AL VUELO-Vaqueros

Por Pegaso  

Como en un spaghetti western, como si se estuviese rodando una película de Sergio Leone o Enzo Castillani, los vaqueros de la Border Patrol se abalanzaron sobre la negrada de haitianos que, en tropel, pretendieron cruzar hacia territorio norteamericano.

Floreando las reatas, con el chicote listo, pistolas en la funda, sombrero tejano y su caballo retonto, perdón, retinto, aquello fue todo un espectáculo de rodeo.

Al igual que los caporales de los hacendados sureños, cuando un negro se les escapaba de la plantación, durante la época de la esclavitud, de similar manera los güeros iban sobre sus ligeras cabalgaduras en pos de aquellos desdichados descendientes de Henry Christophe, Dessalines y Toussaint.

Pero no. No era una película lo que se estaba filmando en aquel remoto paraje cercano al río Bravo, ni se trataba de una secuela de Django Desencadenado (Django Unchained, por su título en inglés. Estrenada en diciembre del 2012. Director: Quentin Tarantino. Protagonistas: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo DiCaprio, Samuel L. Jackson y Kerry Washington).

Eran escenas de la vida real.

La desesperación que la muchedumbre empobrecida, obligada a migrar hacia el norte, es el origen de este tipo de escenas que tienen como testigo al mundo entero.

Aunque a decir verdad, se manejan muchas teorías con respecto al origen de la migración.

Porque primero llegaron oleadas de guatemaltecos, hondureños y salvadoreños, dizque expulsados de sus países por gobiernos más corruptos que el de México, que ya es mucho decir, por las pandillas de la Mara Salvatrucha y por la pobreza galopante.

Luego se vinieron los de Venezuela, desplazados por las malas políticas implementadas por su Gobierno que los llevó a vivir situaciones apremiantes.

Después, cuando Estados Unidos canceló el programa “Pies Descalzos”, se dejaron venir los cubanos.

Estos y los venezolanos, al menos se han puesto a chambear, porque muchos tienen instrucción universitaria, pero los centroamericanos son gente del populacho, que muy apenas terminaron la primaria.

La nueva ola migratoria es de los haitianos.

Tras el asesinato del Presidente Jovenel Moise, se armó la remambaramba, como diría “El Perro” Bermúdez, además de que un huracán marca diablo les pegó de lleno y obligó a miles a salir de la isla en busca de nuevos derroteros.

Errando por distintos países como Brasil, Argentina y Colombia, finalmente decidieron que sí costea pasar mil y un trabajos para conseguir llegar a los Estados Unidos, donde esperan alcanzar el sueño americano.

Pero para eso, primero tienen que hacer “cola” y formarse detrás de los centroamericanos, que ya tienen en Reynosa más de siete meses, apostados en la Plaza de la República.

Pero, azuzados por personajes ajenos, en Ciudad Acuña pretendieron cruzarse en bonche, y fue entonces que intervino la caballería.

Elementos de la Patrulla Fronteriza sacaron a sus cuacos de los establos para perseguir a los negritos antillanos entre el monte.

Saltando nopales y huizaches, éstos no pudieron burlar a los bizarros agentes federales gringos que, con lazo en mano, lanzaban la reata para echar un pial a los que iban corriendo, sin importar si eran hombres, mujeres o niños.

Las tristes escenas dieron la vuelta al mundo, además de que obligó al Gobierno norteamericano a cerrar sus fronteras, y ahora tendrán que esperar más tiempo para que a algún congresista se tiente el corazón y solicite en Washingtun la reanudación de las visas humanitarias.

Dicho lo cual, aquí me quedo con el refrán estilo Pegaso: “¡Nárrame una de individuos dedicados a la vida campirana!” (¡Cuéntame una de vaqueros!)  

Antes, cuando la UAT tenía autonomía, venía el Rector en giras de trabajo por las facultades que había en Reynosa, la de Ciencias Químicas y la flamante Facultad de Ciencias Agroindustriales.

Era toda una fiesta, porque en aquel entonces el mandamás, José Manuel Adame Mier era muy magnánimo y ofrecía tremendas comilonas a los estudiantes, maestros y raza periodiquera que cubría la fuente.

Eran los tiempos en que un jovenazo y galán Oscar Alexandre López, con su eficiente secretaria Jazmín, recibían todas las atenciones de los medios locales de comunicación.

No me tocó el que fue Rector antes de Adame Mier. Creo que se llamaba Jesús Lavín Flores, pero sí que me correspondía reportear las visitas de sus sucesores, Humberto Filizola Haces y José María Leal Gutiérrez “Chema”, que fue cuando empezó el verdadero declive de esa casa de estudios, al entregarla en charola al cara de morsa Egidio Torre Cantú.

Luego vino el viejito bolsas miadas de Enrique Etienne Pérez Del Río y todo se fue al traste, porque el Gobernador Cabeza de Vaca vio ahí un rico filón y se pasó por el arco del triunfo la tan cacareada autonomía.

Durante los cinco años que lleva la Administración Estatal, la UAT ha sido una especie de caja chica. Cuando las finanzas del Estado andan bocabajeadas y no les alcanza para pagar proveedores, desvían recursos de la UAT.

Como ocurrió durante los últimos dos años, cuando el Gobernador se paseaba por todo el país, comprando planas enteras de publicidad en los periódicos, canales de televisión y estaciones de radio nacionales, cuya tarifa se cotiza en millones de pesos.

Mientras tanto, se dejaron de pagar los convenios publicitarios de las empresas locales de comunicación, a tal grado que muchos de ellos tuvieron que correr a parte de su personal-

Y para subsanar los adeudos con los medios de comunicación, pidieron se facturara a nombre de la UAT, para después retachar el documento porque los de finanzas de la institución dijeron que tampoco ahí quedaba lana.

Realmente no sé, ni me interesa cómo saldrá este Gobierno de sus deudas, que son multimillonarias.

Lo que sí sé es que por todo lo anterior, desde la oficina del Gobernador se está impulsando la candidatura de Guillermo Mendoza Cavazos para que sea el próximo Rector y seguir metiéndole mano al presupuesto universitario.

Ayer lunes se presentó a registrarse ante la Junta Permanente de la Asamblea Universitaria con sus documentos, para oficializar la farsa.

Pero también, y de manera sorpresiva, se registró una candidata mujer, Luisa Álvarez Cervantes, a quien ni por asomo dejarán que compita por la Rectoría.

Y aquí se ha echado a andar toda una mafia, una maquinaria bien aceitada que cobija y blinda al candidato a modo del Gobernador para que sea él y nadie más que él, quien reciba el apoyo de la mayoría de los Consejos Técnicos.

Se me figura algo así como lo que ocurre todavía en el Sindicato Petrolero, que por miedo o por intereses económicos se tienen que ir a la cargada con el que les digan.

Actualmente, los más encumbrados directivos de la Universidad Autónoma de Tamaulipas están acusados de formar parte de una red de corrupción y complicidades.

Ahí sí, cuando se pretende aplicar la Ley, entra la autonomía universitaria, y la utilizan como un escudo para seguir ocultando los trafiques, triquiñuelas, tranzas y todo tipo de manejos fraudulentos.

Viene el refrán estilo Pegaso: “Próximamente ultimarán a la gallinácea de los embriones de metal áureo”. (Van a acabar con la gallina de los huevos de oro).