CRONICA DE UNA DERROTA ANUNCIADA

Cd. Victoria, Tamaulipas.- Le dimos una “revisadita” a la integración de comisiones permanentes del Congreso del Estado. Hay sorpresas.

La primera es que los pastores principales, Armando Zertuche Zuani y René “Cachorro” Cantú, de Morena y PAN respectivamente, no presiden ninguna. Se dedican a guiar a sus rebaños. Perderían tiempo.

Zuani se adjudicó la de reforma a la Constitución Estatal, pasajera, y es posible que en diciembre acepte la Permanente… Por el momento no hay planes de crear una nueva Carta Estatal.

Don Cachorro forma parte de siete pero no encabeza. En cambio decidió que tres de ellas –sin importancia todas- sean presididas por el “superdiputado” Edmundo José Marón: Derechos Humanos, Zonas Metropolitanas y Desarrollo Sustentable ¿muy fregón? ¿demasiada materia gris?. Aparte está en cuatro más.

Los parientes de López Obrador, sobrinos “favoritos” en Tamaulipas, ocupan 16 espacios en las 38 comisiones integradas por siete diputados cada uno. Casualmente solo encabezan una respectivamente.

En total son 266 posiciones que se dividen entre los 36 ocupantes de los sillones legislativos.

Los azules encabezan once comisiones sin importancia política como la de Ciencia y Tecnología, Desarrollo Sustentable, Justicia, Derechos Humanos, Igualdad de Género, Zonas Metropolitanas, Familia, Pesca y Acuacultura, Cohesión Social, Medalla al Mérito Luis García de Arellano.

Al PRI le dieron dos presidencias: Una para Edgardo Melhen Salinas, Desarrollo Rural, y Patrimonio Estatal y Municipal  que estará a cargo de Alejandra Cárdenas Castillejos.

Es muy raro que la mayoría morenista haya “soltado” esta de Patrimonio, que tiene que ver con la donación o venta de bienes del gobierno y municipios. Pudiera ser un gesto de “buena intención” para ir asociados en las votaciones.

Al llamado “Muchacho Alegre”, Gustavo Cárdenas, le reservaron la de Turismo, otra sin importancia que, en su tiempo, en el 2018, le asignaron a Oscar Almaraz Smer cuando llegó al Congreso como apestado frente a los “vientos del cambio” (antes de que se sumara con ellos).

No se entiende para qué Morena se reservó equipos que no le sirven en la operación del Poder Legislativo ni manejo de asuntos transcendentes como: Del Trabajo y Seguridad Social, Asuntos Fronterizos y Migratorios, Atención a Grupos Vulnerables, Recurso Agua y Cambio Climático.

También del PAN, a Sandra Luz García Guajardo le encomendaron dos presidencias, que al caso da lo mismo si los diputados  no hacen chamba alguna, les entregan las iniciativas ya escritas.

A Don Jesús Suárez Mata, presidente de la primera mesa Directiva le encargaron la de Vigilancia y Auditoría Superior. Es la que tiene que ver con las cuentas pública del gobierno, municipios y organismos descentralizados.

Lo dicho, los pastores de Morena y Pan no quieren perder el tiempo en chambear en comisiones. Su atención está en cuidar a sus respectivos rebaños.

Un “superdiputado” mas, pero este de Morena, es Humberto Prieto Herrera, el ex panista y ahora moreno fronterizo. Se hace cargo de tres presidencias, Seguridad Pública, Prevención y Reinserción social, Asuntos Fronterizos y Migratorios y Anticorrupción y Participación Ciudadana ¿le dará tiempo para ello?.

Hablando de otros temas, después de tres años reaparece en escena Fernando “El Güero” Arizpe García, ex secretario General de la UAT, ahora  en el bando de Américo Villarreal Anaya  en la aspiración por la gubernatura.

El también ex regidor invitó a medio centenar de periodistas a dialogar con Oralia y Mónica Villareal Anaya, hermanas del senador, en que expusieron de viva voz experiencias de familia al lado de su padre el ex Gobernador del mismo nombre, ya como funcionario de Recursos Hidráulicos o miembro del Senado.

Ligada a la política desde hace años, Mónica Zacil es regidora en Tampico; fue jefa de la Oficina Fiscal. Como candidata a diputada perdió ante la oleada azul del 2019. Su hermana más bien en empresaria (fotografía Foto 17).

Arizpe se retiró a la vida privada tras culminar en el ayuntamiento que presidió Oscar Almaraz Smer, y en que fue un crítico para que las cosas se hicieran de la mejor manera. Vuelve al medio político como parte del equipo cercano al senador.

Y terminó el plazo para que los partidos nacionales (estatales no hay) presenten la intención de jugar en la elección de Gobernador. Concurrieron siete: Partido Acción Nacional  (PAN), Movimiento Ciudadano (MC), Revolucionario Institucional (PRI),  del Trabajo (PT), de la Revolución Democrática (PRD), Morena y Verde Ecologista de México (PVEM).

De ellos, si van asociados podrían surgir  dos candidatos al gobierno: Pan-Pri-Prd y Morena, Pt, Verde y Mc.  En un escenario más abierto tricolores y naranjas con abanderado propio.

El diputado Gerardo Peña, ya “desinflado” como precandidato del PAN a la gubernatura, publicó que es positivo a Covid. Seguirá trabajando desde su casa por Internet.

Ramiro Ramos Salinas, del PRI, pasó el Día de Muertos en Nuevo Laredo, pero seguirá sus recorridos en busca de la candidatura del PRI a la esquina del poder del 15 Hidalgo y Juárez.

“Hay que dar la batalla, me va bien con la gente”, dice, al concentrar sus esfuerzos en las diez principales ciudades del Estado. Hace el esfuerzo y gasta de su lana.

Tremendo el escándalo al filtrarse declaración (no autorizada) del jefe nacional panista, Marko Cortés, en que pronostica la derrota en cinco de las seis gubernaturas en juego para junio del 22´.

Por ahí van las encuestas, pero los azules y aliados critican que el muchacho no les concedió ni el “derecho de pataleo”. A boca de jarro les dijo que van a perder.

Según el mensaje del jerarca, solo tienen posibilidades de ganar Aguascalientes, donde son gobierno, y perderán Hidalgo, Oaxaca, Durango, Quintana Roo y Tamaulipas.

Si él sabe, como muchos, que se encaminan a la derrota, por lo menos debe mantener el ánimo de la gente, infundir entusiasmo e incitar a la victoria. Es la tarea del líder, del general para con sus tropas y no la de rendirse antes de la batalla.

En Tamaulipas cayó como balde de agua fría porque su líder nacional, a ocho meses de las elecciones, acepta que van al despeñadero. Eso desmoralizará a sus guerreros, va a traer deserciones y provocar que los priístas que quieren alianza, se arrepientan.

Muy mala actitud pese a que la haya hecho en reunión cerrada con sus militantes. Alguien filtró la declaración a redes y vino el escándalo.

Ya lo dicen las encuestas, se reitera, pero ¿por qué no levantar la moral de sus seguidores? ¿qué pueden pensar los “gallos” celestes como César Augusto Verástegui, Jesús Nader y Gerardo Peña?. Bueno, más que nada sus seguidores.

Tienen razón el más viable de los tres, “El Truco” Verástegui, cuando busca una alianza con la sociedad civil en lugar de enarbolar las banderas de Acción Nacional. Lo están orillando a que se perfile por otra vía ¿independiente?. No es descabellado. Es una mejor opción.

Si el lastre es el partido celeste, y si ya tiene un posicionamiento entre las organizaciones civiles, viable es que busque la nominación por la libre. Los miles que se han sumado a su proyecto le garantizan competencia.

Para los panistas en territorio es como la “crónica de una derrota anunciada”. El jefe duda de las capacidades de los tamaholipecos para sacar adelante la empresa. Los agarra inermes.

Veamos. Acción Nacional tiene hoy siete gubernaturas. Perdería Durango y Tamaulipas para quedarse con cinco.

El PRI gobierna cuatro. Dejaría de serlo en Hidalgo y Oaxaca para conservar dos, algo insignificante después del poder que detentó en otras épocas.

Por su parte el PRD dejaría la última gubernatura que le queda, Quintana Roo, luego de salir con la cola entre las patas su gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo.

Si Morena tiene 15 territorios y gana cuatro, alcanzaría 20, más de la mitad de la República.

Es de advertir que, en 2023 se renovarán Coahuila y  Estado de México, que ahora tiene en sus manos el Revolucionario Institucional. El pronóstico es que para junio de ese año se quedará con las manos vacías, cero gubernaturas.

En 2024 terminan su desastre los morenistas Miguel Barbosa, de Puebla y Cuahtémoc Blanco, de Morelos. Pueden ser las primeras que pierda Morena por seleccionar mal a su gente.

Aparte, en lugar de causar escándalo y asombro, generó risa la declaración de Alejandro Rojas Díaz Durán, de que como precandidato de Morena a la gubernatura se suma a Rodolfo González Valderrama, hoy “superdelegado” de programas federales.

No es por el tampiqueño sino porque Alex nunca fue precandidato al gobierno. Es un chilango que llegó de agitador por estas tierras diciéndose tamaulipeco, sin reunir los requisitos de residencia. No tiene ni domicilio por estos lares. Peló gallo cuando lo demandaron ante la Fiscalía.

Sin posibilidades de ser incluido en la encuesta para buscar al candidato, es un payaso que su jefe  Ricardo Monreal mandó a formar una cabeza de playa rumbo a la presidencial del 24`, por cualquier partido menos por Morena. Cumplió a medias el encargo.

Y todavía dice que “yo soy un hombre de palabra y un hombre de honor”, cuando en territorio nadie lo considera una persona viable a nada, menos a Gobernador.

González Valderrama tiene su derecho legítimo de aspirar, pero independiente del payaso Rojas, ahora sedicente “doctor”  por la Universidad de Francisco Chavira.

Por cierto, una encuesta de Demoscopia Digital fechada el uno de noviembre arroja que, si la candidata de Morena al gobierno fuera Maki Ortiz Domínguez, perdería 30.6 a 32.1 frente al panista Jesús Nader ¿le dice algo amigo lector?.

En cambio si el moreno fuera Rodolfo González, y por el PAN Gerardo Peña Flores, el primero ganaría con el 40.1 por ciento contra 20.7, es decir, dos a uno. Y si a Valderrama le enfrentan a César Verástegui, alcanzaría 39.2 contra 23.9 contra por ciento. En los careos es el porcentaje más alto.

Continuarán este miércoles las actividades en pleno del Congreso Tamaulipas. Por tres días se instalarán las 38 comisiones para comenzar su chamba.