Precandidatos del PAN sin el VoBo del Tío Sam
Por Oscar Díaz Salazar.
Muchos disgustos y sorpresas (negativas) se hubiera ahorrado el gobernador Cabeza de Vaca, si las entrevistas para los aspirantes a los cargos de elección popular, del PAN, las hubiera hecho en su casa, en Mission. Si la entrega de las «aplicaciones» y las «job interview», -para decirlo en el idioma pocho que mejor entiende el gobernador-, se hicieran en los esteits, no hubieran participado algunos políticos que tienen pendientes con la justicia gringa. El caso más conocido es el del presidente municipal de Río Bravo, Carlos Ulibarri, de quien afirman no cruza el charco por tener un pendientillo con la chota, derivado de un incidente en Brownsville. El nombre del precandidato del PAN en Madero, Jaime Turrubiates, es citado con frecuencia en las páginas de noticias y chismes relacionadas con la delincuencia. En estos sitios se cuentan detalles de la cercanía que guardaba el restaurantero del ramo de comida rápida, en la modalidad de pollo frito, con ciertos personajes que reinaron en el bajo mundo durante el tiempo en que Turrubiates fue alcalde de la urbe petrolera. Invitarlo a comer una jamburguer en el otro lado, sería una buena prueba de que su nombre no está en el radar de la policía gabacha. Pero el caso más interesante, porque sería tropezar con la misma piedra, si insisten en hacerlo candidato, es el del aspirante a la presidencia municipal de Río Bravo, Miguel Angel Almaráz Maldonado. Los seguidores del ríobravense afirman que Almaráz salió libre y absuelto de todo cargo, limpio de cualquier culpa o delito. Y puede que esto sea cierto, pues como quedó registrado en su momento, a Almaráz lo perseguía la justicia norteamericana, y las autoridades de México actuaron a petición del gobierno norteamericano. Las acusaciones contra Almaráz fueron por la venta de combustibles (guachicol) a compradores norteamericanos, de un producto supuestamente robado en México. No es mi intención reseñar una historia de un delito por el que ya pagó Almaráz Maldonado. Solo planteo que el ex dirigente estatal del PRD, puede ser persona no grata para el gobierno norteamericano, precisamente ese gobierno que Cabeza de Vaca se empeña tanto en agradar y en ser aceptado por ellos. Creo que aún es tiempo, para Cabeza de Vaca y para los dirigentes del «CEN nacional» del PAN (como dice la raza de sol), para revisar el historial de sus aspirantes, para preguntar los «corridos» que han inspirado, para preguntar a sus militantes y para cotejar con las autoridades, con las mexicanas sería lo correcto, y con las norteamericanas, lo deseable para un gobernador Mexico americano que mucho se afana en agradar al gobierno de su país.