Pese a el ejemplo dado por los ciudadano del pasado domingo, aún
estamos lejos de superar inercias que afectan la libre y consciente
emisión del voto para elegir a los representantes populares.
Es innegable que todavía hay entrega de dádivas a cambio de apoyo
de parte de los electores, compra de votos y el tradicional acarreo
durante la jornada electoral.
Aunado a que se utilizan candidaturas independientes y de partidos
que se prestan, en base al pago, para hacerle el juego a los
contendientes “oficiales”.
Diríamos que es la primera fase de la estrategia que se traza, por los
transas de la política, para ganar a como de lugar.
En caso de que lo calculado no resulte efectivo, lo que sigue es
descalificar los comicios y lanzarse al arrebato de triunfos mediante
argucias leguleyas.
Esto es precisamente lo que quiere hacer la dirigencia del PAN en la
entidad, al anunciar que impugnará las elecciones en el Instituto
Electoral de Tamaulipas (IETAM).
Lo que se les hace extraño a los panistas es que la alianza
conformada por Morena y PT duplicaron el conteo de sus votos.
Se entiende que ello significa que si tuvieron un sufragio a su favor se
pasaron de vivos y en número anotaron dos.
La verdad es que lo expresado desde el panismo, a simple vista,
carece de sustento porque realizar esa presunta trampa es poco
probable y, si fuera el caso, difícil de acreditar.
Veamos: en principio a los funcionarios de casilla no los nombran los
partidos políticos sino el Instituto Nacional Electoral (INE).
De igual manera, durante la jornada electoral hay vigilancia de los
representantes de partidos para que no se cometan irregularidades y,
en caso de suceder, se interponen los escritos de inconformidad que
corresponden.
Ahora bien, al término de la votación empieza el escrutinio y cómputo,
por parte de funcionarios de casilla y ahí están presentes los enviados
de los partidos.
Cabe señalar que estos, durante la votación, tuvieron en sus manos la
lista nominal a fin de verificar que el ciudadano que acudió a cumplir
su deber cívico, en realidad aparezca registrado.
En ese sentido, pueden llevar un conteo de las personas que
acudieron a votar y registrarlo en cada hoja de la referida lista, en la
que aparecen nombre y fotografía de los votantes.
De modo que si se suma la cantidad de electores que depositaron su
voto y las boletas sobrantes que deben ser invalidadas, el resultado
tendrá que coincidir con la cifra inicial que se registro en el acta de
apertura de la Jornada Electoral, de la cual deben recibir copia los
representantes de partidos.
Habrá que ver que lo que “acreditan y evidencian” los jurídicos del
albiceleste a los que, sin duda, junto a sus patrones, les asiste “el
derecho al pataleo”.
A propósito, es contradictorio lo que expresan desde el feudo panista,
al reconocer “la participación ciudadana que una vez más dieron
ejemplo cívico en esta elección”.
Y para terminar de “cajetearla” extienden su agradecimiento a los
funcionarios de casilla por tiempo y esfuerzo a fin de “construir un
México democrático y plural”, así como a sus representantes de casilla
en la entidad.
Haber si entendimos: ¿reconocen la participación de los ciudadanos
pero no están dispuestos a que se cumpla su voluntad?
Más aún: ¿agradecen a los encargados de las casilla y sus
representantes pero cuestionan los resultados de la elección ya que, a
su juicio, hubo trampas?
Lo único que falta es que sean los artífices de la versión de que los
comicios del domingo estaban pactados.
Sería el colmo de la irresponsabilidad el tratar de despojar a los
ciudadanos de su voluntad y capacidad de decisión para reducir el
resultado de los comicios a un arreglo “en lo oscurito”.
Es entendible que trate de atenuarse la derrota y se realicen
maniobras para el manejo de la crisis pero, los genios de la
comunicación, escogieron la peor narrativa.
Lo que deben hacer el dirigente formal del panismo, LUIS RENÉ
CANTÚ GALVÁN y su equipo, incluso los candidatos perdedores, es
salir a dar la cara.
Bien les haría mostrar unidad y cohesión en torno a su instituto y
meterle humildad en lugar de exhibir la torpeza y novatez.
¿O acaso el panismo militante y sus simpatizantes no merecen saber
cuál es la línea a seguir?
¿Será que lideres del PAN únicamente conocen la verborrea
triunfalista para avasallar a los adversarios?
Los tamaulipecos optaron por modificar la correlación de fuerzas y eso
debe respetarse.
No hacerlo así es continuar alejándose de la posibilidad de
recuperarse, así sea en parte, en el 2022.
AL CIERRE
Empezó el estira y afloja por el liderazgo de la mayoría morenista en el
Congreso local.
Unos aseguran que ARMANDO ZETUCHE será el guía en la próxima
legislatura; otros sostienen que tal posición corresponde
desempeñarla a JOSÉ BRAÑA.
Debe esperase que , ahora si, el liderazgo partidista de Morena meta
mano y marque la pauta para que los legisladores no se vayan por la
libre, similar a lo que hicieron las y los actuales diputados.