CUADRANTE POLITICO POR: FERNANDO ACUÑA

QUE HAY ATRÁS DE LOS 38 REGISTROS  DE MORENA?——–

 Todo acto de prestidigitación  como el que ahora vemos en la interna de MORENA, implica una ilusión óptica. Para efectos técnicos, lo que estamos viendo no es una carrera parejera, sino una maratón. Pero…..

 Atrás de los 38 registros de MORENA en nuestro estado, (un hecho inédito en la historia de los destapes a la gubernatura), existen dos estrategias en pugna.

Al final se verá cual es la que triunfó.

 La primera que es la estrategia de la encuesta interna, (el método ya anunciado por el CEN),  busca vencer con sus propias armas a la propuesta de los consensos y de las declinaciones. Esa es la explicación de que hayan enviado a  muchos para que se registraran. De otra manera todas estas aspiraciones masivas, carecerían de sentido.

 Entre el voto de género, también  se puede decir que el registro de varias mujeres tiene como propósito ponerle marcaje personal a la alcaldesa Maki Ortiz , y no dejarla sola en sus aspiraciones. De esta manera Maki tiene ya una fuerte competencia femenil que dudamos  pueda superar, en la medida que sus contrincantes de género,  sí son morenistas.

 Pero al mismo tiempo llama mucho la atención lo siguiente: los que están  buscando construir el triunfo interno por la vía de los consensos y de las declinaciones, tratan de crear un efecto psicológico entre los ciudadanos, por la vía de los pronunciamientos públicos de conocidas personalidades, que les son afines.

   Y probablemente lo logren, al menos por entusiasmo no van a parar. El problema es que son casi cuarenta los registrados. Y entre ellos hay de chile, de dulce y de manteca. Una compleja diversidad.

  Otro apunte digno de resaltarse, es que, mientras uno de los dos finalistas ha iniciado una carrera de velocidad, para sumar a el mayor número de cuadros participantes, el otro ha optado por la estrategia de esperar el resultado de la encuesta.

¿Cuál decisión será la más eficaz?

   Se  sabe que cuando mucho habrá solo  cuatro boletos para las  semifinales de la interna MORENA  en Tamaulipas. Podrían ser menos. Aunque en el  fondo todo el mundo en la marca guinda,  sabe que la guerra es solamente entre dos, máximo dejarán pasar un tercero en discordia.

 Lo cierto es que hacia el interior del Movimiento de Regeneración Nacional tamaulipeco llegado el momento de la verdad, podría haber hasta  34 sumas declinatorias a favor de tal o cual candidato. Pero no olvidemos que  el método  a utilizarse en la selección del abanderado a la gubernatura, será por encuesta y no por consenso.

  A partir de esta realidad propia de la democracia interna del obradorismo, que ya ha sido probada con eficacia en las pasadas quince candidaturas a gobernador, operadas por la dirigencia de Mario Delgado a finales del 2020, las expectativas de los finalistas cambian radicalmente.

 Es muy probable que más del 80 por ciento de los hoy registrados para la gubernatura se suban a la barda del futuro moreno, (indefinidos),  y   estén a la espera del favorecido por la encuesta, para crear un efecto de suma. Justo aquí es donde adquiere sentido la estrategia de los registros masivos.

 En otras palabras, el Presidente AMLO está haciendo  su juego en Tamaulipas y el desenlace puntual,  (lo que diga su dedito),  desencadenará puntualmente un cúmulo de adhesiones en favor de quien sea el abanderado a la gubernatura.

 Resulta pertinente hacer una interesante observación: el hecho de que MORENA esté impulsando la participación masiva de 38 aspirantes, implica también de cierta forma que, les están dado oportunidad a todos, para ver cuáles son los que logran crecer más. Pero sobre todo dicha dinámica le imprime una mayor fuerza a la marca morenista  en Tamaulipas.

 No es igual el PAN, donde solo existen dos caballos, que MORENA donde corren casi cuarenta.

  Todos estos, en su momento, por instrucciones de Palacio Nacional se unirán en torno al ganador.

  Sea cual sea el resultado, el  Pacto de Unidad interna que ya todos los 38 firmaron,  seguramente se hará valer, de una y mil maneras.

 No hacerlo implicaría declararse en rebeldía ante el jefe de jefes Andrés Manuel  López Obrador.