.
Decía Oscar Wilde que el único deber que tenemos con la historia es reescribirla. Y hoy, unidos en un solo puño de dignidad y congruencia, cuatro legisladores de diversos partidos y el alcalde capitalino han hecho a un lado banderas y colores, privilegiando el arte de la política, usando dicho concepto para lo que debe servir: hacer el bien para la comuna, dejando atrás las ruinas de una mezquindad sexenal que en su pecado, parece llevar la penitencia.
Hoy sabemos que Victoria, es mucho más grande que quienes un día buscaron ponerla de rodillas.
La ardua tarea no será fácil, pero sin duda, reconfortante. Y en esta trinchera, todos sin excepción tenemos un espacio: ciudadanos, políticos, empresarios, comunicadores. Albert Einstein, sin lugar a dudas el genio más relevante del siglo XX, decía que la crisis es la mejor bendición que puede ocurrirle a personas y a países, porque la creatividad y la iniciativa nacen de la angustia.
Hagamos de este mal momento por el que está pasando nuestra capital, la mejor oportunidad para construir juntos la ciudad en la que viven nuestros hijos. Atrás parecen haber quedado las pesadillas, hijas de gobiernos injustos y sus visiones distorsionadas.
El recuento de los daños provocados por la irresponsabilidad y la inercia, son incalculables. Calles oscuras, rezagos en pavimentación, servicios, obras, parques, boulevares. Nuestra ciudad capital, llegó a ser la más abandonada de todos los corazones políticos estatales en el país. Nos redujeron a un rancho pobre. Los ranchos ricos estaban en otra parte.
La solidaridad es una palabra de un significado moral muy grande. Sobre todo cuando hablamos de moralidad social y del derecho que tienen los pueblos a edificar un destino digno, libre de prejuicios y revanchismos.
Victoria está en la ruta de su reivindicación ciudadana, material y cultural. Esperemos que el Fondo de Capitalidad que ha sido aprobado como iniciativa legislativa, finalmente logre el noble propósito de obtener los suficientes recursos para Victoria.
Y que bueno que todos estamos participando, porque así todos vigilaremos de que llegado el momento, los objetivos para los que fue creado, se cumplan.
Por el rescate de esa Victoria, limpia y amable, de la que hablaba don Carlos Adrián Aviles, en la radio matutina. Y que todos aprendamos la lección para el futuro.
Ya no más aventuras y experimentos políticos. Victoria es para los victorenses.
——–SIGUE EL SUSPENSO EN TORNO AL DESTAPE MORENO PARA GOBERNADOR—
Las estrategias manejadas por los grupos morenistas que están en la carrera por la gubernatura tamaulipeca, sigue saturando las redes sociales con información que favorece a uno u otro grupo. Existen dos tendencias perfectamente definidas. Por un lado están aquelllos que buscan que la decisión se vaya hasta el mes de enero, pues eso les daría tiempo para crecer más y empatar al puntero. Mientras tanto, en el equipo de quien ya se considera el ganador del proceso interno, están difundiendo mensajes en el sentido de que, el desenlace podría ser ya este fin de semana, algunos hablan del viernes o sábado.
Un factor que se debe tener en cuenta, para evitar la confusión, es la declaración emitida por el dirigente nacional de MORENA, Mario Delgado Carrillo, en el sentido de que el destape tamaulipeco, no pasará de diciembre. Así las cosas. Habrá que esperar.