CENA DE NEGROS
Marco Antonio Vázquez Villanueva
A sufrir…
La declaración de dirigentes del PRI en el sentido de que van a buscar candidato propio a la gubernatura del Estado y que lo presentará en sociedad allá por enero del 2022 tiene dos interpretaciones; una, está vendiendo muy caro su amor pretendiendo llevar candidato tricolor en una futura coalición con PAN y PRD o, de plano, se trata de un chantaje a los azules. Me explico.
El PRI sabe que le es necesario al PAN en la elección que viene, que lo requieren para sumar una estructura efectiva y, sobre todo, votos, según los números entre 100 y 150 mil, quizá más, quizá menos, pero por ahí anda, que tal vez no sea ni el 30 por ciento de los que obtendrá, o aspira a obtener, el PAN, pero sin ellos los azules no alcanzarían la victoria, por eso es que se quieren vender y muy caro.
Obvio que igual se puede significar un chantaje ya que, a menos que las cosas hayan cambiado, es un hecho que para diciembre deberá de existir una intención de coalición entregada al IETAM si es que van a ir juntos el PRD, PRI y PAN, lo que significa que los tricolores no piensan con seriedad en la posibilidad de ir aliados.
El PRI, le insisto, hará un soberano ridículo en la elección del próximo año si van solo, nadie en la calle piensa votar por ellos en la elección de gobernador, es probable que ese nueve por ciento que presumen de atractivo, que obtuvieron ya, se diluya hasta un tres o cuatro por ciento y se lo diré con claridad, sea quien sea su candidato.
Sin embargo, hay algo que se corre como rumor en los pasillos del tricolor, les han hecho creer que le van a pegar al vivo arriba de la barda ya que con un par de los aspirantes de Morena y otro del PAN, pueden hacer una alianza de facto, fingir que trabajan en una campaña por la vía libre para declinar a la misma 15 días antes de la elección, si es necesario o, en el mejor de los casos para ellos, jugar a legitimar los resultados, a levantarle la mano al triunfador y pedirle al otro que no chille.
Sea como sea, resulta harto vergonzosa la situación del tricolor, en menos de seis años ya no queda nada de un partido que ganaba de todas, todas, peor aún, en todo ese tiempo ni siquiera fueron capaces de formar nuevos cuadros, de darle oportunidad a las muchachas y los chavos de que se foguearan para mejores tiempos, para que tuvieran su oportunidad a corto plazo con un partido que pareciera renovado sino que los muy viejos se han agandallado los puestos plurinominales en los cabildos, el congreso del Estado y hasta donde se pudo en la cámara de Diputados federal, les ganó la ambición en lugar de serenarse y entender que sus mejores tiempos ya pasaron, que por ellos ya nadie da un centavo.
La verdad es que, si no se aplican, si no sacan un candidato que pueda pintar en la elección, el PRI no le va a servir de nada al que gane, no puede legitimar un partido sin fuerza, que solo le causa nauseas a la gente que todavía los vincula con la corrupción, cierto, al final de día si no se ponen a trabajar se quedarán como el perro de las dos tortas.
Otra realidad es que este es el momento del PRI, si definen bien su estrategia, si se ponen todos a trabajar para el partido el mismo resurgirá a corto plazo ya sea como oposición al gobierno, ya sea como posibilidad de serlo, pero eso solo podrán hacerlo con los jóvenes liderados por personajes que no estén muy sucios en su pasado o, por lo menos, que tengan liderazgo con parte de la sociedad, que los hay y a puños.
Por lo pronto, ayer llegó un delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional del PRI a Tamaulipas, Felipe González Alaniz, en su presentación fue donde se habló de que el tricolor estará trabajando en fortalecer su estructura partidista y ellos se ocuparán hasta enero del candidato, le insisto, o le están jugando el dedo en la boca a los panistas o de plano están chantajeando porque, según el calendario, las coaliciones se tendrán que ir formalizando en diciembre.
La acción del PRI, el hecho de aplazar su decisión de elegir si van o no en coalición, pondrá a sufrir a todos, en mucho al PAN que anda desesperado porque ya le den el sí, pero más a su militancia que parece ya no tiene ni identidad, que se han resignado a ir de segundones en una futura coalición o hacer el ridículo ellos solos.