Conferencia ‘Disfrutar del Amor, Herramientas Feministas para llevar de la Teoría a la Práctica’, de Coral Herrera, abre los ojos ante las consecuencias del amor romántico
A través del amor romántico se ha normalizado el abuso, subordinación y la violencia hacia las mujeres, alertó Coral Herrera Gómez en su videoconferencia ‘Disfrutar del Amor, Herramientas Feministas para llevar de la Teoría a la Práctica’.
Esta es la segunda plática que presenta la Unidad de Género del gobierno municipal, en el marco del ‘Día Internacional de la Mujer’.
Herrera Gómez es doctora en Humanidades y Comunicación Audiovisual por la Universidad Carlos III de Madrid, habló sobre la construcción sociocultural del amor romántico y cómo ha evolucionado.
“No encuentro la fórmula de la felicidad en el amor romántico porque no existe, cada uno debemos trabajar de manera diferente la forma en que hemos interiorizado los mitos románticos y valores del patriarcado y eso requiere de mucho trabajo, todos los procesos de transformación requieren un trabajo de reconocimiento propio, de la cultura donde vivimos y entrenamiento diario”, expuso.
Insistió que la utopía del amor feminista se basa en formar relaciones igualitarias basadas en el cuidado mutuo.
Los retos para llegar a este amor igualitario y equitativo es desmitificar el sufrimiento, el amor romántico, trabajar más con las masculinidades y la autocrítica amorosa, en la que se cuestionan las emociones y se dejan las presiones sociales, con apoyo psicológico y con un cambio social y cultural.
En este contexto, la presidenta del Sistema DIF, Adriana Herrera Zárate, expresó que esta conferencia permitió reflexionar en las formas de relacionarse de la pareja y abrir los ojos sobre las consecuencias del amor romántico.
“Hablar del amor romántico es hablar de una de las herramientas más potentes del patriarcado para someter a las mujeres, por amor, las mujeres nos aferramos al maltratador; las jovencitas envían fotos íntimas; dejamos nuestros sueños y perdemos redes afectivas; el amor romántico nos atrapa y no permite ver lo tóxico que una relación puede llegar a ser con el maltratador”, puntualizó.