UN MUNDO NOS VIGILA
Todavía, cuando hago alguna llamada, especialmente cuando son enlaces telefónicos a
noticieros radiofónicos, me pongo a malabarear con el volumen, para mantener la secuencia, sin
que el intenso eco me distraiga del tema y en mi rutina cotidiana, sé que entre que prendo la
computadora y puedo utilizarla, pasa más de media hora “instalándose los nuevos archivos”.
No recuerdo la fecha en que, por primera vez, cuando iba a tratar algo en una oficina
pública, antes de hacer el planteamiento ya me estaban dando la respuesta, pero fue hace muchos
años y varios sexenios.
Desde entonces tuve sospechas fundadas de que era víctima de alguna suerte de
espionaje.
De aquella referencia, a que salieron y se hicieron de uso común los teléfonos celulares,
pasó un buen tiempo y otro tramo, para que una de las empresas dedicadas al espionaje, fuera
espiada, revelándose la base de datos que demostró el uso de esos ilegales instrumentos.
Ahora el escándalo nacional está sobre la israelí NSO Group y su malaware Pegasus, pero
antes, la italiana Hacking Team se evidenció en aquella infidencia, descobijando a México, como
uno de sus principales clientes y entre los Estados, a Tamaulipas, precisamente en el pasado
gobierno de EGIDIO TORRE.
Así lo publiqué entonces:
A ver, en el 2015 un hacker hackeó a Hacking Team.
Los correos de la empresa italiana desarrolladora de software para invadir teléfonos
celulares y computadoras públicas y privadas con todo lo que estuviera en sus archivos y a su
alcance -cámara y micrófono incluso apagados-, en millones de páginas hasta sumar 400 gigas
de memoria fueron exhibidos de libre acceso en la red mundial del Internet.
Así se supo que México era el mayor cliente de la empresa, espiando las instituciones de
la milicia, seguridad y política de la Federación, de PEMEX inclusive y entre muchos estados,
Tamaulipas era el único que pagaba dos servicios: el de la Secretaría de Seguridad y el del
Gobierno propiamente dicho
en que, por primera vez, cuando iba a tratar algo en una oficina
pública, antes de hacer el planteamiento ya me estaban dando la respuesta, pero fue hace muchos
años y varios sexenios.
Desde entonces tuve sospechas fundadas de que era víctima de alguna suerte de
espionaje.
De aquella referencia, a que salieron y se hicieron de uso común los teléfonos celulares,
pasó un buen tiempo y otro tramo, para que una de las empresas dedicadas al espionaje, fuera
espiada, revelándose la base de datos que demostró el uso de esos ilegales instrumentos.
Ahora el escándalo nacional está sobre la israelí NSO Group y su malaware Pegasus, pero
antes, la italiana Hacking Team se evidenció en aquella infidencia, descobijando a México, como
uno de sus principales clientes y entre los Estados, a Tamaulipas, precisamente en el pasado
gobierno de EGIDIO TORRE.
Así lo publiqué entonces:
A ver, en el 2015 un hacker hackeó a Hacking Team.
Los correos de la empresa italiana desarrolladora de software para invadir teléfonos
celulares y computadoras públicas y privadas con todo lo que estuviera en sus archivos y a su
alcance -cámara y micrófono incluso apagados-, en millones de páginas hasta sumar 400 gigas
de memoria fueron exhibidos de libre acceso en la red mundial del Internet.
Así se supo que México era el mayor cliente de la empresa, espiando las instituciones de
la milicia, seguridad y política de la Federación, de PEMEX inclusive y entre muchos estados,
Tamaulipas era el único que pagaba dos servicios: el de la Secretaría de Seguridad y el del
Gobierno propiamente dicho.
En este mismo espacio publicamos algunos de esos correos
(https://www.facebook.com/2094171344230640/posts/2897485057232594/), los
medulares, de cuando se escogió a Tamaulipas como cliente, de las negociaciones, de las
condiciones para venir a capacitar en medio de la inseguridad, de los regateos, del primer pago y
el refrendo que se hizo en el segundo año de “relación comercial”.
“Este ya está hablando con aquel”, escuchamos repasar en voz alta, meneando la cabeza,
al responsable de la operación de uno de esos servicios, no sabemos si como un acto de
infidencia o como una pretendida intimidación, de la que preferimos no tomar nota.
Lo ventilé, insisto, en su momento, como para hoy hacerme el sorprendido.
En variadas circunstancias también pude comprobar que sin detrimento del uso para con
los personajes de la política y líderes de opinión, propios y extraños, el instrumento se convirtió
en un juguete perverso para alimentar chismes y alentar discordias, robar ideas y pretender -solo
eso- suplir la ignorancia y falta de talento de prohombres del pasado reciente.
Ningún delincuente fue aprehendido por las autoridades estatales tras “colgarse” de sus
medios electrónicos, ni secuestrado alguno fue recuperado en ello, con el uso de ese servicio de
espionaje.
Pecan de ignorantes los periodistas de cualquier tamaño que ahora se escandalizan por tal
invasión a la privacidad, que definitivamente no es nueva y acaso ha radicalizado sus alcances,
pero aún en eso, al menos desde hace más de dos años es pública.
Que “tocó” a los santones de la media nacional y ya cayeron en la cuenta de ello porque
un ente extranjero se los dijo; qué bueno que finalmente alienten la reflexión doméstica y se dé
paso al litigio, como el que desde hace dos años se libra en muchos otros países, donde sí se
tomó nota a tiempo.
¿Qué va a pasar aquí?; allá tampoco ha pasado nada.
Tiene razón el Gobierno federal, como la tuvo antes Puebla -de los estados-, Colombia,
Panamá, Chipre, Honduras, Azerbaiyán, Colombia o Polonia, por mencionar algunos donde
antecedieron escándalos al respecto, que llegaron a los tribunales.
Todos coincidieron en rechazar haber tenido algún tipo de relación, contrato o pago para
con Hacking Team, o ahora con NSO Group; es a través de empresas intermediarias en cada
zona de operación como venden el “servicio”, con nombres disfrazados.
¿Quién “va a descubrirlo” y llegar el castigo hasta sus últimas consecuencias legales?
Veremos y diremos.
Así lo escribimos antes y así lo refrendamos ahora.
Hay quienes aseguran que quienes hace seis años operaron en Tamaulipas la intervención
telefónica desde el gobierno local, mantuvieron el servicio concluido el sexenio, para vender
chismes y capitalizar coyunturas políticas no solo en Tamaulipas, ni con un solo partido.
Se les vio –a operarios y personeros- después del 2 mil 16, en Puebla, en la Ciudad de
México, en San Luis Potosí y en Nuevo León, al menos, sin dejar de darse sus rondas por el
terruño.
A estas alturas seguramente ya no sean los mismos, pero con el espionaje y más que el
espionaje mismo, las acciones que devienen en esa intromisión a la privacidad de actores
públicos y privados, siguen siendo un delito y degeneran en flagrantes injusticias.
¿Hasta cuándo?… ¿hasta dónde?
En su plenaria de ayer tarde, el Consejo del IETAM iba a desahogar otro paquete de
recursos interpuestos interpuestos por los actores políticos, respecto de la elección del pasado
seis de junio.
También la asignación de las Regidurías según el Principio de Representación
Proporcional, correspondiente a los municipios de Altamira, Gustavo Díaz Ordaz, Matamoros y
Soto la Marina, al haber concluido los litigios abiertos sobre esas elecciones.
Por redes sociales, el Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA continuó
promoviendo los destinos turísticos del Estado, tocando turno al municipio de Llera.
“¿Conoces el Río Guayalejo de Llera? Estas vacaciones, siguiendo todas las medidas
sanitarias, ven y disfruta con tu familia de un paseo en trajinera ¡Déjate llevar por la tranquilidad
de nuestros destinos de naturaleza!”, publicó.
Aunque Tamaulipas no ha sido ajeno a la tercera ola de la pandemia del COVID-19, con
un crecimiento en el número de casos cotidianamente reportados, esta se ha dado con altibajos en
torno de los 200 contagios.
Así se espera, que siga moderado el crecimiento más allá del periodo vacacional y para
ello, la insistencia en que, si salen a vacacionar, lo hagan con todas las medidas de prevención y
que la diversión no se convierta en tragedia.
Que así sea.