LAS MENTIRAS DE ASCANIO
Como se esperaba, en la comparecencia del Auditor Superior del Estado, ante la
Comisión de Vigilancia del Congreso Local, se estrenó la reciente reforma al Reglamento
Interior, para juramentar, de decir verdad, a quienes son citados al Poder Legislativo.
Y como se esperaba, también, JORGE ESPINO ASCANIO, el empleado de la
representación popular, como auxiliar técnico en el proceso de fiscalización, volvió a
mentirle a los diputados locales, de manera contumaz, repetitiva.
Empezó desmintiendo a sus propios colaboradores, cuando le dijeron cuáles fueron
las cuentas públicas que se aprobaron al final de la pasada legislatura, cuando el PAN ya
sabía el resultado de la elección donde perdió la mayoría en el Congreso.
“No, no, esas cuentas las enviamos desde un año antes”, mintió, pues en el paquete
aquel que se subió en fechas distintas, se incluyeron cuentas del ejercicio 2020, que un
año atrás apenas estaba en proceso de ejecución.
Obvio, la cuenta se hace cuando concluye el año-ejercicio y cuando muy rápido, se
manda al Congreso seis meses después, por la auditoría, para que empiece a revisarse,
requieriendo las solventaciones que resulten procedentes.
Tuvo el descaro de recordarles que la primera fecha para entregar cuentas públicas
de un año, es el 29 de junio del año siguiente, la segunda es el 30 de octubre y puede
llevarse hasta el 20 de febrero del segundo año después de concluido el ejercicio.
Esa primera mentira ya le significa responsabilidades al Auditor, que estaba
exponiendo bajo protesta de decir verdad, pero “ya entrado en gastos”, se siguió por la
libre, distorsionando la verdad, como cuando “el partido” que lo puso ahí, reforma de por
medio porque no reunía los requisitos profesionales, usufructuaba la mayoría legislativa.
“No calificamos al vapor –respondió a los requerimientos-, estamos abiertos a
cualquier cuestionamientos; siempre tendrán una respuesta”, ofreció jactancioso, como si
la historia no existiera.
Por ahí anda todavía la exdiputada de Movimiento Ciudadano, PATY PIMENTEL,
reclamando que pasaron los años, concluyó la legislatura y nunca le entregó el informe
que le requirió sobre la aprobación de las cuentas de XICO GONZÁLEZ en Victoria.
Por eso la diputada URSULA SALAZAR MOJICA le advirtió que conocen los
tiempos y lo emplazó a que en un máximo de diez días entregue por escrito las
respuestas a las preguntas que dejó en el aire.
En reiteradas ocasiones el diputado presidente de la comisión, JESÚS SUÁREZ
MATA le cortó la letanía característica, con las que en el pasado le sacó la vuelta a dar
cuenta de sus ineficiencias y/o complicidades.
Ya sabe, decenas, cientos, de nombres, cifras, fechas, consignaciones y estados que
guardan los juicios, dibujando un hipotético trabajo de supervisión, del que nadie, que no
sea adversario político, ha resultado sancionado.
“Sí hay un reclamo permanente de la sociedad que pide transparencia y
resultados… eso es lo que estamos haciendo”, tergiversó otra vez.
A la diputada riobravense CASANDRAS PRISILA DE LOS SANTOS FLORES,
tampoco pudo desmentirla de las acusaciones que pesan contra el también exalcalde
panista CARLOS ULIVARRI.
Ella fue regidora de ese cabildo y en su momento, participó de los reclamos de la
síndico y la mayoría de los integrantes del cabildo, por los malos manejos y opacidad
con la que se condujo tal administración municipal, mientras la ASE y diputados panistas
le aprobaban las cuentas públicas.
El Auditor dijo que conoce a la perfección, de las observaciones que la Auditoría de
la Federación ha hecho por 15 mil millones de pesos al gobierno del Estado, porque es su
personal el que ha hecho las auditorías en convenio con el ente central.
Pero no explicó cómo ese personal que sí detectó el desvío de recursos federales, no
ha descubierto un solo peso mal aplicado, de los recursos “de libre disposición”
asignados al mismo gobierno estatal.
Más mentiras.
Aseguró que el incremento en 53.3 millones de pesos y 106 nuevos empleados que
ha solicitado para el año entrante, es porque están saturados de trabajo y trabajando horas
extras el personal, al margen de los servicios de empresas externas en que se apoyan.
Por supuesto, a ASCANIO –si no le fincan responsabilidades antes- le va a sobrar
presupuesto, cuando entre en vigor la reforma para que nadie gane más que el Presidente
de la República, que ya se presentó a nivel local.
El mismo Auditor gana más del doble que AMLO y entre su plantilla, suman
decenas los que están sobre de ese rasero, en un esquema que, como para otros pseudo
entes autónomos, se diseñó pensando en las complicidades.
Topando los salarios en los términos de esa ley, alcanzará para duplicar la plantilla
de auditores y más, si quieren, para hacer un efectivo trabajo de fiscalización, no para
deberle la chamba y supersueldo a los panistas que ya se van, pensando en acosar a sus
relevos, que como en el Congreso, van a venir de otro partido.
Esa fue otra “mentirijilla” del Auditor sobre los motivos para engordar más la
nómina.
El “funcionario” no tuvo respuesta a la petición de que el Estado justifique el gasto
en publicidad por 2 mil 660 millones de pesos, con un incremento del 292 por ciento,
como requirió doña ÚRSULA.
Los medios tamaulipecos también están interesados en saber de ello, porque en lo
que va del sexenio, no han recibido el pago de servicios prestados en ese campo.
Tampoco hubo respuesta al uso faccioso de la fiscalización, desde la ASE, para
atacar a adversarios políticos.
Instalado aun en el vergonzante pasado, EL MOYO GARCÍA AGUIAR todavía
quiso justificar los pecados del gobierno emanado de su partido, el PAN, diciendo que
“en Matamoros son igual” y recordando que la cuenta del 2 mil 15 de Nuevo Laredo,
sigue sin aprobarse.
Eso fue una confirmación de aquello.
El patrón del Auditor todavía piensa que manteniendo la cuenta sin aprobar de
CARLOS ENRIQUE CANTUROSAS VILLARREAL, puede seguir inhibiendo su
participación política.
No se han dado cuenta que ya no está en el PAN y con MORENA, llevan dos
elecciones ganadas con su hermana CARMEN LILIA, primero como diputada local y
ahora como alcaldesa en funciones.
Con la misma intención, quiso reeditar los señalamientos contra el alcalde
morenista victorense, LALO GATTÁS, en el sentido de que la camioneta que tripula
desde las vísperas del inicio de su gestión, presuntamente es propiedad de un empresario
de dudosa reputación.
Remite la veracidad de tales afirmaciones a “la prensa”, sin aclarar que los
mentados medios que sacaron la especie, aparecieron en este sexenio, de la autoría y
propiedad de sus próceres.
Son panistas, pues, aunque mucho le gusten a algunos de los cercanos del jefe
edilicio victorense.
¿Alguien perfiló la sospecha de “un cuatro”?
Abundaremos.