CENA DE NEGROS

Marco Antonio Vázquez Villanueva

Tomar el toro por los cuernos…

Hace muchos años, cuando a los Diputados federales les regalaban presupuesto para que lo distribuyeran en obras para los municipios que abarcaban su distrito, a uno de ellos se le hizo democrático, y hasta genial, consultar a los habitantes lo que debería hacerse con dicho recurso.

Al paso de los días, cuando ya le quedaba un municipio pendiente y cerca de 500 mil pesos para una obra, se fue con su grupo de trabajo a uno de los municipios más olvidados, reunió a los habitantes que le habían apoyado y a quienes ellos invitaran, y ahí, bajo un mezquite, expuso a lo que iba y comenzó a preguntarles que querían, pronto se pusieron de acuerdo y, por compromiso, se decidió la obra.

Días después, entre enojado y sorprendido, el Diputado detallaba a un grupo de periodistas el caso, “fuimos al cuarto distrito, al municipio con más carencias que puedes imaginar, hay sequía, no tienen ni agua para tomar, falta trabajo, ya casi no hay hombres jóvenes que les ayuden, el caso es que les llevaba un recurso para aplicarlo y ¿qué creen que me pidieron?, no me lo van a creer, vamos a hacer la barda del panteón”.

Para el legislador, en las condiciones que vivían sus electores, no cabía la idea de privilegiar el panteón, según él era mejor, seguramente si, una obra de agua potable, quizá chapolear y arreglar caminos para que tuvieran trabajo todas las personas posibles, eso entre otras cosas.

“Pero una barda al panteón, hazme el chingao favor, ni que se les fueran a escapar los muertos de noche”.

Claro es, después de esa experiencia en su primer año de trabajo la dichosa consulta para la obra pública y ejercer ese presupuesto no volvió, el recurso se ejerció, según el exdiputado, con una lista que se levantó en la primera reunión y, cuya segunda prioridad en ese municipio, casi desértico, era un tanque elevado para el agua potable.

El comentario viene a colación porque hay muchas posibilidades de que las nuevas autoridades que van llegando a los municipios, de todos los partidos, encontraron una fórmula para quedar bien con sus electores, la misma además les permite estar vigentes, o tal vez, solo tal vez, sencillamente evadir su responsabilidad, lo nuevo que están pensando es hacer consultas para la obra pública con todo y que la verdad resulta muy peligrosa esa acción, los municipios se podrían quedar sin obras de bacheo, sin nuevas calles o sin acciones importantes por realizar por construir, como en el ejemplo que es real, obras para panteones.

Hay algo más, es obvio que la prioridad de las mayorías en materia de obra pública no es la infraestructura que facilite la inversión y el desarrollo de los pueblos sino las que les den comodidad.

Exacto, más que consultar, los nuevos alcaldes, lo que deben hacer es tomar al toro por los cuernos, contratar personas responsables y con conocimientos para que les diseñen un plan de trabajo o les encuentren lo que realmente es útil para los habitantes que les han respaldado con sus votos, aunque, en muchos casos, tengan que causar disgustos por obras en lugares importantes, digo, sino para qué fueron electos, o ¿no?

Por cierto, y hablando de consultas, para analistas contrarios a la que se realizará el próximo domingo, que ni siquiera se sabe perfectamente de qué se trata, lo único que ha dejado de bueno es ver que los grupos en Morena poco a poco se van definiendo.

Ayer, por ejemplo, se anunció que el Senador Américo Villarreal Anaya este lunes estará con los alcaldes de Matamoros, en evento a las 11 de la mañana, además de Madero a eso de las ocho de la noche, y con el electo de Victoria a las cuatro de la tarde, y no solo con ellos, se presume que ahí habrá muchos más morenistas que se la van a jugar con su proyecto aunque ahora digan que en eventos de difusión para la consulta popular del próximo domingo.

Claro es, quizá la unió que se vea este lunes vaya a ser circunstancial, pero en la política, de acuerdo a como la ven los políticos, no existen las casualidades.

Y hay algo más, el resto de los competidores en Morena, Héctor Martin Garza González, Rodolfo González Valderrama, y los propios alcaldes, hacen su juego, están esperando y aprovechando todos los reflectores para posicionarse y para ir acordando con quienes debe ser para la hora buena.

Exactamente, da la impresión de que en el partido del presidente la definición está cerca, será más pronto de lo que se esperaba y quizá hasta como en los viejos tiempos, “por unidad” o hasta por “aclamación”.