PRI de tamaulipas: ¿salto al vacio?
POR: CARLOS G. CORTES GARCIA
· Mientras a nivel nacional, el presidente del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas dio su anuencia a la alianza en Tamaulipas rumbo a la elección de 2022, el Comité Estatal dice que no.
Algo está sucediendo al interior del PRI de Tamaulipas, porque mientras que el dirigente nacional del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas, ha dado su anuencia para establecer alianzas electorales, incluida Tamaulipas, de cara a conformar una gran alianza electoral que en 2024 enfrente en las urnas a quien resulte el candidato de la 4T a la presidencia de la república.
Sin embargo, y contrario a lo que ha declarado “Alito”, en Tamaulipas las señales son otras. Tanto el dirigente estatal, Edgar Melhem Salinas, como el delegado del PRI en Tamaulipas, Felipe González Alaníz, y Ramiro Ramos Salinas, quien, por cierto, se siente ya candidato tricolor a la gubernatura, han asegurado que la tan llevada y traída alianza electoral no habrá de darse y que ellos, el PRI, irán solos a la elección del próximo año.
Le comparto unos datos por demás interesantes. En la elección del 2010 para Gobernador de Tamaulipas, el Partido Acción Nacional obtuvo 339,457 votos mientras el Revolucionario Institucional sacaba 678,410 sufragios. En la elección para Gobernador de 2016, el Partido Acción Nacional logró 721,049 votos contra 486,124 sufragios del PRI.
Para la elección de 2019, de Diputados Locales, el PAN obtuvo 425,287 por 88,078 que consiguió el PRI, resultado nunca imaginado por los tricolores, sobre todo por aquellos de abolengo. Y en el proceso electoral para diputados locales del 2021, el Partido Acción Nacional logró 513,179 votos, contra 132,390 del PRI.
Sin embargo, hay un dato adicional que debe ser tomado en cuenta. A partir de 2016 que aparece la marce MORENA, este instituto político ha conseguid los siguientes resultados electorales: en la elección de 2016 para Gobernador, y cuando el candidato fue “El Guasón”, Héctor Martín Garza González, el Movimiento de Regeneración Nacional se tuvo que conformar con un mediocre resultado de 32,183. En 2019, su clientela electoral subió a 242,599 pero para 2021, obtuvieron 542,858 votos.
Si en 2021, el PRI hubiera intentado la alianza electoral, hubiera logrado los resultados que no consiguieron. Y en el 2022 para allá vamos. Si no se suman en alianza al PAN y al PRD, podrían sufrir un sonoro revés.
Porque además de la alianza, se requiere un candidato fuerte y, si bien es cierto que el tricolor tiene buenos candidatos, se ve difícil que logren un buen resultado electoral de cara a la elección de Gobernador del próximo año.
Hay que recordar que Ramiro Ramos Salinas, si bien fue diputado local y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso de Tamaulipas, también es cierto que llegó al cargo como candidato de representación proporcional, plurinominal, les llaman candidatos de partido. Y los máximos cargos que Ramiro logró en su carrera política fueron cargos administrativos en la administración de Egidio Torre Cantú, lo que le resta méritos electorales y, de ser él el candidato a gobernador el próximo 2022, el PRI se arriesgará a perder en las urnas ante la debilidad de la figura política de Ramiro.
Me parece que el PRI de Tamaulipas debe pensar muy bien el asunto y tomar la decisión más inteligente, tanto para el partido como para los priístas, porque de subirse a la cresta de la soberbia política, y no querer jugar en equipo, no obtendrán buenos resultados el 5 de junio del próximo año.
PD. 1. ¿Será cierto cómo se rumora que, en Reynosa, prestigiados priístas, entre ellos el ex alcalde Everardo Villarreal Salinas y Benito Sáenz Barella, ya se cargaron del lado de MORENA, concretamente en el equipo de Rodolfo González Valderrama, sin interesarles dejar sólo al PRI de Tamaulipas, a quien decían “deberle todo” y a su dirigente estatal, Edgardo Melhem Salinas? Con esos amigos, dijera la Nana Goya, para que queremos enemigos.
PD. 2. ¿Hay o no doble lenguaje en México? Por un lado, todas las mañanas nos aseguran que en el país ya no hay corrupción, ya se erradico, “se barrió con la corrupción como barrer las escaleras” dijera YSQ. Sin embargo, de acuerdo con un ranking de The World Justice Project, México es el quinto peor país del mundo en corrupción.
En su Índice de Estado de Derecho 2021, la organización ubicó al país en el ranking de Ausencia de Corrupción en el lugar 135 de 139 naciones evaluadas, con una calificación de 0.26 en una escala de 0 al 1, donde el 1 es la mejor nota. Entonces, México se coloca sólo por arriba de Uganda, Camerún, Camboya y República Democrática del Congo, que es, este último, el país peor evaluado. Vamos, El Congo es el país más corrupto del planeta.
La baja calificación de México en corrupción, dice el estudio, se debe principalmente a la calificación que reciben los legisladores del país, de 0.10, mientras que el Poder Ejecutivo y el Poder Judicial tienen 0.31 y la Policía y el Ejército alcanzan 0.33.
Además, el país también reprueba en la categoría de Límites al poder gubernamental, con 0.45 de calificación y lo ubica en el lugar 102 de 139. ¿A quién le hacemos caso?
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